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Volkswagen Navarra trabaja desde esta semana para recuperar 1.500 de los 6.000 coches incompletos estacionados en la planta

Volkswagen Polo y T-Cross estacionados en el recinto de la planta de Landaben

Alazne Aldayturriaga

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Los trabajadores de Volkswagen Navarra llevan semanas fabricando coches sin poder terminarlos. La falta de suministros de un microchip ha conllevado que la planta de Landaben mostrara una imagen inusual: más de 6.000 coches incompletos se encontraban estacionados dentro del recinto de la fábrica, a la espera de que lleguen los semiconductores que les faltan para poder ponerlos a la venta. Con la llegada de alrededor de 1.500 microchips este viernes, la planta intenta ahora recuperar un cuarto de los vehículos.

La falta de abastecimiento se remonta al verano pasado, cuando con el arranque de producción en la fábrica se toparon con una gran demanda de semiconductores MYB3. Este microchip se emplea tanto en automóviles como en aparatos electrónicos, como teléfonos, televisiones y ordenadores, por lo que el incremento de su uso debido al confinamiento y el teletrabajo acarreó una sobredemanda de la pieza. No obstante, la dirección de Volkswagen Navarra decidió hace unas semanas seguir con la fabricación de los dos modelos que salen de la planta, el Polo y el T-Cross. Alfredo Morales, miembro de UGT y presidente del comité de empresa, afirma que la directiva tomó la decisión “correcta, sin duda”. Según relata, los trabajadores han podido seguir produciendo los automóviles aunque no se completaran, lo que ha evitado “incluir a los trabajadores en el ERTE”.

Los coches han ido saliendo incompletos durante este periodo y se han ido acumulando dentro del recinto hasta llegar a los 6.000 coches, pero “a la hora de recuperarlos” cuando lleguen las piezas, “no tienen mucho trabajo, se puede hacer dentro de casa, en Volkswagen Navarra”, comenta Morales. Por eso, los días en los que se preveía cerrar la fábrica se aprovecharán para “recuperar los coches” a los que les falta el semiconductor. “Con lo cual, es una decisión correcta, porque no se ha trastocado el programa de producción establecido”, sostiene. Es lo que están haciendo este viernes, ya que la fábrica ha recibido 1.500 microchips. Los operarios trabajan desde las 7:00 horas de esta mañana para instalar en los vehículos los semiconductores recibidos, y esperan seguir haciéndolo durante los turnos de tarde y noche. “La velocidad de recuperación es buena. Se prevé que esté en torno a esa cifra”, elogia.

Este aparato electrónico, denominado MYB3, se instala en la guantera del copiloto y, entre otras funciones, se encarga del “accionamiento de la pantalla táctil, la radio y toda esa funcionalidad que tiene la conectividad de la pantalla”. Por eso, mientras el sector automovilístico estuvo parado por la COVID-19, “la demanda de más” de este microchip se “camufló”. Sin embargo, desde que el sector volvió a arrancar, los fabricantes de este semiconductor, aunque también ha afectado a estos sectores, “priorizan los productos electrónicos”, indica Morales. La razón es que el precio de este semiconductor, a pesar de ser el mismo en todos los casos, para el sector automovilístico es de un euro por microchip, para la telefonía móvil cuesta 50, y para los ordenadores, 100. “El problema es la COVID-19, pero ha hecho el efecto rebote, es decir, ha habido una sobredemanda de aparatos electrónicos que, como pagan más, ha repercutido a los que pagan menos”, recalca.

Aun así, Volkswagen Navarra “apenas” ha tenido incidencia por la falta de suministros. Mientras que la media de días de paro del sector se sitúa en torno a los 10 o 15 días, en la planta de Landaben solo han parado la producción durante dos jornadas “prácticamente”. Pese a ello, Morales se muestra precavido ante las posibles consecuencias que la alta demanda de chips podría suponer: “No estamos exentos de que podamos tener un problema, porque la falta de abastecimiento del semiconductor está ahí, pero lo cierto es que, de momento, vamos sorteando este problema con dos días de paro”.

Con la llegada de microchips de este viernes, Volkswagen Navarra intenta recuperar y completar 1.500 de los más de 6.000 vehículos incompletos que están estacionados en el recinto de la fábrica.“Los expertos dicen que hasta principios de 2022 no se va a reorganizar el mercado”, señala el presidente del comité de empresa, por lo que la previsión es que este problema dure todo el año 2021. De ahora en adelante, Volkswagen Navarra seguirá fabricando los dos modelos de la marca que salen de la planta con total normalidad, a la espera de que sigan llegando semiconductores para después recuperarlos.

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