El Ayuntamiento abre la posibilidad de que Wanda desmonte parte de la fachada del Edificio España
El del Edificio España es el cuento de nunca acabar. Después de que la empresa Wanda, empresa china propietaria del inmueble, presionara al Ayuntamiento haciendo ver que ponía el rascacielos de la Plaza de España en venta, el último movimiento en la negociación lo ha hecho el Ayuntamiento de Madrid, según se ha sabido al filtrarse una carta de cuatro páginas dirigida a los inversores, que ha publicado el diario Bez.
La carta está firmada por la propia Manuela Carmena, el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo y la primera teniente de Alcalde, Marta Higueras, y de ella se desprende la predisposición por parte del Ayuntamiento de Madrid a ceder parcialmente en el, hasta ahora inamovible, punto de derribar la fachada para reconstruirla a continuación. Recordemos que los informes independientes encargados por el Ayuntamiento confirmaron la viabilidad de la obra sin el derribo de la misma. Concretamente, en la carta se habla de que se pueda “puntualmente” y “con carácter excepcional” desmontar algunas partes de la fachada principal.
Para casar la concesión con la legislación en vigor se nombra el artículo 4.3.9.7.c del Plan General de Madrid, que alude al supuesto en el cual “ en el transcurso de la ejecución de las obras se compruebe que pueda verse afectado de manera puntual algún elemento de la fachada protegida....”
Llama la atención el hecho de que se esté poniendo la tirita antes de producirse la herida, puesto que dicha obra no ha comenzado. En cualquier caso, la cesión debe leerse como un cambio en la predisposición del Ayuntamiento, y, de todas formas, la empresa tendrá que solicitarlo de manera razonada.
Pero no es la única concesión que puede leerse en la carta del equipo de Carmena, ya que se ofrece la posibilidad de que la empresa pueda solicitar -y se compromete a aceptarlo- “la solicitud de exención parcial de Wanda de la construcción de aquellas plazas de aparcamiento que no considere necesarias para el adecuado comportamiento del edificio” Con esta rebaja se persigue abaratar el coste de las obras.
La carta es un movimiento en el tablero para presionar a Wanda y estos tienen quince días para responder. La reforma de la Plaza de España tiene dos patas, la de la propia plaza y la del Edificio España. De la primera ha hecho bandera participativa el Consistorio, la segunda es una china en el zapato. Sin embargo, la viabilidad y el éxito de ambas está conectado. Probablemente aún quedan episodios en el culebrón.
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