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Volkswagen Taigo: el SUV pequeño, en declinación cupé

Volkswagen Taigo.

Pedro Urteaga

Que Volkswagen haya decidido lanzar un nuevo SUV pequeño cuando ya dispone del T-Roc y del T-Cross obedece a dos fenómenos en auge. Por un lado, la moda de esta clase de crossovers de tamaño compacto; por otro, el gusto creciente por las carrocerías de aire cupé, que sin embargo solo abundan de momento en segmentos superiores. El Taigo es la encarnación de ambas tendencias en un vehículo sin competidores claros en este momento y que estructuralmente guarda una estrecha relación con el T-Cross y, por medidas, se acerca -y hasta supera por poco- a las del T-Roc.

Para que el lector se haga una idea más precisa del tipo de coche del que hablamos, el Taigo puede verse tanto como un Polo sobreelevado como un T-Cross estilizado, gracias a las líneas más elegantes y a la vez más deportivas que le procura la pronunciada caída del techo en el tramo final de la carrocería. Los tres modelos -Polo, T-Cross y, ahora, Taigo- se fabrican en la planta de Volkswagen en Pamplona.

Con 4,266 metros de longitud exactamente, el recién llegado a la planta de Landaben es 15,6 cm más largo que el T-Cross, con el que comparte plataforma y altura al suelo. Este aumento de tamaño obra el doble propósito de conservar el espacio interior, donde ni siquiera la altura disponible en las plazas traseras supone un inconveniente -algo crítico en cualquier vehículo cupé-, y de ampliar la capacidad del maletero, hasta 438 litros con los asientos posteriores en su posición normal y hasta los 1.222 si los abatimos. Se trata de un volumen sobresaliente para un modelo de este tamaño.

El frontal del Taigo luce de serie unos faros led que se extienden hasta la parrilla negra del radiador. El acabado R-Line, el más completo de los dos disponibles en el mercado español, incorpora los vistosos Matrix Led IQ.Light, que en conjunción con la luz de conducción diurna crean una firma luminosa realmente única. La moldura luminosa resultante solo se ve interrumpida por el logotipo de Volkswagen, en un rasgo que emparenta al nuevo modelo con la familia ID. de eléctricos de la marca.

Ocho colores exteriores entre los que elegir, siete combinaciones bicolores en el R-Line, llantas de 16 a 18 pulgadas, paquete de diseño Black Style y una gran variedad de decoraciones y opciones de equipamiento hacen del Taigo un coche altamente personalizable y que, por su silueta más desenfadada, apunta a nuevos públicos para la firma de Wolfsburg, en especial a los más jóvenes. Si los T-Roc y T-Cross ya representan el 15,8% de las ventas de Volkswagen en nuestro país, el Taigo aspira también a sumar un elevado volumen de entregas, en proporciones que la marca, sin embargo, se resiste a especificar.

En el interior, el nuevo SUV cupé lleva de serie volante capacitivo, necesario para algunas de las funciones de seguridad que incorpora, además de un Digital Cockpit de 8 pulgadas y una pantalla multimedia de la misma medida, dispositivos que en la versión R-Line crecen hasta las 10,25 y 9,2“, respectivamente. Esta última exhibe además pedales en acero cepillado, iluminación interior específica, asientos R-Line Sport Comfort y logo exclusivo en el volante.

Nuevo airbag central y muchas ayudas a la conducción

Todos los Taigo disponen de siete airbags: dos de salpicadero, dos laterales, dos de cortina y uno nuevo que, colocado en posición frontal entre conductor y acompañante, evita que estos choquen entre ellos y agraven sus lesiones en caso de producirse una colisión.

El catálogo de sistemas de seguridad, en este caso de carácter activo, incluye -según la versión- alerta frontal, detección de cansancio del conductor, freno multicolisión y asistentes de ángulo muerto y de aparcamiento, entre otros. También puede integrar control de velocidad de crucero adaptativo y ayuda al mantenimiento en el carril, los cuales, combinados entre sí y con los datos de la ruta de navegación y con los de límite de velocidad en el sistema IQ.Drive Travel Assist, hacen posible una conducción semiautomática hasta 210 km/h. Como decíamos, el volante dispone de superficies capacitivas que registran que el conductor está tocándolo con las manos cuando el mencionado dispositivo está activo.

Para impulsar al Taigo, Volkswagen ha optado por tres motores de gasolina TSI que se asocian con cambios manuales de cinco o seis velocidades o de doble embrague DSG de siete marchas. Los dos primeros son tricilíndricos 1.0 de 95 o 110 caballos y el otro, uno de cuatro cilindros y 1,5 litros que rinde 150 caballos. La marca no contempla ningún tipo de hibridación, por lo que todas las variantes del modelo llevarán el distintivo ambiental C.

La horquilla de precios parte de 22.600 euros para un Taigo en acabado Life, con motor de 95 CV y cambio manual de cinco velocidades, una vez aplicadas las campañas vigentes, sujetas a la financiación del vehículo. La versión más cara, 31.800 euros, corresponde a un R-Line con motor de 150 CV y transmisión DSG. A igualdad de equipamiento, el acabado R-Line cuesta 3.000 euros más que el Life, y el cambio de doble embrague supone un sobreprecio de 1.300 euros sobre el manual.

Volkswagen enriquece la gama con dos packs, uno centrado en la seguridad y otro en el confort, que comprenden distintos dispositivos en función de la versión escogida y cuestan entre 560 y 1.075 euros.

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