Caídas en Malasaña por el deficiente estado de algunas aceras
El pasado miércoles, una madre que llevaba un bebé de cinco meses en una mochila tropezó con una de las muchas baldosas hundidas que hay en la Corredera de San Pablo. Ambos cayeron al suelo, se golpearon y fue necesaria la asistencia de una ambulancia del Samur, que estuvo cerca de media hora en el lugar, al lado del cruce con Espíritu Santo.
Afortunadamente, el incidente se solventó con limpieza de heridas y unos leves rasponazos. Ni la madre ni el bebé sufrieron golpes de consideración y fueron dados de alta in situ. La policía, que también elaboró un parte del suceso, dejó constancia del bache en la acera en un informe, para solicitar su reparación. Lo mismo hizo este periódico a través de su cuenta de Twitter. Al día siguiente, los servicios municipales arreglaron la baldosa.
El suceso es solo una muestra de los inconvenientes que tienen para los vecinos el deterioro al que se han visto abocadas calzadas y aceras del barrio por el cada vez más escaso mantenimiento. Solo hay que recorrer la propia Corredera, o Espíritu Santo, para comprobar lo precario de las baldosas que pisamos.
El origen de este mal estado del firme hay que buscarlo en el recorte del presupuesto municipal en mantenimiento de calles, fruto de las estrecheces económicas que sufre la ciudad. El Ayuntamiento presentó la pasada semana la Operación Asfalto (13 millones de euros en 2014), es decir, el reasfaltado de muchas de las vías de la ciudad, que en 2013 quedó suspendido.
La campaña, sin embargo, dejará fuera a Malasaña. Se arreglará la calle San Bernardo, pero solo el tramo que va desde la Glorieta Ruiz Jiménez hasta Quevedo.
Cómo solicitar un arreglo
No obstante, los arreglos de las calles no se han detenido y el Consistorio insiste en que las quejas de los vecinos son atendidas por sus equipos de mantenimiento de vías. La forma para hacerlo es a través de Avisa Madrid, llamando al 010 o poniendo una reclamación en las oficinas municipales de atención al ciudadano.
Cualquier vecino puede dirigirse al Ayuntamiento para cursar esta petición y evitar que las aceras acaben arreglándose a golpe de accidente. Sería una buena medida del Consistorio que periódicamente sus equipos recorrieran las calles en busca de desperfectos que reparar, pero es algo que no se hace de oficio. Hay que solicitarlo.
Como muestra, uno -o varios- botones: un rápido paseo de apenas un centenar de metros por la zona del suceso antes narrado (Corredera y Espíritu Santo) arrojó esta semana las siguientes instantáneas:
Sin lugar a dudas, los operarios que arreglaron la baldosa que provocó la caída de la vecina de Malasaña tuvieron que ver el mal estado de otras losas de aceras y bordillos cercanos. Sin embargo, no estaba en su orden del día la reparación de eśtas. ¿Quién da aviso?
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