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“Las políticas de extremo centro de Renzi han relegitimado a Berlusconi y sus aliados como estadistas”

Nicola Fratoianni, secretario general de Sinistra Italiana

Andrés Gil

Italia vota este domingo, y todo apunta a una victoria del centroderecha, que recuperaría el gobierno, ahora en manos del partido socialdemócrata PD, partido que se acerca al precipicio. A la izquierda del PD hay dos candidaturas: Liberi e Uguali, coalición liderada por el presidente del Senado y ex magistrado antiMafia Pietro Grasso, de la que participan Sinistra Italiana y el nuevo partido del ex primer ministro Massimo D'Alema, y Potere al Popolo, impulsada por Rifondazione Comunista.

Precisamente de Rifondazione, fundamentalmente de sus juventudes, viene Nicola Fratoianni (Pisa, 1972), filósofo, secretario general de Sinistra Italiana (SI) y candidato al Parlamento de Liberi e Uguali por Toscana y Piamonte.

Sinistra Italiana es un partido nacido hace un año del encuentro de Sinistra Ecologia Libertá, junto con dirigentes que han ido abandonando el Partido Democrático –fundadores del movimiento Futuro a Sinistra– y otros provenientes del Movimiento 5 Estrellas. Cuenta con 31 diputados y ocho senadores.

Sinistra Italiana surgió como movimiento en noviembre de 2015, pero hasta febrero de 2017 no se ha constituido como partido.

¿Qué ocurre con la izquierda en Italia?

La historia reciente de la izquierda en Italia de los últimos 20 años está hecha de errores y derrotas. Y sobre todo de oportunidades perdidas. Estoy pensando, por ejemplo, en el hecho de que no pudimos dar, después de 2001-2003, una nueva y adecuada salida política al gran movimiento de protesta contra la globalización neoliberal.

Creo que más recientemente, que en 2011, incluso después de la victoria del referéndum sobre la calificación del agua como bien común y la conquista de ciudades importantes, faltaba un movimiento contra las políticas de austeridad, capaz de entrelazar la dimensión social y la propuesta política, algo que sí ha ocurrido en otros países del sur de Europa, como Grecia y España. Pero no podemos y debemos rendirnos: lo necesitan los millones de personas dramáticamente empobrecidas después de diez años de crisis.

¿Qué esperan con Liberi e Uguali?

Liberi e Uguali [coalición de Sinistra Italiana, Movimento Democratico e Progressista y Possibile liderada por el magistrado antiMafia Pietro Grasso, presidente del Senado] supone el intento de construir un espacio político-electoral capaz de poner la cuestión de las desigualdades sociales en primer plano, y presentarse en la escena italiana como una alternativa de cuarto polo a todos los existentes para garantizar la representación parlamentaria de ideas y valores, sujetos sociales y propuestas políticas que hoy no están representadas.

También se trata de iniciar el camino que para revertir la pesada hegemonía cultural de la derecha que está en el origen de un ciclo político reaccionario, tanto en Europa como a escala mundial.

Es nuestra contribución a un proceso más amplio que debe apuntar a derrocar las relaciones económicas y sociales de poder que hoy están desequilibradas a favor de intereses de poquísimos.

¿Por qué con Massimo D'Alema, impulsor del Movimento Democratico e Progressista? ¿No supone un problema en el eje viejo-nuevo?

Liberi e Uguali nace del encuentro de personalidades y culturas políticas con historias muy diferentes. Si quisiéramos sintetizar, proviene del encuentro entre una izquierda que, viniendo del Partido Comunista Italiano, se convirtió en socialdemócrata tras la caída del Muro e intentó gobernar con un enfoque “social-liberal”; junto con una izquierda radical, que había intentado contaminar la cultura comunista con la contribución de los nuevos movimientos y derechos sociales.

Liberi e Uguali surge del reconocimiento mutuo, de la necesidad que todos reconocemos de salir del marco neoliberal y reinventar lo que, hoy en Europa, puede significar el reformismo radical. Desde este punto de vista, desde el principio propuse una amnistía de biografías: frente a los enormes problemas que enfrentamos, no me importa ahora de donde vienes, sino en qué dirección podemos caminar juntos.

¿Es el marco populista? ¿Es ahora más importante el eje sobre el sentido común que el eje izquierda-derecha?

Para ser aún más claro: en Italia, en ausencia de un gran movimiento social comparable al que ha llenado las plazas españolas desde mayo de 2011, ha sido imposible dar a luz a un experimento político comparable al de Podemos, al que también nos unen historias compartidas, lecturas comunes de la situación europea y relaciones sólidas, simpatía mutua.

Sin embargo, creo que hemos incorporado algunas de las innovaciones cruciales que se han introducido en el debate político: en la elección del nombre (Libres e Iguales) así como en nuestra campaña electoral, donde traducimos al italiano el lema de Corbyn “for the many, not for the few” –per i molti, non per i pochi–, e insistimos no en la apelación a la continuidad ideológica de la “izquierda”, sino en la ruptura que se ha producido en los últimos años entre “arriba y abajo”, entre los muchos que quedaron precarios y empobrecidos por la crisis y los pocos que acumularon riqueza y poder en exceso. Si esto significa ser populista, no puedo encontrar nada malo en ello.

¿Cómo define al Movimento 5 Stelle? ¿Por qué gente como Dario Fo y personas de cultura comunista y socialista defienden el voto táctico al Movimento 5 Stelle?

Defino al 5Stelle como populismo ambiguo, porque lo hacen sólo para conseguir votos, independientemente del contenido real y los objetivos de sus propuestas políticas. Pienso en cuestiones decisivas para nosotros como la clara distinción entre fascismo y el antifascismo; y los derechos de los trabajadores y de los migrantes, que dijeron una cosa y su contraria. Y su estructura de empresa, opaca y vertical que en realidad los define: una empresa de comunicación que ha borrado cualquier aspecto de democracia interna. Y, en los últimos meses, con el objetivo de llegar al gobierno a toda costa, han reorientado su discurso en un intento de obtener crédito para los ojos del establishment.

Fueron a Londres, a la City, para hacer el besamanos a los fondos de inversión especulativos. Y presentaron, como posibles ministros, a personajes que apoyaron la reforma contra la escuela impuesta por Renzi o sus reformas constitucionales autoritarias. Esta es la razón por la que muy poca gente de izquierdas considerar al 5Stelle una fuerza “antisistema”, capaz de impulsar un proceso de cambio real.

¿Por qué líderes políticos como Luigi De Magistris, el alcalde del cambio de Nápoles, no hacen campaña?alcalde del cambio

Luigi De Magistris es el alcalde de Nápoles. Y allí está dirigiendo, con nuestro apoyo convencido y activo, una experiencia relevante del gobierno para el cambio de la ciudad. En Nápoles, como en el resto de Italia y Europa, estas coaliciones ciudadanas, plataformas municipales caracterizadas por una reapropiación de abajo hacia arriba de las instituciones locales, formas de participación ciudadana directa y estrechas relaciones con los movimientos sociales, son un elemento fundamental en la construcción de una propuesta de cambio político.

Luigi ha preferido legítimamente mantenerse al margen de la campaña electoral nacional, y en su lugar trabajar en una perspectiva a más largo plazo a nivel regional y europeo. En este nivel es y será un interlocutor importante para nosotros en los próximos meses.

¿Por qué no han confluido con Potere al Popolo?

Las puertas de Liberi e Uguali estaban realmente abiertas para todos. Con Rifondazione Comunista y los otros grupos que forman Potere al Popolo hemos estado hablando durante meses, en la asamblea de Brancaccio [teatro de Roma], para construir un paraguas electoral único y unificado de la izquierda. Pero son ellos quienes, al final, no querían estar allí.

Y, paralelamente, ellos, en una Italia en gran riesgo de involución a la derecha, han conducido una campaña únicamente dirigida contra nosotros, con increíbles acusaciones de “traición”. Pero no diré ni una sola palabra en contra de esa lista.

¿Volverá Berlusconi? ¿El giro a la derecha italiano es el resultado de la svolta della Bolognina que acabó con el PCI?

En los últimos años, el Partido Demócrata ha sufrido una verdadera mutación genética. No es coincidencia que Renzi haya elegido como socios privilegiados en Europa a Emmanuel Macron y Albert Rivera, que son los rostros del neoliberalismo más feroz pintados con una pátina de innovación inteligente.

Las políticas de extremo centro conducidas por los últimos gobiernos liderados por el PD [Matteo Renzi, Paolo Gentiloni] abrieron un gran espacio para una nueva relegitimación de Berlusconi como un estadista moderado y fiable, y para sus aliados, Salvini y Meloni, que encarnan la versión italiana de los derechos agresivos, soberanos y racistas.

Esta es otra razón por la cual nuestro objetivo inmediato es construir un muro a la izquierda, una representación parlamentaria capaz de estar en el terreno para defender a los más débiles, no un testimonio de pureza ideológica o identitaria.

¿Qué planes tienen para las elecciones europeas de mayo de 2019? ¿Concurrirán con De Magistris o Varoufakis?

El debate sobre Europa será, a partir del 5 de marzo en adelante, una de nuestras principales tareas. Es poco probable que pueda producirse un proceso de transformación radical como el que pretendemos dentro de las fronteras nacionales sin un cambio igualmente radical en el espacio político, económico y social de nuestro continente.

El próximo mandato del Parlamento Europeo debería ser constituyente. En Europa nos jugamos la construcción de una tercera opción, una perspectiva que no sea la defensa del statu quo y el retorno de los nacionalismos.

Por desgracia, veo a algunos en la izquierda que se reclaman como 'el más radical de todos', ambiguos o, peor aún, sostenedores del enroque de los estados-nación, que haría que el juego sea aún más favorable a los intereses de unos pocos.

En Italia, hemos sido de los primeros en participar en el DiEM25, el movimiento fundado por Varufakis. Creo que Yanis es una personalidad capaz de hacer una contribución importante al programa para un nuevo New Deal en Europa.

Creo que junto con él y muchos otros ha llegado el momento de comenzar una convergencia política transnacional para el cambio en Europa. Muchas otras fuerzas cívicas y municipales, progresistas y ecologistas, deben jugar un papel principal en esto. Y, tan pronto como sea posible, estaré en Madrid para discutir esta perspectiva con Pablo Iglesias y los otros camaradas de Podemos, así como con las otras fuerzas de la izquierda europea.

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