“El Gobierno recorta a los más débiles porque no le hace daño en los votos”
Para la profesora Begoña Pérez, el actual sistema de protección social en España está orientado hacia los mayores de 65 años, que son los que cuentan con pensiones y los que más utilizan el sistema sanitario. ¿Y los jóvenes? “El sistema los tiene olvidados, sin prestaciones ni recursos, con recortes en educación....”. Begoña Pérez es profesora de Trabajo Social y Servicios Sociales en la Universidad Pública de Navarra y ha participado en los cursos de verano que desarrolla la UPV en San Sebastián, en concreto sobre el desamparo social y la desigualdad. Pérez, quien establece sus líneas de investigación en el ámbito de la exclusión social y el análisis de las políticas sociales públicas, critica la actuación del Gobierno central porque fija “sus recortes en la parte más débil de la sociedad, las organizaciones sociales y los que reciben ayudas de dependencia. Recorta donde se produce menos alarma colectiva, donde sabe que electoralmente no tendrá un impacto negativo porque no le votan”.
La crítica la hace extensiva al conjunto de las administraciones pública porque el patrón electoral que siguen es similar. “Los recortes se producen donde menos arrigo tiene el Gobierno. En sanidad se mantiene el acceso universal, pero se deja fuera a los extranjeros sin papeles, que son los que menos recursos tienen y los que peor lo están pasando. ¿Por qué? Pues porque aunque se critique la medida desde algunas organizaciones sociales y humanitarias, no se crea la suficiente alarma social”.
“Las pensiones”, añade, “están más o menos garantizadas y el acceso a la sanidad también, pero los jóvenes son los que peor lo están pasando y para ellos no hay un sistema de protección eficaz. Hay jóvenes que tienen que dejar los estudios porque ya no pueden pagarlos. Es un desastre que acrecentará la brecha de la desigualdad”. Por eso, Pérez aboga por un prestación de desempleo de carácter universal, que se prolongue en el tiempo porque la crisis lleva golpeando muchos años. “Se protege a los desempleados que han trabajado y cotizado. Muy bien, pero ¿y los que no han tenido ninguna oportunidad de cotizar y no lo van a poder hacer por ahora? ¿Con qué recursos cuentan?”. Y en esa línea recuerda que “los hogares con jóvenes entre 25 y 35 años donde no entra ningún salario crecen día a día”.
Pagar impuestos
Frente al desamparo social, Pérez insiste en el reforzamiento de los servicios sociales, en el establecimiento de una renta de garantía de ingresos garantizada por ley y en repensar la prestación por desempleo, para que llegue a todos los que la necesitan. “Las familias y los jóvenes son las víctimas principales de la falta de políticas sociales. Es preciso más gasto y mejor oirientado, como las ayudas a la vivienda, a la etapa educativa de cero a tres años....”.
Para la profesora de la Universidad Pública de Navarra, al final “no hay mejor forma de solidaridad que pagar impuestos. Lo que no se puede pretender es recibir más pagando menos. Esa ecuación no se puede dar. Los países nórdicos son los que más impuestos pagan, pero son los que mejores servicios sociales tienen”.
