El gerente de una de las discotecas incendiadas en Murcia dice que las muertes podían haberse evitado
Daniel Ramínez, gerente de la discoteca Fonda Milagros, asegura que “siempre tuvo conocimiento de que había una licencia y un proyecto” sobre el local: “Tenía un contrato, estaban los papeles en regla”, añade su abogado, Francisco Adán. La sala Fonda Milagros fue la más golpeada por el incendio del pasado 1 de octubre, donde fallecieron las 13 víctimas.
La defensa sostiene la misma versión que algunos de los testigos del incendio, que defienden que desde Teatre (el local colindante) no se avisó del inicio del fuego. “En esos cuatro minutos de tiempo, hubiese dado tiempo de sobra a que a desalojar y a que no hubiera los fallecidos”, afirma Adán el letrado. El letrado recuerda la obligación de los locales colindantes de avisar en caso de emergencia.
Ni Teatre ni Fonda tenían licencia de funcionamiento. La discoteca original, Teatre, había realizado en 2019 modificaciones en su estructura que requerían una nueva licencia que nunca fue concedida. La Fonda jamás llegó a ser reconocida por la administración como un local con entidad propia, ya que jamás se le concedió una licencia de actividad independiente a Teatre.
Fallo en las luces de emergencia
Francisco Adán sostiene que el local si disponía de salidas de emergencia, pero que las puertas en dirección a Teatre “estaban inhabilitadas”. Respecto al fallo en las luces de emergencia, el abogado de Ramírez lo achaca al fallo en el generador: “Seguramente se fundió el generador y empezaron a haber problemas de luz. Se ha sabido a raíz de la investigación que del año 2015-2016 no había luz corriente eléctrica en Teatre, salvo la del generador. Y eso no lo sabía Daniel [Ramírez]”.
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