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Alumnas de la Universidad de Murcia denuncian acoso y abuso de un profesor

Estudiantes de la Universidad de Murcia.

Santiago Cabrera Catanesi

María Dolores y Priscila son dos alumnas de la Universidad de Murcia que denuncian haber interpuesto quejas en 2017 al mismo profesor que les impartió clases: una por presunto acoso y abuso sexual y otra por presunto abuso de poder. A día de hoy, el docente continúa en su puesto.

Este medio se ha puesto en contacto con la Jefa de Inspección de Servicios de la Universidad de Murcia, encargada de tramitar este tipo de actuaciones. La responsable ha confirmado que, tras la queja por parte de las alumnas hace nueve meses, al profesor se le abrió un expediente disciplinario, y se remitió a la jurisdicción correspondiente, considerándose un presunto caso de acoso grave. “No entiendo por qué sale este tema ahora, si las alumnas no volvieron a tener contacto con él tras las quejas”, ha indicado la encargada de la sección.

“La Directora de Departamento del centro tiene una función disciplinaria de coordinación con Inspección, que es vigilar si hay alguna alteración o no. Tengo constancia de que, tras las quejas, el profesor se encuentra inhibido”, ha asegurado la Jefa de Inspección.

Sobre el tiempo de resolución del expediente abierto, desde Inspección de Servicios han señalado que cada “caso es un mundo”. “Con la presunción de inocencia se evalúa cada suceso en función de su gravedad. Entre otras cosas, no sabemos si existe realmente acoso o no. Hemos visto indicios serios, pero nada más. Debemos respetar las garantías de todos. Ellas tienen derechos, pero la persona en cuestión también”.

María Dolores Fernández Hidalgo. 29 años. Denuncia haber sufrido acoso por parte de un profesor en abril de 2017. Interpuso una queja en la Universidad en junio del mismo año.

¿Cómo fue esta situación de acoso en la universidad?

Desde principio de cuatrimestre que me tocaba clase con él yo ya estaba bastante incómoda. Un poco la forma en la que tenía de tratarnos, de hablarnos…había una sensación en la clase de tensión. Yo lo percibía así. Luego hablando con mis compañeras todas pensaban igual. Hacía comentarios fuera de lugar; la forma que tenía de mirarnos…

¿Generaba un ambiente desagradable?

Sí, bastante. Y además era siempre con nosotras. A los chicos no les hacía ni caso. En medio de la clase se dedicaba a lanzar ‘piropos’: “mira que ojos más bonitos tiene tu compañera”, por ejemplo. El cuatrimestre siguió normal. No pasaba de ser un poco baboso y de generar mal rollo e incomodidad, pero nada más.

¿Cuántas chicas eráis en clase?

Éramos en torno a quince. Que fuéramos habitualmente a clase cinco o seis, que era a las que más enfilada tenía. A mí directamente no me decía nada. Yo me encargaba de que no tuviera oportunidad de hablar conmigo. Me ponía auriculares, música, e iba a mi rollo. Pero sí que había compañeras que estaban trabajando cerca suyo por lo que al final siempre…les caía alguna. Yo me aislaba para enviarle un mensaje de ‘no me molestes que no quiero hablar’.

¿Cómo fue el acercamiento de este profesor?

Un día en una clase, estaba en prácticas trabajando, sentada en un taburete, se acercó por detrás sin que lo viera y apoyó en mi espalda su entrepierna y abdomen, luego me cogió la mano y me hizo una corrección. Se mantuvo un tiempo y luego se retiró. Yo en ese momento, cuando lo noté en mi espalda, me quedé blanca, y pensé ‘no puede ser que me esté pasando esto’. Recuerdo que me quedé muy rígida.

Tenía una compañera en clase que le gustaba hacerle la pelota, e iba todo el rato detrás de él, dándole coba. Recuerdo que en ese momento la miré, y no sé si lo hizo adrede o se quería quitar de líos, pero giró la cabeza.

En el momento en que se separó de mí, me levanté y me fui de clase. Como fue en final de cuatrimestre estaba muy estresada con la entrega de prácticas y no lo razoné más allá de lo que había sido el acto en sí mismo.

¿Volvió a repetirse una situación similar?

A la semana o así, estaba corrigiéndome la misma práctica y le pregunté como la veía, si iba bien. Él me dijo ‘¿te gustaría hacer una locura?’ Yo pensaba que se refería a la práctica porque él tiene una forma muy ‘creativa’ de trabajar...y pensé que su comentario iba en ese sentido. Le comenté ‘bueno, tu dime lo que propones y lo veo’, y él me dijo ‘ay, si yo te propusiera…’. Yo me quedé callada y siguió con la corrección mientras se continuaba insinuando y yo solo quería irme. En cuanto terminó la corrección me dijo ‘bueno, ¿volvemos a lo otro?’. Yo no le contesté, me di la vuelta y me fui, mientras se reía.

¿Te planteaste hablar con alguien de la facultad?

Un par de semanas después le conté a un profesor lo que me había pasado. Se enfadó muchísimo y me preguntó si había hablado con la directora del departamento. En ese momento me di cuenta de la gravedad de lo que me había pasado. A partir de hablar con este docente fue cuando empecé a moverme. Acudí al departamento y a decanato. Me dijeron que podía contar con ellos para lo que necesitara, que en el tema de notas no iba a haber ningún problema. Y que si volvía a tener yo algún problema lo podían mover de clase a él, que a mí no me moverían. De todas formas, no he vuelto a coincidir con él.

¿La facultad era consciente de actitudes anteriores parecidas por parte del otro profesor?

 Sí, lo era. Decanato parece que no había tenido constancia hasta mi caso, pero en el departamento del centro sí, me contaron que él había hecho esas cosas anteriormente. Había antecedentes. De hecho, es un conocimiento popular de la facultad desde que vas a entrar a estudiar. Ese señor está ahí y sabes lo que hace.  Yo entré ya conociendo su expediente a su clase porque una amiga, que había tenido clase con él, me había dicho que me llevara cuidado. Y ni aún así pude escaparme.

Creo que en parte se aprovecha de que la inmensa mayoría de las chicas que entran en primero tienen 18 años, por lo que no suelen tener carácter suficiente para plantarse. Además jugaba mucho con las notas. Las pone altas para que tú te quedes callada.

¿Sabes si se hizo algo con este profesor tras poner tu queja? ¿Han intentado echarlo?

No tengo constancia de que se haya hecho nada. Él sigue en su puesto. A nosotros nos ponen la excusa de que es muy difícil echarlo. Hasta donde sé, en otras facultades se ha echado a profesores de forma justificada.

Sé que hubo otro caso grave. No sé en que quedó, porque obviamente no lo han hecho público. Fui a hablar con el Departamento de Inspección de Servicios de la Universidad de Murcia, y descubrí que había otra chica que hacía un tiempo le había pasado algo parecido [la otra alumna es Priscila, la segunda entrevistada], y parecía que había más casos. Fui dos veces a declarar. Tengo constancia de que algunas compañeras de mi clase también. Supongo que después de hablar con nosotras lo convocarían a él, y él diría que no…o no sé qué harían.

Hace poco me encontré con el profesor que me animó a hablar con el departamento en primera instancia y me preguntó si sabía como iba esto. Le dije que no sabía nada pero que suponía que tampoco nos lo iban a decir. Él me dijo que se estaba moviendo, pero no estoy segura. Si no denuncié ante un juzgado mi situación fue porque creí que la Universidad haría más.

Priscila Ramal Fernández. 26 años. Denuncia haber sufrido abuso por parte del mismo profesor en 2013. Interpuso una queja en la Universidad en junio del 2017.

¿Sufriste abuso por parte de este profesor?

Sí. De hecho, cuando entré en la carrera ya me habían advertido de que tuviera cuidado con él. Es un conocimiento popular que se obtiene al entrar en la facultad.  El problema vino cuando el año que me dio clases, un compañero cogió un bote de pintura mío y realizó una pintada dirigida a él, insultándolo.

¿Cuáles fueron las consecuencias de ese acto?

Al poco tiempo de que sucediera eso,  llegué a clase y me lo encontré interrogando a una compañera sobre lo que había pasado. Lloraba mientras negaba haber sido ella. La estaba increpando porque el color de su cuadro era similar al de la pintada. Yo sabía que no era responsable y le dije que el bote de pintura era mío.

¿Cambió la actitud hacia ti a raíz de esto?

Se la tomó conmigo pensando que, o era yo, o sabía quién había sido. El caso es que a partir de ese día empezó a despreciarme en las clases. Decía que no sabía pintar cuando a lo largo de la carrera siempre había tenido varias matrículas.

Un día en una clase, me pasó por debajo de la mesa una nota con su teléfono y me dijo que me esperara al final de clase a que se fueran los demás. Cuando se fueron todos, esperé y fuimos fuera. Empezó a decirme que si yo le decía quién había sido me pondría muy buena nota, pero que si no lo hacía me suspendería. Lo dejé hablando solo y me fui. Yo sabía que él no podía hacer eso. Aplazó aprobarme hasta el último momento en que tuvo que firmar las actas. Finalmente tuvo que hacerlo.

¿Interpusiste una queja contra él?

Sí, de hecho, coincidí con María Dolores a la hora de ponerla, aunque fuera por cuestiones diferentes. También declaré en el Departamento de Inspección de Servicios. A día de hoy, no se me ha notificado nada relacionado con la situación del profesor.

*Si has sufrido acoso o abuso de algún tipo dentro de la comunidad universitaria y no sabes cómo proceder para denunciarlo, envíanos un correo a redacción@eldiariomurcia.com con tu caso y te asesoraremos en los pasos que debes seguir, tanto dentro de la Universidad, como en las medidas legales que puedas tomar.redacción@eldiariomurcia.com

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