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El PP insiste en las obras de los diques de La Magdalena y reclama la construcción de nuevos espigones en El Sardinero

Espigón de La Magdalena en Santander durante las obras. | ANDRÉS HERMOSA

Laro García

El PP de Santander no se rinde. Gema Igual y su equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de la capital siguen defendiendo hasta las últimas consecuencias que la construcción de diques es la “mejor solución” para proteger las playas del entorno urbano de la ciudad y ni la movilización ciudadana que propició la paralización de las obras ni las muchas dudas sobre el impacto ambiental de estos trabajos que provocaron una catarata de denuncias en los tribunales les han hecho cambiar de opinión.

Así, tras la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica el pasado mes de septiembre, que decretó “la suspensión temporal total e indefinida” de la obra para la estabilización del sistema de playas La Magdalena-Los Peligros, -que preveía la construcción de varios diques, uno ya ejecutado-, la alcaldesa de Santander acudirá la próxima semana a Madrid para exigir la reanudación inmediata de los trabajos.

Lo hará en una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán (PSOE), concertada para este lunes a petición del Consistorio santanderino, y en la que Igual reclamará que el Ejecutivo socialista rectifique “sin más demora” porque, a su juicio, “cada día que pasa se hace más evidente el deterioro de las playas y la urgencia de reanudar las obras”.

Eso es lo que va a trasladar la alcaldesa a los representantes del Ministerio en la reunión del lunes, la necesidad de retomar el proyecto de estabilización de las playas “para evitar que los temporales sigan mermando los arenales como ha ocurrido ya esta semana”.

Según ha informado el Ayuntamiento a través de una nota de prensa, Igual preguntará también si el Ministerio, antes de paralizar el proyecto, “ha realizado algún estudio para evaluar las consecuencias de dejar la obra a medias, no solo para las propias playas, sino también para el conjunto de la Bahía y la canal del Puerto”.

La alcaldesa, que duda de la existencia de esos estudios, ha recalcado que el proyecto para la estabilización de las playas de la Magdalena, Bikinis y Los Peligros fue “fruto de una larga y compleja tramitación, con estudios previos, evaluación ambiental y consultas”.

“Esos estudios establecían cuál sería el comportamiento de los arenales con la solución adoptada, pero lo que nadie puede determinar ahora, sin un nuevo estudio, cuáles pueden ser los efectos de parar las obras con un solo espigón ejecutado”, ha advertido en el comunicado enviado este sábado.

Por eso, ha incidido en la necesidad de que el Ministerio explique en qué informes o estudios se basa su decisión y qué medidas piensa adoptar a partir de ahora. En la entrevista la alcaldesa insistirá en que “la mejor solución y la única que garantiza la continuidad de las playas es la que se estaba ejecutando, tal como determinaron los expertos”. Y por ello, pedirá que se reanuden cuanto antes los trabajos.

Impacto ambiental

La obra, que ha estado envuelta en la polémica desde su anuncio, despertó un gran malestar entre los colectivos ecologistas y conservacionistas, que presentaron ante la Fiscalía distintos estudios que alertaban sobre el impacto ambiental que iba a provocar en un entorno protegido como la Bahía de Santander el proyecto impulsado por el PP cuando Mariano Rajoy ocupaba La Moncloa.

De hecho, tal y como adelantó eldiario.es, Medio Ambiente despreció la afección paisajística a la hora de elegir el proyecto para estabilizar la playa de La Magdalena, ya que el Ministerio primó los criterios económicos frente a los medioambientales, que apenas supusieron diez puntos sobre cien dentro de los criterios de selección.

Además, el departamento dirigido por Isabel Tejerino (PP) rechazó el impacto ambiental de los espigones en la Bahía de Santander pese a las advertencias, ya que distintos organismos públicos alertaron durante todo el proceso previo de las consecuencias para las dunas de El Puntal y el estuario del Miera, una zona de alto valor ecológico, por los cambios en las mareas y el tráfico marítimo.

Sin embargo, según precisó el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, tras anunciar la paralización de las obras con la llegada al poder del PSOE, el dique existente “no se derribará de momento”, puesto que “las obras se paralizan para estudiar las alegaciones y luego se decidirá si continúan o si se revierte la obra”.

Más espigones en El Sardinero

Por si todo este conflicto no fuera suficiente, con un enfrentamiento público y sostenido entre el Ayuntamiento y la oposición, y el equipo de Gobierno y los colectivos ciudadanos, Igual quiere retomar a su vez otro proyecto que volverá a levantar ampollas, ya que piensa reclamar al Estado la construcción de tres espigones perpendiculares al muro del paseo, de unos 15 metros de longitud, en la Segunda Playa de El Sardinero.

Según ha recordado la alcaldesa, la evaluación ambiental del proyecto terminó hace casi un año sin alegaciones y la previsión era iniciar los trámites para la licitación de las obras en cuanto se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado de este año, pero por medio tuvo lugar la moción de censura que llevó al Gobierno a Pedro Sánchez y este proyecto ha quedado en el cajón.

El proyecto que aprobó el PP en aquel momento preveía una inversión de alrededor de 463.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses, y tenía como objetivo “frenar la erosión provocada por el oleaje, especialmente durante los temporales que azotan la costa en invierno, y evitar que el extremo del paseo marítimo quede desprotegido por la pérdida de arena en su base”.

En los detalles técnicos de esa propuesta se contemplaba que los tres espigones estuvieran formados por una escollera de hormigón de una tonelada o más, y la altura en total sería de 3,25 metros. Esta cota permanecería constante a lo largo de 15 metros, la longitud prevista para los espigones de El Sardinero.

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