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Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

Los responsables de las opiniones recogidas en este blog son sus propios autores.

Agresiones fascistas sin aclarar aquí y ahora

Ataques a las sedes de Podemos en Cartagena y PSOE en La Unión

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A estas alturas, hablar de “ofensiva de la extrema derecha” en Murcia quizá resulte un tanto exagerado. Quizá sea más apropiado describirla como “efervescencia”, sabiendo que, tal que en la aspirina, las burbujas quedan pronto en nada. Lo malo es que esos pequeños estallidos en que acaban pueden hacer daño. A veces, incluso matar.

Con los sucesos que se vienen registrando en las últimas semanas, habrá que pensar que algo pasa en los círculos de la camada negra cerca de nosotros. Concretamente, en Cartagena y su circunscrita La Unión; lugares donde los retoños azules, pardos o negros, por pocos que sean, andan un tanto revueltos, a juzgar por las pedradas y pintadas con que se han prodigado recientemente.

Dado el ambiente político predominante en esta Región, en la que no pasa nada según quién o quienes sean los protagonistas de determinadas cosas, habría que preguntarse cuantas vestiduras se rasgarían si en cualquier sede de Vox, o en sus aledaños, apareciera una pintada como “Fascista muerto, abono pa mi güerto”. 

¿A que sí, a que los medios estaría repletitos de artículos de protesta y cartas al director, firmados por horrorizados trafalmejas que hablarían de meter en cintura a las matracaladas de izquierdistas que, al amparo del jironeo de la patria que está siendo ejecutado por el gobierno socialcomunista, estarían haciendo de las suyas?

Pero estamos, justo, en el reverso de la moneda. Locales de Unidas-Podemos y del PSOE amanecieron estos días con destrozos que algunos quieren pensar que son sin importancia. Y todo sigue igual en una tierra en la que su perfil ideológico y social viene dado por la suma de votos en las últimas generales de Vox, PP y Ciudadanos, de extrema derecha a extremo centro: 61,93% de los emitidos (27,99%; 26,51% y 7,43%, respectivamente). Una suma algo superior en el caso de la supuesta Trimilenaria portuaria: 31,1; 22,06 y 8,24, respectivamente: 62,40%. Es lo que hay.

Solo la conspicua portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, María Marín, la ha piado inmediatamente, lamentando la ausencia de condena a esos ataques por parte de PP, Ciudadanos, que gobiernan, y Vox, que apoya. Llama la atención a día de hoy, como diría cualquier afrancesado consciente o inconsciente, que el delegado del Gobierno estatal de coalición ––PSOE-UP, recordemos––, el hiperactivo para lo que le conviene José Vélez no haya dicho ni . Quizá mañana.

Tampoco es muy de extrañar, habida cuenta de su autismo tras la agresión sufrida por el concejal de IU Pedro Sosa en Lorca, a manos de unos desalmados que se vieron muy desairados cuando el edil intervino para intentar cortar las lindezas que tres respetables ciudadanos dedicaron durante horas a unos “moros de mierda” que dizque son también “hijos de puta”, en el barrio de San Cristóbal.

Solo reaccionó el alcalde de Lorca, el socialista Diego José Mateos, quien aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid recordó a su agredido compañero de corporación que había votado en contra de la propuesta del Gobierno municipal para abrir un cuartel de la Policía Local en ese barrio. Reacción, nunca mejor dicho, muy apropiada para las circunstancias y los tiempos que corren.

Sería de desear que las llamadas fuerzas del orden a las órdenes respectivas del representante del Gobierno ––de coalición, reitero, del partido de los recién citados con el del agredido y titular de las sedes vandalizadas–– y del primer regidor local mostraran una diligencia acorde con las órdenes de intervenir que, se supone, deben haberles sido cursadas ya por ambos máximos responsables de la convivencia en sus respectivos ámbitos: el regional y el municipal lorquino. A no ser que prefieran que la sensación de que el tábido ambiente que anunciaron aquellos resultados electorales se enseñoree definitivamente del entorno. 

¿O es que temen que una actuación decidida, inmediata y efectiva tras esos desmanes podría entorpecer el cambio de opinión esperado del extremo centro ciudadano sobre quién debe gobernar la Región? ¿O presenciaremos otra ceremonia de la confusión superlativa similar a la que siguió a aquella salvaje agresión contra un consejero murciano hace ya casi diez años en plena calle y a dos pasos de la comisaría regional, sin que jamás se haya aclarado qué pasó? En aquella ocasión, las pequeñas explosiones de la burbuja, aunque no fueran políticas, hicieron daño. En esta, aquí y ahora, también. ¿Continuará? Vale.

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Murcia y aparte es un blog de opinión y análisis sobre la Región de Murcia, un espacio de reflexión sobre Murcia y desde Murcia que se integra en la edición regional de eldiario.es.

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