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Sobre este blog

Comer en bares y restaurantes de Malasaña, además de otros apuntes gastronómicos.

Por Lu

Velarde 13, reminiscencias de Melo’s place

Malasaña a Mordiscos

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Comer en bares y restaurantes de Malasaña, además de otros apuntes gastronómicos.

Por Lu

Siempre confundo la calle Valverde con la calle Velarde y así estoy, en un sinvivir. Velarde 13 tal vez no sea un sitio para supersticiosos ni para gente que confunde las calles, pero es un lugar donde un tremendo picoteo sale a un precio irrisorio y eso sé fehacientemente que a mucha gente le gusta. Además, por suerte, en este caso la oferta es de bastante buena calidad, cosa que entiendo que a muchos les importa poco (antítesis), por falta de gusto o porque prima la cuestión económica.

He de decir que la falta de gusto es algo que me desespera y afecta a un 95 % de la población o más, según mis cálculos tremendamente científicos, por eso soy asocial, por eso y por otras cosas, claro. Y sé que suena mal decir que la falta de gusto prima sobre lo contrario, pero es así, y puedo relativizar y hablar de que cada uno tiene sus gustos y todo lo que quieras, pero la realidad es que, en comida, la mayoría de la población tiene un gusto pésimo o les importa poco o nada comer bien, por más postureo que reine en redes varias; este argumento se puede rebatir, como todo, pero a los hechos me remito, triunfan los platos precocinados del Mercadona, los chiringuitos de paellas de quinta gama, a la gente le da igual que sea prácticamente imposible encontrar un ajo fresco, que muchas frutas no sepan a nada, que haya tres pescados a elegir en su supermercado de confianza y vengan de a saber dónde, que la carne de ternera de dicho supermercado sea agua o el pollo sepa y huela a rayos en lugar de a pollo, qué decir de esos huevos tan acuosos, tan insípidos… Y, sobre todo, no veo que la gente, en su día a día, cocine. Y bueno, aquí hablaba un poco, aunque el texto esté desordenado por cambios de formato, de la gastronomía de Malasaña y de cómo describía Gombrowicz a muchos altos cargos, y no, que eran unos comemierdas y no se daban ni cuenta, pues así está la cosa… Sería bueno, al menos, darse cuenta.

Vale, lo dejo, voy a poner un poco de música; hoy me apetecía Morrissey, mucho he escuchado esta canción, mucho y muy mucho la he disfrutado con su melancolía, tan de este señor, y su ritmo vigoroso. Con la música se podría decir lo mismo que con respecto a la alimentación, y no digo que mi generación fuera mejor, digo que el 95 % de la población no tiene gusto y no me refiero a mi gusto, sino a un gusto objetivo, basado en hechos reales, en hechos como que las cosas tengan sabor, no estén podridas o alguien tenga un mínimo de voz, no pido mucho más.