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Bomberos sin agua... caliente: cinco semanas de duchas prestadas en un parque del centro de Madrid

Estado del tanque de agua caliente de la caldera de la estación de bomberos de Puerta de Toledo

Cristina Armunia Berges

Después de tres años soltando agua, la caldera del parque de bomberos de la Puerta de Toledo de Madrid dejó de funcionar el 9 de agosto. Un mes y tres días después, la caldera sigue averiada y goteando. Los bomberos que trabajan en estas instalaciones están obligados a ducharse y descontaminarse con agua fría (algo que es insuficiente para la desinfección completa) o a acudir al parque de bomberos de Santa María de la Cabeza si quieren hacerlo con agua caliente.

Tener que ir a otro parque de bomberos para ducharse ha mermado durante más de un mes el número efectivos de las dos dotaciones de bomberos: mientras unos se ausentan para asearse, los otros, a veces, tienen que llevarlos y traerlos.

Fuentes del área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida han asegurado a eldiario.es que este viernes 13 de septiembre (esto es, un mes y cuatro días después) la caldera será sustituida. “Esto pasó en agosto, el aparato llevaba tres años obsoleto, habría que haberlo cambiado, pero no se hizo. Se ha hecho una pequeña ñapa y la solución definitiva llegará este viernes. Colocarán un calentador entero”, explican estas mismas fuentes.

En el parque situado en la Puerta de Toledo reciben con escepticismo la promesa del Consistorio porque llevan semanas esperando. “El día 9 de agosto se dio parte al Ayuntamiento de que el parque estaba sin agua caliente. El sargento que estaba ese día en el turno de guardia, entre otras novedades, comunicó que la caldera había llegado a su fin. Y bueno, aquí el uno por el otro, la casa sin barrer. Y ya ha pasado un mes”, explica Juan Pastor, bombero y delegado sindical de CCOO.

El tanque de agua de la caldera está oxidado, corroído y gotea. Parece imposible que vuelva a funcionar por lo que otro arreglo temporal, aseguran desde el parque, sería insuficiente. “Tiene unos agujeros bastante severos, está picada por todos los lados y ya no hay opción de reparación posible”, apunta Pastor, que reconoce que en todo este tiempo se han ido realizando arreglos temporales a la caldera.

“Lo que pasa en este parque es un reflejo de lo que sucede con los bomberos desde hace tiempo. La falta de mantenimiento en algunas instalaciones hace que, al final, sucedan cosas como esta”, denuncia Carlos Sánchez Oliva, delegado de Prevención de CCOO. “Comemos, cenamos, desayunamos, hacemos vida en el parque. ¿Cómo lavamos los cacharros sin agua caliente?”, se pregunta.

Tras varios días sin cambios, el 26 de agosto la Secretaria de Salud Laboral de la sección sindical intercentros (SSI) de CCOO remitió un informe de riesgos al Área de Gobierno de Seguridad y Emergencias al que ha tenido acceso este diario. En dicho documento aseguran que la Jefatura de Bomberos conocía de sobra la situación de la caldera, así como todos los riesgos que implica que un parque de bomberos no cuente con agua caliente por cuestiones de higiene y de salud.

“Desplazar una furgoneta uno o dos veces en las 24 horas de la guardia para que el personal pueda darse una ducha resulta insuficiente e ineficaz para la seguridad y salud de las y los bomberos”, indica el informe. “Se deben implementar todas las medidas necesarias para que tóxicos y cancerígenos que afectan al personal puedan ser retirados de su piel de forma inmediata a la llegada después de una intervención, puesto que demorar la descontaminación es hacer lo contrario de lo dispuesto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”, añade.

A las tres de la mañana y sin agua caliente

“El otro día tuvimos un incendio y volvimos a las tres de la mañana. Yo venía encharcado de sudor y había tenido contacto con lo que se había quemado y con el humo”, relata Pastor. “Me tenía que ir a duchar y encima no teníamos ni vehículo para ir a desplazarnos al parque quinto. Tuvimos que llamar y pedir que mandasen a un conductor para que me recogiese y me trajese. Inutilizamos personal aquí y allí”, critica. En cada salida, como mínimo, se movilizan ocho o nueve bomberos que después tienen que ducharse y descontaminarse.

Hace seis días y después de una llamada por parte del Servicio de Prevención para interesarse por la situación de la avería, el parque recibió dos termos eléctricos con la mitad de capacidad que puede llegar a acumular el tanque averiado. “Hoy he venido de guardia y he visto que han puesto dos termos eléctricos como solución de fortuna que no da servicio para el número de personas que estamos aquí trabajando. En la cocina no tenemos agua caliente”, dice Pastor y destaca que en el parque tampoco cuentan con un lavavajillas.

“Los termos eléctricos son insuficientes, [unos 100 litros, la mitad que la caldera maltrecha]. En verano, se ha ido sobrellevando. En invierno veremos qué es lo que pasa”, advierte Pastor. Aunque si el Ayuntamiento cumple, los bomberos podrán ducharse con agua caliente este mismo viernes.

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