El Gobierno quiere frenar la venta a pérdidas en el campo con un cambio en la Ley de cadena alimentaria
- En torno a las palabras de Vara, sobre el efecto que el incremento salarial puede tener, dice que fueron “un poco sacadas de contexto”. “Nunca puso objeción a la subida del SMI como tal, un compromiso social y político de este Gobierno”
El Gobierno se ha comprometido a reformar este mismo año la Ley sobre la cadena alimentaria y que en el borrador de estudio se incluya el debate sobre la práctica de la venta a pérdidas (por debajo de los costes de producción), una de las principales reclamaciones del sector agroalimentario.
Así lo avanzó este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tras mantener el primer encuentro de la mesa de diálogo agrario con las organizaciones Asaja, COAG y UPA, creada tras las manifestaciones protagonizadas por el sector la semana pasada y que continuarán en los próximos días.
Junto a ese compromiso de modificar la actual Ley de la cadena, Planas ha presentado un paquete de propuestas que incluye revisar la Ley de organizaciones interprofesionales o intentar aumentar la dotación para los seguros agrarios en los próximos presupuestos generales del Estado.
Bonificación o incentivo en el sector
Planas ha abierto la puerta a la posibilidad de adoptar medidas complementarias de bonificación o incentivo en el sector agrario si se consideran necesarias tras analizar el efecto de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como se hizo “en ocasiones anteriores”.
En una entrevista concedida a Canal Sur Radio, con motivo de la reunión de la mesa de diálogo, se refirió a las declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en las que pidió analizar el impacto que la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha podido tener en el incremento del paro.
El ministro dice que ha hablado con Vara y quje sus palabras fueron “un poco sacadas de contexto”. “Nunca puso objeción a la subida del SMI como tal, un compromiso social y político de este Gobierno”, ha dicho.
“Nadie piensa que el salario del trabajador del campo tenga que ser diferente al del sector servicios ni de un territorio de España a otro, algo que iría contra el principio constitucional de igualdad entre todos los españoles”, ha asegurado el ministro de Agricultura, que ha admitido que la subida del SMI ‘condiciona’ la actividad agraria junto a otros aspectos como el precio del agua o de los fertilizantes.
Cabe recordar también que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, visitará Extremadura en las próximas semanas para analizar el problema del paro en la comunidad, con una subida en 18.700 personas sólo en el último trimestre del año (19%), y con el objetivo de “dar la vuelta” a esta situación.
La titular de Trabajo respondió de este modo a la petición que el propio Vara hizo la semana pasada, nada más conocerse los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Las bonificaciones
El ministro Planas ha recordado que la subida del SMI tiene un ‘aval muy fuerte’ al contar con el apoyo del Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. Ha señalado que “habrá que ver qué consecuencias tiene y si hay que tomar alguna medida complementaria de bonificación o incentivo como en ocasiones anteriores se hará”.
Sobre la mesa de diálogo agrario que se ha puesto en marcha en la tarde de este lunes, Planas ha asegurado que el objetivo es acordar contenidos, métodos de trabajo y calendario para hacer frente a toda la problemática del sector, que sufre de manera directa aspectos como precios muy volátiles.
Se suman otras cuestiones como la negociación de la nueva PAC o los aranceles de Estados Unidos, cuya solución exigirá “un esfuerzo conjunto de todos, mucho diálogo y mucho trabajo conjunto para poder salir adelante”.
“Nuestros agricultores y ganaderos tienen razón, se merecen este apoyo y el conjunto de la sociedad tiene que dárselo”, ha subrayado el ministro.
El trabajo mancomunado
Ha rechazado que se pueda hablar de “un problema de una determinada categoría de agricultores más grandes o más pequeños, porque en el campo como en todas partes hay gente que está ganando dinero bien, gente que está muy justa y gente que lo está pasando mal”. “La inmensa clase media de la agricultura y la ganadería española merece un apoyo en línea con lo que está sucediendo en Francia y Alemania, donde se están planteando problemáticas muy similares a la que hoy tenemos en España”.
En su opinión al margen de incidencias climatológicas como las sequías o los recientes temporales, el principal problema del sector se centra en el hecho de que “hay demasiados productores vendiendo individualmente frente a pocos compradores que lo hacen de forma mancomunada y tienen más posibilidades y fuerza a la hora de fijar condiciones”. “Ahí tenemos que ayudar a todos los pequeños agricultores”, ha subrayado.
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