Dos provincias gallegas lideran la importación de leche en el Estado pese a la crisis del sector
En plena crisis del sector lácteo, con los ganaderos movilizados de nuevo y los precios más bajos del Estado en Galicia, el país importa la mitad de la leche líquida que llega al conjunto del Estado. La autonomía que produce el 40% del total estatal y donde las granjas están sufriendo cada mes el abandono de la recogida por parte de algunas industrias que apuntan a los excedentes, las dos provincias que más producen son también las que lideran las importaciones: A Coruña y Lugo.
En el primer aniversario de la eliminación de las cuotas lácteas, el panorama es cada vez más preocupante para Galicia. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) -donde se incluye el SLG- acaba de desgranar los datos y señala la “paradoja” de que sean precisamente estas provincias gallegas que más producen las que también importen más. Según las estadísticas del pasado año 2015, A Coruña y Lugo lideran la tabla en el Estado con 108.600 y 58.200 toneladas respectivamente y un total de casi 167.000 que la industria compró a otros Estados. Las siguen en el ranking, a bastante distancia, Barcelona, Gipuzkoa y Burgos.
La Plataforma en Defensa do Sector Lácteo Galego insiste en que, a pesar de que la Xunta ha aumentado la vigilancia, es necesario un mayor control para evitar que llegue leche de manera ilegal y a precios por debajo de costo. Porque la entrada de producto desde otras latitudes no se puede evitar en una UE que permite la libre circulación de mercancías. Para los ganaderos, una de las soluciones estaría en controlar y mejorar el etiquetado que indica el origen del producto y que asegura que es 100% gallego.
Al tiempo que esto pasa, las explotaciones gallegas siguen cobrando un promedio de 28 céntimos por litro, el importe más bajo del Estado y también por debajo de los costos de producción. Y los ganaderos gallegos tienen que vender los excedentes a precio de leche en polvo por debajo de los 18 céntimos.
Se siguen cerrando granjas y ni el acuerdo lácteo firmado en Madrid ni los compromisos adquiridos por las cadenas de distribución con los ganaderos trasladan el incremento de precio en los supermercados a los productores. Ante las movilizaciones, la conselleira de Medio Rural aseguró la semana pasada que las protestas sólo están “justificadas en momentos convulsos” y, seguún cree, ahora “no es el momento” de salir a la calle.