Vitoria pondrá autobuses gratis y prohibirá el deporte en episodios de gran contaminación

El Ayuntamiento de Vitoria dispondrá de un plan para proteger la salud de las personas en función del nivel de contaminación y dar una respuesta efectiva a episodios puntuales de incremento de la polución en el municipio, que incluye recomendaciones para la población y medidas para hacerla frente, como restricciones al tráfico y la gratuidad de los autobuses urbanos. La alcaldesa, Maider Etxebarria (PSE-EE), ha dado a conocer el nuevo plan durante la primera jornada del debate general de política municipal, y será aprobado este viernes.

El plan específico ante situaciones de mala calidad del aire tiene por objeto “dar una respuesta efectiva a episodios puntuales de incremento de la contaminación en el municipio” y “proteger la salud de las personas y el medio ambiente en su conjunto, cuando haya un empeoramiento de la calidad del aire”. Su propósito es evitar que se alcance el umbral de alerta establecido en la legislación y reducir el número de ocasiones en que se superan los valores límite. Etxebarria ha explicado que, en función del nivel de contaminación, se han definido tres posibles escenarios que llevan aparejados distintas actuaciones en cada uno de ellos, en fases preventiva, de aviso y de alerta, informa Europa Press.

Así, en la situación preventiva se activará el plan y habrá traslado de información a la población y se difundirán recomendaciones generales como la utilización del transporte público. En la segunda fase, la de aviso, a las medidas anteriores se incorporan otras nuevas como el refuerzo del transporte público, la limitación de la velocidad en toda la ciudad a 30 kilómetros/hora, posibles restricciones de tráfico en algunas calles y refuerzo del control de actividades industriales y de construcción. Por último, la situación de alerta contemplará las anteriores medidas a las que sumará otras nuevas, como la recomendación de limitar la práctica deportiva en el exterior, la gratuidad del billete de autobús urbano y restricciones a la circulación en el centro, en función de las etiquetas medioambientales de la DGT.

En el debate, la alcaldesa ha planteado igualmente al Ministerio de Transportes la posibilidad de estudiar “habilitar una variante ferroviaria que salga desde la futura intermodal del polígono de Júndiz por el norte, para evitar todas las molestias a los vecinos y mejorar la seguridad del corredor ferroviario”. Etxebarria ha explicado esta propuesta, adelantada por 'El Correo', y ha considerado que “no sólo supone un avance sin precedentes que permitirá que la alta velocidad que llega de Burgos conecte con la Y vasca y la frontera francesa por Vitoria, sino que también habilitará una conexión de ancho para mercancías en Júndiz, que se unirá a los actuales servicios de viajeros y de mercancías de ancho ibérico”.

La alcaldesa, igualmente, ha explicado el inicio de la instalación de 17 cámaras de seguridad en la zona centro y el compromiso de ampliar este número hasta las 100 a lo largo de los próximos años, así como la nueva comisaría de José Erbina y la intención de ampliar el número de efectivos de Policía Local con 50 nuevas plazas a lo largo de esta legislatura, para llegar así a los 560 agentes.

Sin embargo, los grupos de la oposición municipal, EH Bildu, PP y Elkarrekin, han criticado el discurso de la alcaldesa. La portavoz de EH Bildu, Rocío Vitero, ha cuestionado la “autocomplacencia” de la alcaldesa ante un primer año de legislatura de “claros y oscuros” y ha considerado que “la actual legislatura va a requerir de la construcción de puentes”, por lo que espera que “el Gobierno mire a su izquierda y abandone, de una vez por todas, su tendencia a pactar con la derecha reaccionaria”. El portavoz del PP, Iñaki García Calvo, ha señalado que “la alcaldesa está totalmente desaparecida y sin proyecto para Vitoria”, además de “faltarle ilusión e entusiasmo”. Por último, la portavoz de Elkarrekin, Garbiñe Ruiz que es de Podemos, también ha censurado “la autocomplacencia” de la alcaldesa: “Su gestión va un ritmo un tanto ralentizado y retardista en la aplicación de medidas urgentes”.