El cierre de colegios reactiva las protestas contra los recortes educativos de la Xunta
Una reacción en red frente a decisiones gubernamentales con efectos a kilómetros de distancia entre sí. El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo ha venido transitando desde el inicio de su tercera legislatura con mayoría absoluta por una senda de razonable paz social. El propio resultado electoral, la mejora relativa de la situación económica y las inyecciones presupuestarias del último año en distintos sectores compusieron un cuadro que la Consellería de Educación acaba de emborronar con la “reorganización” de colegios, esto es, con el cierre de dos centros educativos y la fusión de aulas en varios más que, comunicado en el penúltimo día del curso escolar, acaba de hacer revivir las protestas contra los recortes educativos del Ejecutivo gallego.
El cierre del CPI Monte Caxado de As Pontes y del CEIP Emilio Navasqüés de Outes -con el traslado de su alumnado a centros próximos-, la supresión de la ESO en los CPI Tomás de Lemos (Ribadavia) y Ribeira (O Porriño) y la supresión de plazas docentes en el IES de Celanova o el CEIP de Calo (Teo) han dejado este jueves de ser conflictos aislados para unirse en una única movilización frente a la sede central de la Xunta en Santiago. Familias enteras, docentes, sindicatos de la educación y los líderes de las tres fuerzas de la oposición parlamentaria se han puesto tras las pancartas, muchas de ellas de factura artesanal, y han unido sus voces en gritos contra los recortes acompañados por instrumentos procedentes de aulas de música.
“Manos arriba, esto es un atraco” o “nuestra escuela no se cierra” han sido algunas de las consignas más repetidas en una movilización que por la parte pontesa ha tenido un refuerzo tan inusual como contundente. Más de 150 camiones de transporte de carbón que operan en la localidad han marchado en caravana junto a la decena de autobuses que transportaron a estudiantes, profesorado, familias y políticos locales encabezados por el alcalde y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín García (PSdeG). Las fuerzas de seguridad no han permitido que los camiones accedieran al centro de Santiago por el riesgo de colapso del tráfico, pero su presencia en los accesos a la capital gallega, en el entorno del polígono del Tambre, sí ha contribuído a hacer más evidente el regreso al tiempo de las movilizaciones en una ciudad que en la última semana también ha sido escenario de protestas por las huelgas del transporte y del metal y, este mismo jueves, de manifestaciones de personal de seguridad privada y del dispositivo de extinción de incendios forestales. Ante el impedimento a la entrada algunos de los camioneros han dejado sus vehículos para sumarse a pie a la marcha.
“Mexan por nós e din que optimizan”
“Mexan por nós e din que optimizan” [Se mean sobre nosotros y dicen que optimizan], rezaba una de las pancartas que han compartido espacio ante San Caetano. Docentes y familias reiteran que el hecho de que las unidades escolares no sean suprimidas y sólo trasladadas no varía su rechazo. “No somos sólo números”, claman desde el Emilio Navasqüés de Outes. En la Xunta, lamentan ANPA y docentes del CEIP de Calo, falta “empatía” y “diálogo” y sobra “improvisación”. El hecho de que las decisiones hayan llegado a última hora, con el curso terminado, contribuye a incrementar la indignación en todos estos centros; es el caso del Monte Caxado de As Pontes, donde como en todos los demás el cambio llega en pleno proceso de matrícula e incluso de asignación de libros de texto para el próximo curso.
En este sentido se expresa también la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Pública a través de Fernando Lacaci, también representante de la Confederación de Anpas Galegas. El Gobierno del PP, lamenta, ignora los “proyectos educativos” y no se para a pensar que un colegio o instituto “no es un establecimiento económico” y que su cierre tiene repercusiones académicas, pero también sociales y económicas. “Un lugar sin centros escolares se muere, pierde habitantes y pierde ilusión, pierde tejido comercial y pierde futuro”. El conselleiro Román Rodríguez, lamenta, está protagonizando “una ocurrencia tras otra” sin contar con la comunidad educativa “pero no estamos solos, se nota bien”, señala en compañía del secretario nacional de la CIG-Ensino, Suso Bermello, quien advierte de que las movilizaciones no van a dar “un paso atrás”.
Apoyo de toda la oposición
La movilización de las comunidades educativas de As Pontes, Outes, Ribadavia o Teo ha recibido el apoyo en Santiago de las tres fuerzas de la oposición parlamentaria encabezadas por sus respectivos portavoces, dos de los cuales, Luís Villares y Ana Pontón, reclaman ya la dimisión del conselleiro. “Debe dimitir”, dice el portavoz de En Marea, porque hace apenas una semana compareció en el Parlamento e hizo balance del curso “sin dar cuenta de que esto iba a pasar”, lo que muestra que actúa “de espaldas a la comunidad educativa, sin consultar las necesidades” de docentes, alumnado y familias. “Sin sanidad, educación y servicios públicos no hay posibilidad de hacer vida” fuera de las ciudades, señala Villares, quien afirma que las personas que vuelven a protestar contra los recortes educativos “no están solas, nos tienen a nosotros”.
El silencio de Rodríguez en el Parlamento sobre estos cierres y reestructuraciones es también reprochado por el portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien ve “inaceptable” que la Consellería actúe “con premeditación y alevosía” para ejecutar “recortes injustificados de centros”. “Hay que establecer criterios objetivos y claros” para determinar “dónde se precisan nuevos centros y dónde es posible hacer ajustes”, pero “da la impresión de que la improvisación” ha pasado a ser “norma” en la Xunta, lamenta el socialista.
Para la portavoz nacional del BNG la movilización de este jueves ratifica que la Xunta “no puede” continuar a “haciendo oídos sordos y contando milongas”. “Me parece lamentable la campaña de mentiras y manipulación mediática, diciendo que no hay cierre de centros”, señala la nacionalista, quien censura que el PP se vuelva a presentar como “experto en desmantelar la enseñanza pública”. Los cierres, agrega la líder del Bloque, son una “inmoralidad” mientras el PP afirma que “ya no hay crisis”, pero también porque llegan justo después de que la propia consellería “haya blindado” los conciertos con colegios privados hasta el año 2023.