Las autoridades están intentando abrir de nuevo un corredor humanitario desde la ciudad portuaria de Mariúpol, donde la situación se deteriora tras más de una semana asediada por las fuerzas rusas. Localizada a orillas del mar de Azov, entre la ocupada Crimea y el Donbás, este enclave estratégico tiene una población de 450.000 habitantes. La ciudad lleva días sin electricidad, calefacción y agua tras los bombardeos rusos. Crecen las voces que alertan de una “catástrofe humanitaria” en la ciudad, donde la Cruz Roja ha descrito las condiciones como “apocalípticas”, según recogen los medios internacionales. Médicos Sin Fronteras ha alertado de una “emergencia seria, grave y un potencial desastre”.