Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Ucrania y Rusia acuerdan más intercambios de prisioneros en su nueva reunión en Estambul

Las delegaciones de Rusia y Ucrania reunidas en Estambul durante una nueva ronda de negociaciones de paz este miércoles.

Albert Sort Creus

Moscú —
23 de julio de 2025 19:40 h

15

“No hay ningún motivo para esperar alguna clase de avance milagroso”, había advertido el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, antes de la tercera ronda de conversaciones directas entre Ucrania y Rusiapara un alto el fuego que se han celebrado este miércoles en Estambul. Y no lo ha habido. Las dos delegaciones han mantenido una reunión de menos de 40 minutos, la más corta hasta el momento, que no ha conducido a ningún acuerdo de calado.

Igual que en los últimos encuentros, solo se han logrado entendimientos de carácter humanitario: en esta ocasión se ha acordado, a propuesta de Rusia, un nuevo intercambio de 1.200 prisioneros de guerra y la entrega de 3.000 cadáveres más de militares ucranianos. Los emisarios de Moscú han planteado treguas cortas de 24 o 48 horas para recoger los cuerpos, pero Ucrania –que pide un cese de hostilidades de un mes– no las ha aceptado, como ya sucedió tras la cita del 2 de junio.

Entonces se acordó permutar todos los prisioneros de guerra enfermos, los heridos graves y los soldados jóvenes, y también se coordinaron para entregarse los cuerpos de 6.000 militares por bando. Estos intercambios se han ido produciendo durante las pasadas seis semanas, el último de los cuales durante la reunión de este miércoles, y tanto Rusia como Ucrania confían en que sigan en los próximos días.

Los emisarios de Kiev también insistieron en el retorno de los menores ucranianos que se encuentran en regiones ocupadas por Rusia. En el último encuentro, entregaron a los enviados del Kremlin una lista con más de 300 nombres. Por su parte, los enviados rusos han pedido la devolución de unos 30 residentes de la región de Kursk supuestamente retenidos en Ucrania.

Antes del encuentro con las delegaciones al completo, los dos emisarios jefes de cada bando han discutido en privado las cuestiones más relevantes del orden del día, como ya hicieron en la reunión anterior.

Por la parte ucraniana, ha repetido Rustem Umérov, hasta la semana pasada ministro de Defensa, ahora nombrado Secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, un órgano encargado de asesorar a Zelenski en sus políticas militares, de seguridad e internacionales.

Por la parte rusa, Vladímir Medinski, exministro de Cultura, actual presidente de la Unión de Escritores de Rusia, conocido por ser uno de los ideólogos del revisionismo histórico del Kremlin y por negar la existencia de la nación ucraniana, y quien, por cierto, ha aterrizado en Turquía con una camiseta en la que se podía leer “Team Putin”.

Sin avances sobre un alto el fuego

Delante de las dos delegaciones, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, ha vuelto a ejercer de maestro de ceremonias y se ha ofrecido a monitorizar un eventual alto el fuego.

Sin embargo, no se ha avanzado ni lo más mínimo en ese sentido. Al acabar, Medinski ha reconocido en rueda de prensa que las posiciones “están bastante alejadas entre sí”. “El bando ucraniano está siempre preparado para una tregua, pero Rusia no la quiere”, ha lamentado Umérov.

La realidad es que los puntos de partida de unos y otros son irreconciliables desde hace meses, con Moscú intensificando su ofensiva estival e insistiendo en sus condiciones maximalistas para poner fin a la guerra desatada por la invasión de sus tropas en febrero de 2022. Volodímir Zelenski apuesta por un alto el fuego temporal como preludio de unas negociaciones de paz.

Mientras tanto, Vladímir Putin solo está dispuesto a detener los combates si antes se asegura una serie de condiciones que implican, de facto, la rendición de Ucrania. Entre otros puntos, el Kremlin exige el reconocimiento internacional de los territorios ucranianos anexionados por Rusia, el fin de la ayuda militar occidental a Ucrania, su renuncia a ingresar en la OTAN, la reducción del tamaño del ejército de Kiev, la destitución de Zelenski o la ilegalización de los partidos nacionalistas ucranianos.

Este es, en esencia, el contenido de los memorándums de paz que redactaron e intercambiaron las dos delegaciones en la última de las conversaciones. Para Umérov, no se debería hablar de “memorándums”, sino de “borradores”, y ha añadido que “los documentos ucranianos son más realistas que los rusos”.

Medinski también ha planteado que se formen tres grupos de trabajo que se coordinen en línea “para ahorrar tiempo y dinero”. Uno sería político, otro militar y otro humanitario.

Bajo el ultimátum de Trump

La resistencia de Putin a aceptar un alto el fuego empujó a Donald Trump a lanzar un nuevo ultimátum contra Rusia. El 14 de julio, el presidente de EEUU dio 50 días de margen a su homólogo ruso para comprometerse a frenar sus acciones militares. Si no, amenazó con imponerle aranceles secundarios. Paralelamente, ante los constantes bombardeos rusos sobre ciudades ucranianas, la Casa Blanca se comprometió a enviar baterías antiaéreas Patriot a Kiev, sufragadas con dinero de la Unión Europea.

En Estambul, la parte ucraniana también ha vuelto a poner encima de la mesa la necesidad de una “cumbre de líderes”, donde coincidan Zelenski y Putin, con la participación de Trump y Erdogan, que, según el mandatario ucraniano, “podría acercar la paz”. La delegación ucraniana ha propuesto que se celebre antes de finales de agosto, a lo que su contraparte ha respondido que, para que tenga lugar, “debe prepararse con cuidado y se debe llegar a una conclusión”. Esto es, deben resolverse antes los memorándums, lo cual parece improbable que suceda.

El Kremlin ha desechado en varias ocasiones la propuesta de una reunión de líderes. Inicialmente, en mayo, tras ver el interés que mostraba el presidente norteamericano en que se produjera, no la rechazó directamente, dejando la puerta abierta para que se celebrara en un futuro y este miércoles Peskov lo ha supeditado a un improbable acuerdo previo sobre los memorándums. “Sin terminar este trabajo sucio y complicado no tiene sentido fijar una reunión de este nivel”, ha asegurado.

Etiquetas
stats