Prueba del Kia Niro híbrido: una saga de acierto en acierto
El caso del Kia Niro es de los que deberían estudiarse no solo en las escuelas de negocios, sino también en las facultades de sociología. Lanzado con poco aparato de marketing en 2016, un modelo que no brillaba precisamente por su estética acabó convertido en todo un superventas gracias a una combinación de factores entre los que destacaban un precio razonable, las buenas críticas, tal vez -quién sabe- su misma discreción y, sobre todo, el poder del boca a boca.
Otra de las claves de su éxito es que se puso a la venta desde un principio con tres tecnologías electrificadas distintas -y sin opción alguna de combustión interna- como eran la eléctrica pura, la híbrida y la híbrida enchufable. Con el restyling efectuado al coche hace poco más de un año, todas las cualidades del Niro se han mantenido intactas, pero acompañadas de un aliciente fundamental: una carrocería mucho más atractiva y moderna, que se permite incluso el atrevimiento de lucir (si el cliente lo quiere) un detalle tan poco visto como el pilar trasero decorado en un color de contraste.
Dejando a un lado subjetividades, que sin embargo siguen dictando la gran mayoría de las decisiones de compra de un vehículo, es obligado señalar que el nuevo Niro ahora tiene todo lo necesario, a nuestro juicio, para igualar y seguramente superar los grandes registros de su antecesor. Además de bonito, cosa que antes no era, es amplio para su tamaño contenido y dispone de buen maletero, incorpora tecnologías de última generación y resulta muy eficiente sea cual sea el sistema de impulsión que emplee.
Hemos conducido en los últimos días el modelo equipado con tecnología full hybrid después de haber probado hace algunos meses el eléctrico puro (puedes leer aquí el artículo), del que decíamos que es de esos vehículos capaces de transformar mentalidades (reticentes al coche eléctrico). Pues bien, el híbrido (HEV por las siglas en inglés de Hybrid Electric Vehicle) nos ha dejado también un grato sabor de boca, tanto que nos apresuramos a afirmar ya que posiblemente sea la versión más aconsejable para estos tiempos de transición e incertidumbre, y desde luego para todos aquellos que aún no se sienten maduros para dar el salto a un coche 100% eléctrico.
Además de lucir el distintivo ambiental Eco, que abre muchas puertas en ciudad, el Niro HEV cuenta con un motor de 141 caballos que ofrece un rendimiento discreto pero efectivo en cualquiera de las situaciones a que se enfrenta. En carretera no deslumbra, ni lo pretende, pero en tráfico urbano y periurbano se desenvuelve, por un lado, con suavidad y alegría y, por otro, con un consumo de gasolina muy parco. En nuestro recorrido habitual, apenas ha superado los 5 litros/100 km, en buena medida porque el pequeño motor eléctrico de 32 kW, que complementa al de combustión de 105 CV, tiene mayor participación en el sistema de impulsión y evita por tanto muchas intervenciones del térmico.
De manera muy frecuente veremos en el ordenador de viaje cifras de alrededor de 4 litros/100 km, e incluso inferiores, con la sola excepción de los momentos en que circulemos a alta velocidad en autopista, donde el consumo homologado en ciclo WLTP se sitúa en 5,4 litros/100 km y la realidad puede aproximarse a los 6 litros/km.
Son en todo caso magnitudes muy mesuradas a las que contribuyen las dimensiones contenidas del coche (4,42 metros de longitud, por ejemplo) y un peso también relativamente ligero, de unos 1.400 kilos. Lo bueno del Niro es que ese carácter compacto es compatible con un habitáculo espacioso y un maletero que en esta versión cubica unos apreciables 451 litros; el híbrido enchufable es más limitado a este respecto, con 348 litros, y el eléctrico lo mejora alcanzando los 475 (495 si se suman los 20 habilitados bajo el capó delantero).
Económico… para los tiempos que corren
Recapitulando, el Niro híbrido reúne a nuestro parecer las mejores virtudes para seguir triunfando, a la espera de que el tiempo dicte su sentencia sobre la única variable que de momento queda en el aire, que no es otra que la fiabilidad que demuestre el coche. De lo que conocemos, hasta el precio se antoja comedido si tenemos en cuenta la notable subida que han registrado tanto los vehículos nuevos como los usados en los últimos tiempos.
Esta versión HEV está a la venta desde 29.153 euros en el acabado más básico, Concept, sube a 32.853 euros en el intermedio Drive y llega a los 35.353 en el más lujoso y equipado Emotion.