De una idea familiar a agotar existencias: el fenómeno de ‘Mijina’ y su apuesta por la identidad extremeña
Así nació Mijina de Extremadura, y con ella una agenda concebida para cualquiera —sea de aquí, de Extremadura, o no— que quiera descubrir la región de manera diferente. El planteamiento es claro: huir de lo folclórico como postal lejana y acercarse a lo cotidiano, lo vivido, lo que se reconoce en los pueblos, en el habla, en las rutas y en las celebraciones que marcan el calendario extremeño.
La Agenda Extremeña 2026, elaborada íntegramente en la comunidad autónoma de Extremadura, organiza cada mes alrededor de un tema central. Tradiciones, naturaleza, expresiones populares, historia o gastronomía se convierten en la estructura que permite que el proyecto crezca año tras año. No es solo un planificador: es un recorrido que incorpora juegos, palabras típicas, curiosidades y rutas adaptadas, de manera que la organización diaria funciona también como una forma de recorrer la región.
La intención del equipo es que esta arquitectura mensual evolucione en futuras ediciones, ampliando los contenidos y sumando nuevas miradas, siempre desde un enfoque joven, cuidadoso y cercano. El objetivo no cambia: poner en valor Extremadura desde dentro, contada por quienes la viven.
Una acogida que confirma la intuición
Desde su lanzamiento, la respuesta ha sido sorprendente. La agenda llegó a agotar existencias, un gesto que confirma que la idea inicial conectaba con una necesidad real: disponer de un objeto que reúniera identidad regional, diseño actual y contenido cultural en un formato accesible. Ese respaldo del público les permitió abrir nueva etapa y ampliar el proyecto sin perder la raíz.
Y a partir de la buena acogida, comenzaron a surgir otros productos ilustrados: láminas, tazas, tote bags y piezas que continúan la misma línea estética y conceptual. “Todo se produce aquí, manteniendo la coherencia entre mensaje y origen”, asegura Blanca. La identidad visual de Mijina se ha convertido en una manera de narrar lo local sin caer en la nostalgia, apostando por una Extremadura contemporánea, luminosa y reconocible.
La reciente apertura de su web oficial consolida este camino, ordena el catálogo y articula un espacio donde el proyecto puede seguir creciendo con nuevas propuestas.
Un proyecto que amplía el imaginario extremeño
Mijina demuestra con esta iniciativa que el territorio puede narrarse desde un enfoque creativo y actual, sin renunciar a la profundidad ni a la memoria. El proyecto recoge aquello que forma parte de la vida cotidiana —las palabras propias, los sabores, las fiestas, las rutas, los paisajes— y lo presenta con la delicadeza de quien conoce y respeta lo que cuenta.
En una región que ha reclamado durante décadas mayor presencia en los relatos culturales, iniciativas como esta amplían el imaginario compartido y ofrecen nuevas formas de habitar la identidad. Una agenda que empezó siendo un gesto familiar y hoy se ha convertido en una pieza cultural que acompaña, conecta y nombra el territorio extremeño con una mirada propia y contemporánea.
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