Así están las once calles remodeladas de Chueca tras sus primeros meses
Cuando en las vísperas del Orgullo LGTB 2018 Somos Chueca recorría las once calles remodeladas del barrio para comprobar si estarían a tiempo para recibir a la multitud de visitantes nos encontrábamos aún muchos remates por concretar: papeleras sin instalar, piedras en lugar de los prometidos asientos, aparcabicis sin colocar y muchos remates aún por terminar.
Transcurridos unos meses repetimos nuestro paseo para ver el estado actual de esas calles y verificar si ya se han rematado los últimos detalles que quedaban pendientes y si, tal y como indicaban algunos vecinos, el sistema elegido para pavimentar las aceras y calzada responde bien al paso del tiempo.
De manera general, prácticamente todas las calles ya cuentan con todos los elementos de mobiliario urbano anunciados por el Ayuntamiento de Madrid: papeleras, asientos de piedra, bancos de madera (en las vías con mayor amplitud), farolas, aparcabicis y señales verticales. Lo que tendrá que esperar será la plantación de árboles en los alcorques que aún están vacíos, que se realizará en la época apropiada.
En cuanto al estado del mobiliario urbano, este medio ha podido comprobar que el sistema de anclaje presenta problemas de estabilidad. Los elementos se colocan a poca profundidad, directamente sobre una base de arena, lo que hace que no queden completamente fijos, sino basculantes. Por ejemplo, el uso ha provocado que algunos asientos, papeleras y señales están torcidos, tal y como se evidencia en la imagen superior.
Esto es debido, principalmente, a que los adoquines sobre los que se sitúa el mobiliario urbano no están fijos ni unidos entre sí por cemento ni ningún tipo de masa, sino directamente sobre arena y, con el uso, van perdiendo estabilidad. Algo a tener en cuenta para evitar posibles accidentes en un futuro, especialmente en el caso de los asientos, muy utilizados por los peatones para hacer una parada en el camino o esperar a otras personas.
En la imagen inferior se puede apreciar cómo este asiento está completamente en el aire. Cuando alguien se sienta sobre él, se vuelca hacia un lateral. Situación similar se repite en señales verticales y papeleras de la mayoría de las calles, que al tocarlas se mueven sobre su base y, en algunos casos, incluso están levantando el pavimento.
En el caso de las arquetas, algunas no están soportando bien el uso intensivo. Al estar realizadas como un mosaico, como esta arqueta de la calle Infantas (que necesita una urgente reparación) o algunas de la calle Augusto Figueroa, las piezas se están separando de la base.
En este caso se presenta una doble problemática: por una parte el registro interfiere en el tránsito peatonal (más de la mitad está en la acera y la banda de botonadura podotáctil que indica el borde para las personas usuarias de bastón blanco) y al mismo tiempo afecta al tráfico rodado.
También hemos encontrado en nuestro paseo tapas de alcantarilla y registros de la luz que suponen un peligro potencial para los peatones por su mala colocación en las aceras, como ilustra la imagen inferior.
Árboles secos o poco vigorosos
Como ya ha adelantado Somos Chueca en anteriores ocasiones, a pesar de las buenas intenciones del Ayuntamiento de incorporar elementos vegetales a las calles, la plantación de árboles no está dando en las once calles reformadas de Chueca los resultados esperados.
La aparición durante el verano de algunas plagas de insectos y parásitos, falta de riego en los alcorques nuevos y plantación a poca profundidad son algunos de los problemas que están provocando que se sequen por completo o presenten claros síntomas de necesitar cuidados urgentes:
Hasta se han visto afectados los árboles que ya estaban plantados antes de la remodelación, como los de la calle Augusto Figueroa, a los que las obras les están pasando factura. Además de perder espesura en la copa, muestran síntomas de necesitar más riego y cuidados de los que se les están procurando.
Un problema que también podría afectar a otros ejemplares plantados en el barrio, que han visto cómo los alcorques en los que se han colocado han visto reducido su tamaño y el riego automático no se corresponde con el hueco actual, como se muestra en la siguiente imagen. Se intuye que en un futuro las raíces no tendrán suficiente arena para poder crecer y que el riego automático no se ajusta a su nuevo espacio:
Mejoras en la accesibilidad
En el capítulo de las buenas noticias nos encontramos con una importante mejora en la accesibilidad de las vías remodeladas: la incorporación de rejillas metálicas en los alcorques para salvar el desnivel entre la acera y los árboles, una de las demandas de las asociaciones de personas con discapacidad.
A todos los alcorques se les está incorporando un perfil metálico sobre el que asienta una rejilla metálica que impide que cualquier persona pueda meter un pie dentro del alcorque de manera fortuita. El diseño elegido consta de diferentes piezas metálicas rectangulares con pequeñas hendiduras en el centro que permiten pasar el agua pero por las que no cabe ni un tacón estrecho que se instalan en torno al tronco de los árboles.
Un trabajo que está resultando más laborioso debido a que implica tener que levantar los adoquines ya instalados para incorporar la perfilería, vaciar los huecos de arena, colocar los perfiles metálicos, volver a rellenar con arena y a colocar cada una de las piezas de la acera y en algunos puntos los adoquines empleados son de distinta tintada:
El principal problema de esta solución para mejorar el tránsito peatonal al mismo nivel para todos los usuarios es que en algunos casos las rejillas presionan en exceso el sistema de riego automático de los alcorques, comprometiendo el riego de los árboles. Algo que habría que tener en cuenta para evitar que se sequen o sufran estrés hídrico.
Un espacio destacado para la fuente de los delfines
Nueva señalización de la fuente de los galápagos | SOMOS CHUECA
En la presentación del proyecto de reforma de las once calles de Chueca en el Mercado de San Antón los responsables municipales adelantaron su intención de aprovechar la remodelación para poner en valor algunas de las piezas arquitectónicas más relevantes del barrio, como la fuente de los Delfines o de San Antón.
Diseñada originalmente en 1772 por el arquitecto Ventura Rodríguez como fuente de los Galápagos para el chaflán entre las calles Hortaleza y Santa Brígida del antiguo edificio de las Escuelas de San Antón, fue reformada en el año 1900 con un nuevo diseño más minimalista que sustituía a los galápagos por delfines, a los que debe su nombre actual.
Para que madrileños y visitantes ocasionales de la ciudad sean partícipes de su historia, se ha modificado el diseño en esa esquina, ampliando las aceras en la confluencia de las calles Hortaleza y Santa Brígida e incorporando bolardos de piedra y una baldosa con forma de galápago que simboliza su pasado.
Más información:
¿Están preparadas las calles de Chueca para el Orgullo 2018?
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