Wyoming: “Aquí todo el mundo tranquilito, en casa y sin protestar”
Wyoming no necesita mucha introducción. Lleva 12 años presentando El Intermedio en La Sexta y parece un miembro más de tu familia. También es músico -le gusta el rock and roll más clásico- y toca con su banda Wyoming y los Insolventes el sábado a las 23.30 en la sala REM.
¿Dirías que la música es tu pasión verdadera?
Pues sí. Toda la vida he estado pegado a la música desde que era pequeño: a un transistor, a un tocadiscos, a lo que sea. A mí me salvó la vida, desde luego. Y luego yo con mi guitarrita en casa llego de cualquier lado y no necesito nada. Me ha solucionado la existencia y además sé que me la ha solucionado para siempre: no temo a la jubilación ni a la soledad ni a nada. Nunca voy a estar solo. Y le pasa a todos los músicos.
Soy un proselitista del tema y le digo a todo el mundo que aprenda a tocar. ¿Y cómo voy a aprender a tocar ahora?, me dicen. La gente a la hora de jugar el fútbol no piensa cómo voy a hacerlo si está Butragueño o Messi, pero cuando coge una guitarra dice Paco de Lucía. Y no saben que se disfruta igual tocando mal que tocando bien, igual que el baile.
¿No es cansado trabajar entre semana en televisión y tocar los fines de semana?
Lo dosifico, nosotros actuamos un fin de semana sí y uno no. Pero subirme a un escenario para mí es un placer y además me viene muy bien para la salud.
En un país tan inmovilista como España, aunque últimamente no lo parece tanto con la movilización de las mujeres y los pensionistas, ¿cómo se explica que un programa tan crítico como El Intermedio lleve tantos años en la parrilla televisiva?
Porque estamos solos. Es un poco como cuando hablas con las personas que están en el Mediterráneo sacando a gente del agua y te cuentan siempre lo mismo: no nos podemos ir porque estamos allí solos y sabemos que si nos vamos esa gente se va a ir para abajo.
La clave me la dio un hombre en una gasolinera. Me dijo: “Wyoming, muy bien el programa que haces”. Y le respondí: “Para lo que vale: llevamos diez años con los mismos protagonistas ahí y cada vez con más fechorías y todo sigue igual”. Y me dijo: “No te equivoques, es el consuelo que dais”. Probablemente hay mucha gente que piensa que no está loca gracias al programa, que no es una pesadilla que se ha inventado ni que está paranoico.
Estrasburgo ha reprendido a España por los artículos del Código Penal que protegen a la Corona de las críticas. Te quería preguntar por el tema de la libertad de expresión.
Me he visto ya un par de veces delante de un juez, sobre todo por cosas completamente delirantes. Y no nos han reprendido por las leyes, sino por las condenas. En ningún caso las condenas han sido por unanimidad, es decir, que son interpretaciones de las leyes y hay una generación o yo no sé cómo llamarlo -un tipo de juez que tampoco es casual ya que se asciende en el escalafón a dedo porque los nombra el Gobierno- y que está haciendo una labor política impresentable. Son interpretaciones de la ley que se sacan de la manga.Te lo digo porque vengo de un mundo en el que se han dicho cosas peores y no ha habido el menor problema. Mi compañero Javier Krahe que falleció recientemente tuvo que ir tres veces delante de un juez por un corto que había hecho en los años setenta.
Lo que está claro es que están enviando avisos de navegantes que dicen aquí todo el mundo tranquilito, en casa y sin protestar. El año pasado hubo 36.000 multas por protestar en la calle. Esto también es nuevo. Ahora con la sola palabra de un policía te pueden condenar. Ahora se reprimen las manifestaciones con violencia en lugar de escuchar a la gente y ver cómo se solucionan los problemas. Esto es lo que han llamado reformas estructurales profundas: los administradores de la voluntad popular se han convertido en los administradores de la finca y hacen lo que les da la gana.
La verdad es que ha ido pasando lentamente y no sé cómo hemos llegado hasta aquí.
Porque la gente se desentiende. La gente del soterramiento de Murcia piensa que es un tema de la gente a la que le afecta la cuestión. No, porque mañana le va a tocar a usted en lo suyo. En las manifestaciones de los pensionistas van los jubilados, eso es un error. Los pensionistas están luchando por tu pensión.
Y cuando salen los médicos, la gente piensa que es un tema de implicación laboral y no, es un tema de sanidad pública, los hospitales se están cayendo. Y que cualquier restricción de la libertad no es un problema de los raperos ni del que quema una foto, es un problema de todos porque mañana te va a tocar a ti y si no te has enterado es que eres tonto, así de sencillo.
¿Elvis está vivo?
Pues probablemente sí, es lo que tienen los artistas como Velazquez y Picasso. Son gente que vive en su obra. Lo del congelador espero que no porque al lado está Walt Disney, Jesús Gil y Rita Barberá, dicen ahora. Mejor dejar a los muertos en su sitio.