Vivienda Madrid

La Junta de Latina avala la recalificación en la Ermita del Santo entre gritos de “¡pelotazo no!”

El pleno de octubre en la Junta de Latina se preveía movido. Decenas de vecinos que se oponen a la recalificación que prepara el Ayuntamiento de Madrid en el centro comercial de la Ermita del Santo tenían previsto acudir para mostrar su rechazo a la operación. Y el salón en el que se desarrollaba la sesión se llenó con sus carteles primero y sus gritos después, cuando llegó el momento del debate.

“Por favor, dejen hablar”, repetía con insistencia Alberto Serrano (Ciudadanos), el concejal-presidente de Latina, cuando se empezaban a discutir las propuestas de la izquierda sobe el tema. Tanto Más Madrid como PSOE intentaban que del pleno saliera una petición de paralizar la operación urbanística que quintuplicará el valor de los terrenos, con actual calificación deportiva, y que incluye la construcción de cientos de viviendas y torres de hasta 28 pisos.

“¿Qué es el interés general? ¿Quién define el interés general?”, se preguntaba el concejal de Más Madrid Javier Barbero mientras reclamaba que el Ayuntamiento aparcara el proyecto y empezara “con una hoja en blanco” la negociación con los vecinos. “Le premian al propietario para que puedan construir sus viviendas de lujo”, afeó al equipo de Gobierno mientras recordaba que en la anterior legislatura se rechazó un plan similar iniciado por Ana Botella.

“Cuando se gobierna de espaldas a los ciudadanos, esto es lo que pasa”, añadía Mar Espinar, la portavoz socialista, entre gritos de los contrarios a la operación. “Escuche a la gente que vive en los barrios”, solicitaba a Serrano.

Tanto PP como Ciudadanos defienden una operación que dependía del voto de Vox para no llevarse un primer revés político. El partido de Ortega Smith se posicionó en contra de las propuestas para retirar la recalificación, alineándose con el equipo de Gobierno. Su representante afirmó que el partido no tiene aún el “criterio” decidido sobre la recalificación, que saltó a los medios hace poco más de un mes, cuando el proyecto llegó al obligatorio periodo de información pública.

Los votos de la derecha tumbaron las iniciativas de la oposición, lo que originó un sonoro cántico de “¡pelotazo no!” en el salón del pleno, que se mantuvo unos segundos. Tanto que Alberto Serrano llegó a amenazar con interrumpir la sesión, algo que finalmente no hizo en ese momento. El concejal de Ciudadanos defendió la iniciativa gestionada por su compañero de partido Mariano Fuentes a través del área de Desarrollo Urbano, intentando explicar sus bonanzas entre los gritos del público. También se comprometió a que los empresarios venezolanos impulsores del proyecto explicaran en persona a los vecinos los detalles de la operación.