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Toyota Camry, el híbrido más distinguido

El Camry hace para Toyota las veces de buque insignia de la marca en Europa.

Pedro Urteaga

El Toyota Camry es de esos modelos globales que, a pesar de haberse vendido por millones en todo el mundo (más de 19 millones de unidades), resulta casi un desconocido en España. Es en su octava generación cuando aterriza por fin en nuestro país, y lo hace con un doble cometido: ocupar el lugar del Avensis, que dejó de venderse el año pasado, y hacer para Toyota las veces de buque insignia en el sentido más tradicional, es decir, ofreciendo una berlina de gran tamaño, casi de representación, cargada de tecnología y, por supuesto, de motor híbrido.

Con casi 4,89 metros de longitud, el Camry se sitúa a caballo entre los segmentos D y E y aventaja en 14 centímetros al Avensis, al que sustituye y mejora en todos los aspectos. Gracias a la plataforma TNGA-K sobre la que está construido, dispone de una extraordinaria distancia entre ejes que otorga a los pasajeros de las plazas traseras casi un metro de espacio para las piernas, lo que hace de este un modelo ideal para disfrutarlo (también) desde el asiento posterior. Especialmente en la versión Luxury, la más lujosa de las disponibles, que cuenta con aditamentos que más tarde detallaremos.

La carismática berlina japonesa se convierte en el noveno modelo híbrido de Toyota e incorpora la cuarta generación de esta tecnología, embarcada ya en el RAV4. Se trata de un sistema de propulsión de 218 caballos basado en un motor de gasolina de cuatro cilindros y 2,5 litros asociado a una transmisión de variación continua Shiftmatic que simula seis velocidades que pueden seleccionarse a través de la palanca de cambios.

El ciclo de pruebas WLTP atribuye al Camry Hybrid un consumo medio de 5,3 litros/100 km y unas emisiones de CO2 de 119 g/km, cifras muy notables para un vehículo de su tamaño y peso (1.670 kilos en vacío). Para acelerar de 0 a 100 km/h necesita 8,3 segundos y, como todo híbrido, merece el distintivo ECO de la DGT, con los beneficios para circular sin restricciones, los descuentos y las reducciones impositivas que ello conlleva. Parte de su eficiencia se la debe al sistema de planeo Auto Glide Control, que le permite decelerar más lentamente de lo habitual, por ejemplo, al aproximarse a un semáforo en rojo.

La silueta elegante y distinguida del nuevo modelo es compatible con un ligero aire cupé en el tramo final de la carrocería que, sin embargo, no compromete la habitabilidad en las plazas traseras. Su diseño destaca por un frontal cuya parte baja está surcada por siete líneas horizontales y una zaga no exenta de atractivo en la que se aloja un maletero de 524 litros. Este volumen merma hasta los 500 en el acabado Luxury debido a los asientos posteriores reclinables.

La filial de Toyota en España prevé vender 2.500 unidades al año de este vehículo que será demandado sobre todo para flotas (el 70% según sus cálculos). Pero el Camry presenta cualidades de relieve tanto para quienes vayan a conducirlo como para los que se queden en la parte trasera. Los primeros valorarán el bajo centro de gravedad y el manejo preciso, superior al del Lexus ES –que tiene la misma plataforma–, la excelente visibilidad y la posibilidad de elegir entre tres modos de conducción (Eco, Normal y Sport) además del eléctrico puro (EV). Sus dominios abarcarán un panel de instrumentos de 7 pulgadas, una pantalla central táctil de 8 pulgadas y, en la versión superior, un head-up display de 10.

En el modelo Luxury, los pasajeros de la segunda fila disfrutan de los mencionados asientos reclinables, tapicería de cuero, climatización independiente y cortinilla trasera eléctrica (las laterales se colocan a mano), y pueden manejar todo ello desde un panel multifunción digital que les permite hacer uso también del sistema de audio, en este caso un equipo LBL con nueve altavoces. Conduzcan o no, todos los ocupantes del Camry se benefician de un exhaustivo trabajo de insonorización que mantiene a raya los ruidos de rodadura, aerodinámico y del motor.

Todas las versiones incorporan el equipamiento de seguridad Toyota Safety Sense, que comprende sistema de precolisión con detector de peatones, control de velocidad activo, avisador de cambio involuntario de carril con asistente de dirección, reconocimiento de señales de tráfico y encendido automático de las luces de carretera.

El coche está a la venta por 32.300 euros en versión Business, exclusiva para flotas, y por 32.500 euros en acabado Advance, que incluye llantas de aleación de 18 pulgadas, navegador, faros antiniebla delanteros led y climatizador de dos zonas. El modelo Luxury, que cuesta 38.000 euros, suma climatizador trizona, cargador inalámbrico de móvil, sensores de aparcamiento, alerta de tráfico trasero y aviso de vehículos en el ángulo muerto, además de los elementos ya citados a lo largo de este artículo.

Por medio de Toyota Complet, que concentra ya el 60% de las ventas de la marca japonesa en España, el Camry Advance puede financiarse a razón de 285 euros mensuales que dan derecho a cuatro años de garantía y de mantenimiento y un año de seguro. Para quienes prefieran el renting, la misma versión sale por 450 euros al mes.

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