Fin de semana con dos fiestas de interés turístico nacional en Cáceres, El Jarramplas de Piornal y las Carantoñas de Acehúche
Unos 30.000 kilos de nabos están ya listos en Piornal (Cáceres) para ser lanzados al Jarramplas, un detestable diablo y chivo expiatorio que representa en su máscara “lo peor del pasado”, pero que convierte a la persona que lo porta en héroe local, ya que la lista de espera llega hasta el 2050.
Esta Fiesta de Interés Turístico Nacional volverá este año por San Sebastián a la “total normalidad” tras la pandemia y espera congregar a 7.000 personas, pendientes de las inclemencias del tiempo.
Se trata de una tradición de origen incierto, que se podría remontar, entre otras narraciones, al ladrón de ganado Jarramplas, perseguido por los lugareños nabo en mano, y que actualmente cuenta con un matiz religioso por San Sebastián, ya que se celebra el 19 y 20 de enero.
El alcalde de la localidad piornalega, Javier Prieto; y el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, han presentado este martes, junto con los jarramplas y las mayordomas de este año, esta tradición “emblemática” del municipio que proyecta identidad al valle del Jerte.
Así lo han destacado ambos dirigentes, que han deseado, además, que para la edición de 2024 se pueda contar con la hospedería de la finca La Serrana, cuyo pliego de condiciones técnicas de rehabilitación está pronto a publicarse.
Carlos ha anunciado que la semana que viene se sacará a la vez la licitación de la redacción del proyecto, la ejecución de las obras y la gestión de la hospedería.
Para el alcalde, esta edición será la primera sin restricciones covid, eso sí, con las mismas recomendaciones de siempre, como no lanzar nabos lejos del Jarramplas para evitar fallar y dar a alguna persona, así como respetar las indicaciones de los mayordomos y personal organizador.
Además, ha pedido precaución al volante para llegar a Piornal ante las posibles condiciones meteorológicas adversas.
La fiesta, para la que se han adquirido 30 toneladas de nabos en su mayor parte de una finca de Jarandilla de la Vera (Cáceres) y también de Segovia, contará con Lorena, Rosa y Silvia como mayordomas, y Juan Antonio y Adolfo vestidos con el traje jarramplero, de unos 50 kilos.
Todos ellos han mostrado su “orgullo e ilusión” por participar, en el caso de los Jarramplas tras una espera de 15 años para disfrazarse, para lo que, han explicado, hay que estar preparado no sólo físicamente sino también psicológicamente.
La primera salida de Jarramplas será este jueves por la mañana, tras la petición de ofrendas al santo, y por la tarde volverá a las calles de Piornal y tres veces más el viernes, día de San Sebastián, en el que se ofrece una misa mayor, una procesión y un rosario en su honor.
Además, la madrugada del jueves al viernes tendrá lugar el canto popular de “las Alboreás”, con el tradicional reparto de migas, vino y aguardiente.
A juicio del presidente provincial, todo ello supone un “gran acicate” para impulsar la economía y el desarrollo cultural y turístico de la zona.
Además, ha dicho que sirve para fijar población y de “escaparate” internacional, por el interés de medios extranjeros por esta fiesta.
Las Carantoñas, otra fiesta de interés nacional
La Fiesta de Interés Turístico Nacional de Las Carantoñas regresa por San Sebastián a Acehúche (Cáceres) asegurando el relevo generacional entre los jóvenes, pues alrededor de una docena se vestirán por primera vez con las pieles de estas bestias para completar las 65 que vagarán por el pueblo, donde se espera congregar a cerca de 10.000 personas.
Cerca de 40 años llevan algunos de los vecinos disfrazándose con las pieles de animales curtidas y una máscara bestial en la cara y portando el ramo seco de acehúche y olivo silvestre, de diferentes generaciones, algunos rozando los 70 años, mientras que para algunos será este año su primera vez al cumplir la edad mínima de 16 años para participar.
El alcalde de esta localidad, Benito Arias; y el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, han presentado este martes en rueda de prensa la fiesta, que “con el tiempo” quiere optar a la categoría de Internacional.
La edición de este 2023 estará marcada por la participación de los jóvenes, pues será un grupo de amigas menores de 30 años las mayordomas el primer día, el 20 de enero, y, al día siguiente, se encargará otro grupo de chicos jóvenes de esta atribución.
Ya esta tarde de martes tendrán lugar las “carantoñinas”, en las que los niños se visten de estas bestias con papel y bolsas de basura.
A juicio de su alcalde, la continuación de esta tradición está “garantizada” pues las nuevas generaciones “vienen con fuerza y van en aumento” cada año en esta fiesta que “mantiene al pueblo” y que en 2022 recibió el Premio Nacional de Tradiciones Populares, otorgado por la Sociedad Española de Antropología
En este sentido, el presidente provincial ha valorado este patrimonio cultural intangible de municipios como Acehúche para luchar contra la despoblación.
Junto a las carantoñas no faltarán más de doscientas “regaoras”, chicas del pueblo con el traje típico de la “bayeta” que acompañan al santo dando color a la fiesta con su vestimenta, cantos y confeti, además del sonido del tamboril y los “tiraores”, escopeteros que lanzan salvas por el santo, y la “vaca-tora”, carantoña particular con largos cuernos de vaca y un cencerro que da por finalizada la fiesta.
Así, la víspera de San Sebastián, patrón de la localidad, se iniciará la fiesta con la recogida del romero y su llegada al pueblo, con el disparo de cohetes y el repicar de las campanas.
Ya el día 20 tendrá lugar la “Alborá”, en la que el tamborilero recorre las calles “despertando” a las carantoñas y al vecindario en general sobre las seis de la mañana.
Horas después las carantoñas aparecerán por el municipio, en una fiesta que sirve también para recordar el martirio del santo, según la tradición, abandonado en un árbol y adorado por las fieras del bosque hasta que fue encontrado vivo por los cristianos.
Así, habrá una procesión por San Sebastián, escoltado por las carantoñas, y una misa en la iglesia de Acehúche, donde no faltarán dulces típicos y vino de la tierra para celebrar esta tradición.
El 21 de enero se repiten los actos del día anterior igual, por San Sebastianino.
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