Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

The Guardian en español

Cómo Vodafone permitió que las élites africanas se aprovecharan del boom de la telefonía móvil

Un ganador de un concurso de Vodacom, propiedad de la británica Vodafone

George Turner / Nick Mathiason / Jamie Doward

La expansión de los teléfonos móviles en África ha sido una de las historias de éxito  de las últimas décadas, transformando vidas gracias a una mejor comunicación y a la simplificación de los servicios bancarios.

Una investigación para el Observer de los activos de Vodafone en África llevada a cabo por Finance Uncovered, ha levantado serias dudas sobre la transparencia y los procesos mediante los cuales las empresas occidentales entraron en el mercado de telecomunicaciones africano.

A menudo, las operadoras occidentales tenían que decidir entre aceptar la inclusión del gobierno en el proyecto o ceder una cantidad significativa de acciones a “inversores locales” si querían penetrar el mercado de un país particular. La forma en que los gobiernos seleccionan a sus socios parece polémica, y ha suscitado dudas sobre cómo se estructuran los acuerdos.

La investigación de Finance Uncovered ha revelado que, en ciertos casos, miembros de la élite política se aseguraban acciones de las compañías subsidiarias de Vodafone gracias a fondos prestados por la propia Vodafone. Acuerdos de este tipo pueden parecer extraños a gente ajena a ellos, pero son legales, y para la gente con suerte que ha podido hacerse con estos acuerdos los beneficios han sido grandes.

La Corporación Financiera Internacional, parte del Banco Mundial, estima que los beneficios relacionados con teléfonos móviles en África Subsahariana crecieron de 100 millones de dólares (unos 85 millones de euros) en 1995 a 40.000 millones de dólares (unos 34.270 millones de euros) en 2015.

En septiembre del año pasado, Vodafone obtuvo 1.100 millones de dólares (unos 942 millones de euros) sólo con la venta del 5% de su principal filial en África, Vodacom Group. El mes anterior, Vodacom Tanzania obtuvo 213 millones de dólares (unos 183 millones de euros) con la venta del 25% de sus acciones. La salida a bolsa, la mayor en el mercado de valores de Dar es-Salam, fue un logro para uno de los hombres de negocios más ricos de Tanzania, Rostam Aziz.

Rostam Aziz: el mayor beneficiario en Tanzania

Descendiente de una exitosa familia de negocios, con intereses en minería, agricultura, puertos y medios de comunicación, Aziz fue elegido diputado en 1994 y pasó a ser el tesorero nacional del partido en el poder después de financiar y dirigir la exitosa campaña presidencial de Jakaya Kikwete en 2005.

Dos años más tarde, en 2007, la “influencia extraordinaria” de Aziz se vio latente en un cable de la embajada estadounidense que más tarde apareció en WikiLeaks. El cable cita a un político diciendo de Aziz: “No sé qué poder mágico tiene ese tío, pero es el que mueve los hilos tras el poder”.

Dimitió como diputado en 2011 entre acusaciones de corrupción que Aziz negó con insistencia. En aquel entonces, Aziz sugirió que las acusaciones no tenían fundamento y partían de políticos rivales. “He decidido renunciar a todas mis posiciones de liderazgo en el partido. Mi decisión se basa en una conciencia tranquila con estos políticos sensacionalistas y para pasar mi tiempo centrado en mis negocios”, declaró Aziz en su discurso de dimisión.

Para entonces ya era un hombre muy rico. La compañía de Aziz adquirió un 10% de las acciones de Vodacom Tanzania en 1999. Durante los ocho años siguientes Aziz las aumentó hasta un 35% a través de dos compañías, Mirambo y Caspian.

Por las normas que eran habituales para los accionistas de Vodacom Tanzania, los inversores locales como las compañías de Aziz estaban obligados a prestar dinero al operador de telecomunicaciones para ayudarle a establecer sus redes. Pero Vodacom también prestó millones de dólares a la compañía de Aziz para ayudarle con esas obligaciones.

Vodafone dice que en 2012 la compañía de Aziz debía a Vodacom 52,2 millones de dólares. Dos años más tarde la compañía vendió la mitad de sus acciones por 240 millones. Sus participaciones catapultaron a Aziz a la lista Forbes de multimillonarios del mundo. Ahora, Vodacom Tanzania quiere comprar el resto de acciones de Aziz, con lo que obtendría otro gran ingreso.

Vodafone dice que el acuerdo de 1999 con Aziz tuvo lugar antes de que tuviese el control mayoritario del grupo Vodacom y que no “participó en la transacción”. Para el año 2006 era el dueño de la mitad del grupo y pasó a controlarlo.

Vodafone en Kenia

Vodacom Tanzania no es el único activo de Vodafone en África que ha originado grandes beneficios a accionarios minoritarios con buenas conexiones. En 1999 el gobierno keniano de Daniel arap Moi permitió que Vodafone Kenia comprase el 40% del operador de telecomunicaciones público, Safaricom, por 42 millones de dólares (unos 36 millones de euros).

Más tarde se supo que Vodafone facilitó “asesoramiento y asistencia” para asegurar la inversión de una compañía registrada en el paraíso fiscal de Guernsey llamada Mobitelea.

En 2001 Vodafone concedió a Mobitelea opciones de compra de Vodafone Kenia a precios de 1999, permitiendo su compra de participaciones en Safaricom. Finance Uncovered estima que estas opciones otorgaron a Mobitelea unos beneficios de alrededor de 51 millones de dólares (unos 43 millones de euros) en 2009, un reflejo del gran éxito de Safaricom.

La implicación de Mobitelea no salió a la luz hasta 2007, cuando el gobierno de Kenia sacó a bolsa parte de sus acciones de Safaricom, y se vio obligado a publicar una lista de todos los accionistas. Quién se encuentra exactamente detrás de la compañía no se ha hecho público todavía. Se especula con que gente cercana al expresidente Moi se habrían beneficiado del acuerdo.

Después de que diputados keniatas mostraran su preocupación por un posible caso de corrupción relacionado con Mobitelea, la Oficina Británica contra el Fraude (SFO por sus siglas en inglés) se dirigió a Vodafone para obtener más información. Vodafone dice que trabajó de cerca con SFO para entregar documentos e información relacionada con quién está detrás de Mobitelea, y que SFO decidió no actuar. Sin embargo, a pesar de entregar información a SFO, Vodafone dice que no estaba obligado legalmente a revelar públicamente la identidad del dueño de Mobitelea por razones de confidencialidad comercial.

Esta explicación ha enfurecido a muchos kenianos. John Githongo, el reconocido héroe anticorrupción y presidente del Centro África para la Gobernanza Abierta (Africa Centre for Open Governance), dice que está preocupado de que los verdaderos beneficiarios detrás de Mobitelea no hayan sido identificados públicamente nunca.

“La cobertura periodística de estas transacciones sigue dejando un sabor amargo”, dice Githongo. “¿Cómo reaccionarían los medios británicos y las ONG a las mismas prácticas si tuvieran lugar dentro de Reino Unido?”

Vodafone en Mozambique

Se sabe algo más sobre los accionistas de las operaciones de Vodafone en Mozambique. Vodacom Mozambique cedió en 2007 a Emotel, una compañía de telecomunicaciones perteneciente a la rama económica de Frelimo, el partido en el poder del país, casi un millón de dólares para permitir que el gobierno cumpliese con su obligación de ser el accionista de un 3% del operador de telecomunicaciones.

Vodafone dice que el gobierno comunicó a Vodacom que si quería operar en el país tenía que asociarse con Emotel. Vodafone dice que su transacción es anterior a su adquisición del control mayoritario del grupo Vodacom y que no formó parte del acuerdo.

Otro accionista era Intelec, una compañía que administra los intereses de negocios de Armando Guebuza, presidente de Mozambique hasta 2015, y una de las personas más ricas del país.

Un tercer accionista era Whatana Investment Group, una compañía de inversiones presidida por Graça Machel, la viuda de Nelson Mandela. Su primer marido había sido Samora Machel, presidente de Mozambique hasta su muerte en 1986.

Un procedimiento habitual

Expertos financieros señalan que se suele exigir por ley a las compañías extranjeras incluir un inversor local como accionista si quieren entrar en el mercado de un país. Sin embargo, en algunos casos los acuerdos requieren niveles de financiación que suelen estar fuera del alcance de la mayoría de inversores locales, lo que significa que las compañías extranjeras no tienen más opción que ofrecer oportunidades de préstamo para que se adquiera el capital en cuestión.

Vodafone insiste en que todos los préstamos se ofrecieron en términos comerciales normales y en condiciones de igualdad, con intereses al nivel comercial habitual. La compañía dice que “implementó medidas específicas de cumplimiento y gobernanza” a la hora de negociar con “gente expuesta políticamente”, según los denominó la compañía.

Un portavoz de Vodafone dijo: “Las cuestiones planteadas son de naturaleza histórica (en el caso de Kenia se remontan a 1996) con transacciones iniciales que anteceden en su gran mayoría a nuestros equipos de gestión actuales, en algunos casos en muchos años. El personal envuelto en esas transacciones, y que pudieron estar en posición de proveer información y contexto de gran relevancia a vuestras declaraciones y preguntas, ya no son empleados ni de Vodafone ni de Vodacom”.

La expresidenta del comité de cuentas públicas, Margaret Hodge, diputada laborista, cuestionó las acciones de Vodafone, señalando que podría haberse esforzado más para asegurar que los africanos de a pie se beneficiaran de las transacciones.

“Vodafone no debe taparse la nariz sin más mientras los más ricos de África se hacen aún más ricos”, dijo Hodge. “Podrían haber usado su poder para asegurar de que, allí donde había normas de propiedad local, la gente de a pie del país se beneficiara, en lugar de la élite acaudalada”.

Traducido por Marina Leiva

Etiquetas
stats