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The Guardian en español

La ONU culpa a los asedios de Asad de las probables evacuaciones masivas en Siria

Varios niños sirios en el hoyo provocado por un misil en la zona de Alepo controlada por los rebeldes.

Patrick Wintour

Muchos pueblos y ciudades sitiadas de Siria están al borde de caer ante las fuerzas gubernamentales y producir evacuaciones masivas similares a la que se vio la semana pasada en Daraya, según vaticinó esta semana la ONU. La organización internacional responsabilizó de ello a la intensificación del conflicto y a la “estrategia” del Gobierno sirio de negarse a permitir que las agencias de cooperación accedan a las localidades asediadas con alimentos y medicinas.

Los habitantes de Daraya, uno de los focos de resistencia frente al presidente sirio, Bashar Al Asad, han sufrido un asedio de cuatro años en la ciudad, y el mes pasado miles de civiles fueron evacuados. Hasta 4.000 civiles y 700 combatientes abandonaron la ciudad, que está a 32 kilómetros de la capital, Damasco.

El jueves, el Gobierno sirio alcanzó un acuerdo para restaurar su autoridad en otra localidad rebelde de la periferia de Damasco. Moadamiyah, que según un informe de la ONU fue atacada con el tóxico gas sarín en 2013, ha sufrido durante tres años un asedio gubernamental que ha dejado a sus aproximadamente 28.000 habitantes con gran escasez de alimentos y suministros médicos.

Dani Qappani, activista de la ciudad, explica que los habitantes del lugar no tenían ganas de negociar con el gobierno de Asad pero que “las circunstancias se hicieron demasiado complicadas”.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo en Ginebra que temía que “después de Daraya tengamos otras Darayas”. Advirtió de que, si las cifras de esa ciudad fueron un shock, otros lugares podrían sufrir evacuaciones a mayor escala, de decenas de miles de ciudadanos.

El coordinador del grupo de trabajo humanitario de la ONU en Siria –radicado en Ginebra–, Jan Egeland, se muestra de acuerdo con De Mistura al decir: “Ahora hay situaciones urgentes en Al Waer, Madaya, Moadamiyah, Foua y Kufrey. Todos temen por su futuro y tenemos que romper esos asedios”.

Explica que en Madaya ha estallado una epidemia de meningitis y que la situación “se está volviendo insoportable”. Cuenta que se siente devastado por lo ocurrido en Daraya. “El grupo de trabajo ha fracasado ante los ciudadanos de Daraya. Todos hemos fracasado. Siento que les he fallado. Es muy triste pensar en todo por lo que han pasado en estos años. Un asedio no se rompe rindiéndose tras las bombas y el hambre. Se levanta mediante acceso humanitario y libertad de movimiento de entrada y salida para la población civil. En este momento hay una militarización del conflicto y estamos siendo bloqueados de forma sistemática”.

Egeland precisa que Daraya se rindió tras las peticiones semanales de la ONU al Gobierno sirio de que permita la entrada de ayuda para paliar el hambre en la ciudad, peticiones que fueron rechazadas. Los habitantes de Daraya ahora han huido a Damasco, Idlib y Madaya, que también está sitiada.

Añade que siguen avanzando las conversaciones para alcanzar un acuerdo sobre un alto el fuego de 48 horas en Alepo este, que incluiría una carretera de acceso. “Quedan 4.000 raciones de comida, suficientes para 20.000 personas. Y la población es de 250.000”, señala.

Egeland explica que ciertos grupos del equipo de trabajo humanitario de la ONU habían asegurado antes que tenían influencia en el terreno, pero la evidencia ha señalado que ese poder se había reducido en las últimas semanas.

Negociaciones entre EEUU y Rusia

Durante todo el mes de agosto, la ayuda de la ONU solo alcanzó tres de las 18 zonas sitiadas, lo que representa menos de un tercio de la población de esos lugares. Afirma que una petición de la organización internacional al Gobierno sirio para llegar a 1,2 millones de personas en septiembre ni siquiera recibió respuesta pese a que la mayor operación humanitaria del mundo está disponible.

De Mistura insistió en que vaciar y destruir ciudades representa una victoria pírrica y en que sigue haciendo falta una solución política. Informó de que es probable que las conversaciones de alto nivel militar y diplomático entre Estados Unidos y Rusia sobre un alto el fuego más amplio continúen hasta este sábado por la mañana.

La conclusión de esas negociaciones –que están siendo supervisadas por el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry– daría paso entonces probablemente a Barack Obama y Vladimir Putin en la cumbre del G20 en China previa a la asamblea general de la ONU en Nueva York, que empezará el próximo 19 de septiembre.

Antes de la asamblea, el grupo ministerial Amigos de Siria se reunirá en Londres y hablará con líderes de la oposición siria para hablar de una estrategia para la transición política.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

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