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Miedo al contagio y a enseñar la cara con el fin de las mascarillas

Primer día en el que los ciudadanos pueden pasear sin mascarillas en el exterior.

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La entrada en vigor este sábado del fin de la obligación de llevar mascarilla al aire libre -una liberación y un alivio para la mayoría de la población- puede provocar también mucha angustia a los que temen contagiarse de covid, así como “miedo a la cara vacía”, por lo que los psicólogos recomiendan “respetar los tiempos de cada uno” ante la relajación de las normas.

Así lo ha manifestado en una entrevista a Efe la psicóloga Raquel Huéscar, en la que ha precisado que “dejar ir las mascarillas simboliza el acercamiento a lo presencial, al contacto de nuevo con los otros, a cierta sensación de libertad” tras las restricciones impuestas por la pandemia y habrá parte de la población que no esté preparada en este momento y necesitará más tiempo.

“No poder o no querer hacerlo ahora no quiere decir que más adelante se pueda”, ha puntualizado la representante del Colegio Oficial de Psicólogos, quien insiste en que es necesario dejar pasar un tiempo para el cambio y para volver a sentirnos seguros sin ella.

En este sentido, se refiere a la sensación de la “cara vacía”, que aunque rechaza que tenga que ser una patología, si cree que se puede producir al dejar de usar una protección que oculta parte del rostro y de la expresión.

“Ciertas relaciones personales se han establecido en este tiempo con personas a las que nunca hemos visto la cara, por lo que imaginamos como es su rostro. Incluso en este curso muchos niños no han podido conocer el rostro de los profesores, ni estos de sus alumnos”, detalla.

Por ello, advierte de que será necesario un tiempo de adaptación para el cambio, para dejar ir la mascarilla y volver a sentirnos seguros sin ella, e insiste en que “la rapidez de la adaptación dependerá de ciertas características de personalidad (más o menos flexibles o rígidos con las normas...) y por supuesto de nuestra propia experiencia en este tiempo”.

Seguir con la mascarilla

Continuar o no con la mascarilla puesta en los espacios al aire libre -siempre y cuando se respete la distancia interpersonal de seguridad- dependerá de cada uno, según señaló el pasado lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

“Si alguien quiere seguir llevando la mascarilla, bienvenido sea”, porque la retirada del cubrebocas “no quiere decir que te la tengas que quitar: si se siente que hay demasiada gente a su alrededor, se pone tranquilamente la mascarilla y no pasa nada”.

De hecho, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que la mascarilla en exteriores no será obligatoria “siempre y cuando se respete una distancia de seguridad de metro y medio”, pero que habrá que llevarla a mano por si no se dan esas condiciones, según explicó al término de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud el pasado miércoles.

Según un estudio publicado por la consultoría Ipsos, uno de cada cinco entrevistados seguirá usando la mascarilla en espacios abiertos hasta que no se alcance la inmunidad de grupo en España.

Una retirada parcial de la mascarilla que rechazan el 26 % de los entrevistados, mientras que el 38 % considera que es una decisión precipitada y un 23 % no se siente ni cómodo ni seguro sin llevar el cubrebocas.

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