Internet en España: ¿somos una superpotencia o estamos a la cola de Europa?
El usuario español no está contento con su conexión a internet. La situación ya era así en 2009 y probablemente no haya cambiado mucho. El precio y la velocidad son los dos principales factores que explican este hecho. En términos absolutos, los usuarios creen que su conexión es mala, pero ¿cómo estamos en comparación con el resto de Europa?
Velocidad
Hablemos de lo que primero que se suele mirar cuando queremos contratar una conexión: la velocidad. En España, dependiendo de la zona y el tipo de conexión (cobre o fibra óptica) se pueden llegar a dar velocidades de entre 1Mb/s y hasta 100Mb/s en el entorno doméstico. Sin embargo, aún son pocas las personas que apuestan por contratar una velocidad tan alta, bien por el precio o bien porque esa tecnología ni siquiera llega a sus casas. Pese a todo, la velocidad de descarga media en España es de 15,25Mb/s, tan baja que nuestro país ocupa el puesto 20 de los 27 países de la Unión Europea.
Pese a que el nivel económico de cada país influye notablemente en la calidad de las conexiones, no es un factor determinante. Hay casos de países con una alta renta per cápita como Austria, donde la velocidad media es de 15,37Mb/s, mientras que un país como Rumanía, con una renta per cápita bastante menor, alcanza una velocidad media de conexión media de 31.56Mb/s, siendo el cuarto país en la lista de la UE.
Precio
El segundo factor que más se tiene en cuenta a la hora de elegir proveedor es el precio o, más bien, la relación velocidad/precio. Hay gente dispuesta a pagar 60 euros por 100Mb/s con fibra óptica, pero no 6Mb/s de banda ancha estándar a 35 euros. El caso es que en España internet es caro, como se puede comprobar en la siguiente gráfica:
De los cinco mayores mercados de la Unión Europea, España es sin lugar a dudas el más caro. La comparativa, realizada por Ofcom, recoge tres tipos de conexiones estándar de diferente capacidad y expresa los precios finales de cada país y cada conexión en libras esterlinas, teniendo en cuenta la paridad de poder adquisitivo.
Un paquete que incluye línea fija con 350 minutos e internet de banda ancha con 8Mb/s y 10GB cuesta en España de media el equivalente a 48 libras (56 euros), cuando ese mismo paquete cuesta 25 libras (29 euros) en el Reino Unido, 37 libras (43 euros) en Francia, 25 libras (29 euros) en Alemania y 36 libras (42 euros) en Italia.
Rario de usuarios
Una vez que conocemos los precios y las velocidades de las diferentes conexiones, la siguiente pregunta es: ¿cuánta gente lo usa? Puede haber países con conexiones medias muy buenas en los que la penetración de internet sea baja. Internetworldstats ha calculado el número de usuarios de internet de cada país en relación con su población total. El resultado es el porcentaje de penetración de internet en cada Estado.
En este caso sí que se aprecia una relación más fuerte entre el nivel económico del país y el porcentaje de usuarios que acceden a la Red.
Idioma
Otro factor importante que debemos considerar es la cantidad de información a la que el usuario puede acceder teniendo en cuenta su lengua materna. No es lo mismo saber sueco que español y, aunque los internautas de ambos países pueden aprender inglés, la cantidad de webs disponibles en su propio idoma es muy diferente.
Como no podía ser de otra manera, el inglés es el idioma que domina (y probablemente seguirá dominando) internet. El número de usuarios que utilizan esta lengua para navegar es todavía el más alto del mundo (más de 500 millones de personas), pero el chino va camino de superarle, ya que su crecimiento en la Red es mucho mayor. El español, junto con el portugués, el árabe y el ruso, son otros de los idiomas que empiezan a imponerse en la tres uve dobles.
Pese a todo, a día de hoy internet es cosa de dos lenguas, inglés y chino, ya que entre las dos engloban a más del 50% de todos los usuarios de internet.
España necesita mejorar
Está claro que las conexiones a internet en España no están a la altura de lo que deberían en un país del nivel económico del nuestro. Ni la velocidad ni el precio son adecuados para las necesidades de la población. Además, queda aún mucho camino para que cada vez más personas lo usen habitualmente. Por otro lado, pese a que el inglés (con permiso del chino) sigue siendo el idioma de la Red, el español es cada vez más popular y su número de usuarios crece cada día, lo que es bueno para los usuarios hispanohablantes. Veremos cómo evoluciona la situación en los próximos años.