Más de 9.000 firmas reclaman a los partidos de la Asamblea que acaben con las monterías en el Parque de Monfragüe
Se repiten cada año. Son cacerías permitidas en el interior del Parque Nacional de Monfragüe bajo el argumento de un descarte de ejemplares, ante la superpoblación. Sin embargo para los ecologistas no cabe la menor duda de que benefician a los intereses privados en el interior de un espacio que goza la máxima figura de protección. Es decir, que la excusa del ‘descaste’ de sirve de coladero para celebrar monterías deportivas.
Ecologistas Extremadura ha reunido más de 9.000 firmas a través de la plataforma avaaz.org más de 9.000 firmas a través de la plataforma avaaz.orgpara pedir a los grupos políticos de la Asamblea de Extremadura que dejen de organizarse monterías en el interior del parque.
Apunta esta organización que los cazadores, “lejos de seleccionar las presas, tienden a matar a los mejores individuos por sus trofeos”. “Además se liberan cientos de perros de rehala que atacan a los animales salvajes que encuentran, aparte de vagar por el parque en algunos casos incluso meses”.
Varias denuncias
La organización ha presentado ya varias denuncias en las que advierte que no se controla la venta de puestos de pago en las ‘acciones’ encaminadas a controlar las poblaciones dentro del parque. Denuncian que los puestos se ofertan por Internet sin ningún tipo de censura. Algunas de las plazas para asistir a una de estas cacerías alcanzaría los 400 euros.
Algunas monterías previstas se celebran en fincas de Monfragüe que tienen hasta dos terceras partes en el interior del parque, siendo muy complicado determinar que los cazadores no sobrepasan esa línea. Sin embargo Ecologistas Extremadura dice que en algunas ocasiones la parte de la finca que tiene vegetación y condiciones óptimas para albergar a ciervos y jabalíes es la que está dentro del parque, y no al revés.
Una montería en pleno puente de Diciembre
Los ecologistas advierten que estas cacerías afectan negativamente al turismo de naturaleza. Recuerdan que debido a la celebrada el 8 de diciembre de 2013, en pleno puente festivo, el anterior Gobierno de Extremadura de Monago “aconsejó” a las empresas del sector que no se circulara por el entorno.
Además, ha subrayado que las batidas, rehalas y disparos “pueden repercutir de forma negativa sobre especies en peligro de extinción, pues son sometidas a estrés, por no hablar de los accidentes que sin duda ocurren en estas cacerías”.