La joya natural de O Pindo desaparece tras cuatro días de fuego
Otra noche de no dormir, y van tres. El sábado amaneció en Carnota y Dumbría con olor a quemado y desánimo en medio de un infierno de fuego que, según datos oficiales actualizados a mediodía, arrasó unas 2.200 hectáreas y que, según confirma la prensa que sigue trabajando en la zona, rondarían ya las 2.900. El paraíso natural de O Pindo ya es historia quemada y ahora la preocupación se sitúa en el vecino Concello de Dumbría, donde llegó pasada a media noche y donde las llamas amenazaron a las viviendas durante gran parte de la mañana.
A pie de fuego el alcalde carnotán, Ramón Noceda (BNG), atendía a Praza Pública a primeras horas de la mañana para lamentar que en el monte Pindo el incendio “ya lo ha arrasado todo”. Aún “quedan algunos focos de por medio, en las vaguadas”, pero la joya natural está ya destruida. Junto al regidor de Dumbría, José Manuel Pequeño (PSdeG), vigilaba desde donde “nos dejan pasar” la evolución del incendio, ya que “corren peligro las casas”. Algunas de ellas, alrededor de medio centenar en el entorno del paraje natural de O Ézaro, fueron desalojadas por la cercanía de las llamas.
Ese riesgo para las viviendas se mantuvo hasta pasadas las tres de la tarde, cuando fue desactivado el nivel 1 mientras algunos de los brigadistas aun se preguntaban por que no había sido decretado el nivel 2. En el monte se desplegaron 59 brigadas, 27 motobombas, 9 helicópteros, 8 aviones, 28 agentes forestales y dos técnicos, además de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. “Hay bastantes medios aéreos”, constata el alcalde, que, no obstante, “no cree” que el incendio vaya a poder ser “apagado muy rápido”. Ahora, explica con tono de resignación, lo primero es alejar el “peligro” de las casas, toda vez que la catástrofe natural ya no es posible evitarla.
El PP no acude al pleno
Con el incendio fuera de control el gobierno municipal de Carnota consideró este viernes la necesidad de comenzar ya a dar pasos para reclamar la “declaración de zona catastrófica” y solicitar ayudas para paliar la tragedia ambiental. Esa sesión plenaria derivó en polémica ya que los cinco ediles del PP -el BNG gobierna en minoría, con cuatro ediles que reciben apoyos puntuales de los dos socialistas- decidieron no acudir al pleno. “Según he visto en la prensa, dicen que queríamos hacer un incendio político”, lamenta Noceda, quien además censura que los conservadores “estuvieran intentando que también el PSOE boicoteara el pleno”.
“Lo de esta gente es de una irresponsabilidad total”, lamenta el regidor, que se pregunta “qué supondría que Carnota no pidiera la declaración de zona catastrófica ni las ayudas” para intentar recuperar el patrimonio natural perdido. “En el pleno no hubo ni debate político”, subraya, sino que el gobierno municipal, con el apoyo de los socialistas, reclamó “ayudas”, tanto para recuperar lo quemado como para “paliar los daños” que, subraya, se van a producir a causa de las escorrentías y la erosión en cuanto lleguen las lluvias.
