“Me dieron el nombre de Nieves para el puesto y le voté, pero ni le conocía”
El 'caso Nieves' vivió ayer otro esperpéntico episodio. José Luis Marcos Merino, expresidente de la sociedad pública Ibarzaharra, desconocía quién era Juan Cruz Nieves cuando se lo propusieron para el puesto de adjunto a la gerencia. Y a pesar de eso, no dudo en votarlo. Todo con el fin de “preservar” el equilibrio político del que se había dotado a la sociedad para su buen funcionamiento. Juan Cruz Nieves, un exdiputado foral de Bizkaia ha cobrado de Ibarzaharra cerca de 210.000 euros en los últimos tres años sin ir a trabajar. En 2011 se le adscribió como adjunto a la gerencia, propiedad de los Gobiernos central, vasco, la Diputación y el Ayuntamiento de Sestao, creada para regenerar suelos industriales en este municipio, y ha durado en el puesto hasta febrero de este año, cuando ha tenido que dimitir forzado por las informaciones de eldiarionorte.es, que puso al descubierto su situación.
Nieves, un hombre de máxima confianza del PNV y aupado al puesto de adjunto a la gerencia por los peneuvistas, tenía una nómina de cerca de 59.000 euros brutos anuales, a lo que se une un variable anual de otros casi 12.000, sin realizar ninguna actividad (ni siquiera externa). El caso está ahora en manos de la Fiscalía de Bizkaia, que ha iniciado una investigación por supuesta malversación de fondos después de recibir los informes de la Inspección de Trabajo confirmando la existencia de irregularidades.
Merino compareció ante el Parlamento a requerimiento del parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, empeñado en saber cómo es posible que Nieves cobrase de una sociedad pública sin ir a trabajar y que nadie se preocupara por ello. Incluso anunció que va a trasladar la cuestión al Congreso de los Diputados, ya que el socio mayoritario en Ibarzaharra es el Gobierno central. Aunque Merino era el presidente del consejo de administración de Ibarzaharra cuando entró Nieves, esquivó cualquier tipo de responsabilidad en la contratación. “Lo eligió una parte de los socios y me lo comunicaron. Me dieron su nombre y le voté, pero no le conocía de nada. Cuando se empezaron a escuchar rumores en la calle de que cobraba sin acudir a su puesto alerté de la situación a las instancias correspondientes”. Merino se excusó en que “mi dedicación exclusiva era el Ayuntamiento de Sestao, no la sociedad pública”.
Miguel Artaza, director de la Sociedad para la Promoción de Suelo Industrial (Sprilur), también intervino en la comisión. Pero no sirvió para aclarar nada. Con el argumento de que el socio mayoritario es el Gobierno central, eludió cualquier tipo de responsabilidad en la contratatación y mantenimiento de Nieves en el puesto. “Me imagino que cuando se le contrató es porque confiaban en que haría su trabajo”, señaló lacónico.
