Pamplona recuerda a otras cinco víctimas de ETA con placas conmemorativas en los lugares donde fueron asesinadas

El Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (Anvite) han recordado y homenajeado este jueves a Francisco Berlanga Robles, Mª Cruz Yoldi Orradre, Antonio Conejo Salguero, Fidel Lázaro Aparicio y Manuel López González, asesinados por la banda terrorista ETA, en atentados perpetrados en la ciudad. Ese recuerdo se ha plasmado, como la semana pasada con otras cuatro víctimas, en sendas placas colocadas precisamente en esos lugares donde fueron asesinados.

Al igual que el pasado 1 de marzo y coincidiendo este jueves con el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y el presidente de Anvite, José Ignacio Toca, han participado en los actos institucionales que se han realizado en cuatro puntos de la ciudad, donde perdieron la vida cinco personas entre 1978 y 1983. Esta iniciativa forma parte del convenio de colaboración firmado en septiembre del año pasado por el Ayuntamiento y Anvite para dignificar la memoria de las víctimas de ETA.

Han acudido también el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y representantes de los grupos municipales de Navarra Suma, PSN y Geroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona.

Asimismo, han asistido el comandante militar de Navarra, Francisco Germán Martínez, el jefe superior de la Policía Nacional en Navarra, José María Borja, el jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Javier Goya, y en representación de la Guardia Civil, el teniente coronel, Antonio José Barbero. No han faltado representantes de la sociedad civil y de asociaciones como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Vecinos de Paz, Libertad Ya y Covite.

La estructura de los actos que se han llevado a cabo en cada uno de estos lugares de memoria ha sido similar, con breves intervenciones a cargo de autoridades, familiares o representantes de los familiares de las víctimas y, el posterior descubrimiento de las placas con el nombre y la leyenda 'fue asesinado (o asesinada) por la banda terrorista ETA el día (fecha del atentado). Verdad, memoria, dignidad y justicia'. A continuación, en los cuatro lugares que se han visitado se ha realizado una ofrenda floral y se ha guardado un minuto de silencio.

La primera placa que se ha descubierto ha sido en la Plaza del Castillo, en recuerdo a Francisco Berlanga, asesinado un 2 de enero de 1979 por una bomba colocada en una bolsa junto a una inmobiliaria.

En el acto ha intervenido el alcalde de Pamplona que ha destacado la “enorme dignidad democrática” de las víctimas de ETA y sus familiares. A su vez, ha recordado que los próximos 21 de marzo y el 17 de abril continuará la colocación de placas en memoria de los asesinados por ETA en Pamplona.

Por su parte, el presidente de Anvite, José Ignacio Toca, ha tenido un recuerdo con las víctimas del atentado del 11-M, del que este jueves se cumplen 17 años. “Nuestro recuerdo, reconocimiento y afecto está hoy con ellos”, ha subrayado.

Un día que se ha constituido como Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, ha recordado Toca, quien ha afirmado que “en unos momentos en que hay un interés manifiesto por parte de algunos en confundir y mezclar” es “fundamental insistir en que quede claro” el concepto de terrorismo. “El terrorismo es la acción de grupos organizados, con connotaciones políticas o religiosas, que a través de la violencia y el terror tratan de imponer sus ideas de una forma totalitaria a una sociedad legítimamente constituida y organizada”, ha destacado el presidente de Anvite, para añadir que “detrás hay organizaciones que lo sustentan y se benefician de ese clima de terror para conseguir sus objetivos”.

“Todas las violencias son condenables y reprobables, pero ya está bien de medias tintas y de equidistancias”, ha reclamado Toca, que ha recalcado que en Navarra y España “el terrorismo tiene un nombre y es ETA”, que ha asesinado a 42 personas en la Comunidad foral, 27 de ellas en Pamplona. “Hemos pasado más de 50 años de nuestra vida como sociedad sometidos a la imposición del terror viendo como se sembraban las calles de muertos de manera indiscriminada”, con una “extorsión permanente” y con ciudadanos que “han tenido que emigrar de su tierra para poner a salvo a su vida y la de sus familias”, ha resaltado.

“Y aún así todavía estamos en el tiempo de tener que recalcar ciertos conceptos y reclamar una atención específica y unos pronunciamientos claros”, ha criticado. “Dentro de las libertades que vamos ganando debería estar también la de llamar las cosas por su nombre, sin rubor, sin miedo y sin calculadas ambigüedades, y la de exigir a todos los representantes políticos la condena y deslegitimación del terrorismo pero también de quienes lo han amparado y todavía lo justifican”, ha reivindicado Toca, que junto con la verdad, memoria, dignidad y justicia, ha pedido “respeto”.

También ha intervenido en el acto Francisco Javier Berlanga, hijo de Francisco Berlanga, y ha recordado que hace 42 años, en el lugar donde se ha celebrado el acto en la Plaza del Castillo, fue asesinado su padre. “Para muchos de nosotros, sus amigos y familia, parece que fue ayer, porque para nosotros siempre está presente”, ha remarcado.

Por otro lado, ha criticado que “desde las instituciones siempre se nos pide silencio, alegando la educación o para no provocar, mientras tanto blanquean a una banda terrorista y se recibe con aplausos, fiestas y bailes a sus componentes en las calles”. “Un silencio que ha llegado hasta las instituciones y a la mayoría de los españoles”, ha lamentado para pedir que, en vez de un minuto de silencio se realice un minuto de aplausos por “todas las víctimas y todos los hombres y mujeres que, desde las calles y las instituciones, estuvieron, están y estarán salvaguardando nuestros derechos, deberes y libertades”.

Lugares de recuerdo y homenaje

El primer acto ha tenido lugar en la Plaza del Castillo 26, donde un 2 de enero de 1979, fallecía el artificiero de la Policía Nacional Francisco Berlanga Robles, asesinado por una bomba colocada en una bolsa junto a una inmobiliaria. Su hijo Francisco Javier y su hermano José María Berlanga Robles han acudido a este homenaje. Su hijo ha recogido la réplica de la placa y se ha pronunciado unas palabras en recuerdo de su padre.

De ahí, la comitiva institucional se ha traslado a la calle Cortes de Navarra 5. Allí, un 17 de octubre de 1987 moría Mª Cruz Yoldi Orradre, tras explotar una bomba colocada a la altura de las oficinas de una compañía de seguros. María Cruz trabajaba como repartidora de periódicos y pasaba por la zona tras haber salido de su casa en la calle Mayor. Han asistido al acto su hija María Cruz Eguíluz y otros familiares. En nombre de la familia, Ana Isabel Ortigosa ha dirigido unas palabras a las personas asistentes.

El tercer punto del recorrido ha estado en el paseo de Sarasate, en las inmediaciones del edificio de Correos. Se ha homenajeado y se han descubierto las placas en recuerdo de los guardias civiles Antonio Conejo Salguero y Fidel Lázaro Aparicio. Ambos fallecían tiroteados a quemarropa un 25 de mayo de 1983 mientras realizaban labores de vigilancia en la oficina de Correos. En nombre de las familias ha dedicado unas breves palabras el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio José Barbero.

Por último, la última visita ha llevado a las personas asistentes a la calle Taconera, a la antigua cuesta de la estación, donde el 9 de mayo de 1978, explotaba una bomba al paso de una camioneta de la Guardia Civil por la que fallecía asesinado Manuel López González. En nombre de su familia, ha pronunciado unas breves palabras de agradecimiento el delegado de la AVT en Navarra y guardia civil, Vicente Pigueiras.