“IU no necesita flotadores ni los ha pedido, pero confluir puede ser el salvavidas de mucha gente”
Ana Martínez (Murcia, 1986) nos atiende muy de mañana, al día siguiente del primer cara a cara del proceso de primarias de IU-V en el municipio de Murcia, en el que confrontó sus propuestas y su visión sobre Izquierda Unida con el candidato Sergio Ramos. En su voz se nota el cansancio, tal vez por la acumulación de tareas o tal vez por la hora de la entrevista. O quizá por las dos cosas. “Hay que hacer tetris con el horario”, nos confiesa.
Su tono suave no impide que Ana Martínez se muestre enérgica y decidida en las respuestas, especialmente en las que tienen que ver con el diagnóstico político del momento que vive su formación y de lo que necesita para conectar con la sociedad actual.
¿Qué le pareció el debate de Aljucer?
Bien. Fue la primera experiencia de debate y nos dio la oportunidad de responder a las preguntas de los vecinos. Además, fue también una oportunidad para ver las diferentes propuestas que se ofrecen en estas primarias de Izquierda Unida.
¿Y en qué se diferencia la suya respecto de 'SER de Izquierdas', de Sergio Ramos?
Se diferencia desde su formación, porque 'Cambiar Murcia' se ha abierto a la militancia y a los simpatizantes constituyéndose a partir de una asamblea participativa y no desde los despachos. Somos una candidatura con un espíritu joven, más allá del componente generacional, compuesta por activistas sociales con disposición a dar un paso más en su compromiso, y que incluye a personas independientes, sin militancia previa en organizaciones políticas pero que siempre han estado ahí. No sólo hablamos de renovar sino que lo ejercemos con la práctica. No desempeñamos cargo alguno ni nos presentamos bajo el paraguas de quienes han dirigido la organización durante años. Pensamos que es hora de que los activistas tomen las instituciones para aportar aire fresco.
Hay quien plantea dudas al respecto de que las organizaciones sociales participen directamente de las tareas de gestión, por el peligro de que se mimeticen con el poder y se relajen en la reivindicación. ¿Cómo lo ve?
El problema no es el trasvase de personas de un lado a otro, sino que se profesionalicen y olviden su vocación de servicio público. Lo que está claro es que nunca será lo mismo hacer mociones en el ayuntamiento que estar en la calle. Por otra parte creo que es imposible llevar a la práctica las transformaciones que defendemos con nuestro programa si no nos acompaña un tejido social organizado que sea fuerte y se movilice por ellas.
En su discurso se aprecia un interés especial en hacer autocrítica, en chequear el estado de Izquierda Unida y renovarla. ¿Qué cree que ha hecho mal su partido?
Izquierda Unida ha dedicado demasiados esfuerzos a la parte institucional y no tanto a la calle. Yo no voy a dejar de estar con la PAH, o con los migrantes... Es cierto que en las movilizaciones ha habido gente de Izquierda Unida, pero no como organización. La candidatura 'Cambiar Murcia' pretende adaptar IU a estos tiempos y saber identificar lo que nos demanda la sociedad. La mayoría de la gente no la ve como una herramienta para cambiar la sociedad. No sienten a Izquierda Unida como parte de ellos. Para cambiar esta apreciación necesitamos transformar nuestra formación para convertirla en un ciempiés, con un pie en las instituciones y noventa y nueve en las calles.
Usted dijo en el debate que una formación nueva como Podemos, con las mismas propuestas que Izquierda Unida, estaba recogiendo los apoyos masivos que su partido no ha tenido. El hecho de que Podemos haya llegado a más gente, ¿puede deberse a que están evitando definirse como un partido de izquierda? ¿Puede que a Izquierda Unida le limite su nombre?
No lo creo. Nosotros somos parte de la izquierda, pero Podemos ha recogido el descontento y al ser un partido nuevo, la gente los ve como parte de la solución y no como parte del problema. Y así no se ve a Izquierda Unida, a pesar de que Izquierda Unida se ha diferenciado de otros partidos.
¿Entonces?
Pues que no se ha hecho pedagogía. Podemos es una fuerza más mediática. Nosotros no hemos sabido explicarnos, no hemos sabido llegar a más gente.
¿Qué le pareció el asunto surgido en el debate, en relación a la retirada de Nacho Tornel para ser candidato a alcalde?
Cuando se lanzan ese tipo de acusaciones, hay que dar una explicación. No se puede insinuar sin explicar realmente qué ha pasado. Y en general, opino que esta organización no puede replegarse hacia lo interno. Eso sería un error.
Otro asunto que se tocó en el debate es el del nuevo código ético que ha elaborado su candidatura, aunque como se dijo, Izquierda Unida ya tiene un código ético.
Es verdad que lo tiene, como también lo tiene a nivel nacional, pero del mismo modo que Alberto Garzón presentó un nuevo código ético, 'cambiar Murcia' ha elaborado otro. Izquierda Unida aprueba cosas que luego no puede llevar a cabo y pensamos que el código que hay es insuficiente.
Las elecciones municipales y autonómicas se acercan. En la Región de Murcia será difícil cambiar el panorama político de las instituciones si no se produce la confluencia, pero parece que en su estrategia nacional, Podemos no está por la labor. Juan Carlos Monedero declaró en Murcia que su partido no iba a ser el flotador de nadie, refiriéndose especialmente a Izquierda Unida.
No tenemos problemas con la gente de Podemos, pero esas declaraciones no me gustaron nada. Izquierda Unida no necesita flotadores ni salvavidas, ni los ha pedido, pero converger con otras fuerzas puede ser el salvavidas de mucha gente. La vida se ve distinta en las PAH, por ejemplo, que debatiendo documentos. Mucha gente está viviendo una realidad cruel, y hace falta un interés generoso para echar a los que gobiernan. Y ahora Izquierda Unida está haciendo primarias, pero si luego para converger hay que hacer primarias de nuevo, se harán.
