La dirección de Euskaltel cifra el paro en un 48% frente al 80% de los sindicatos
Como ocurre siempre, la dirección y los trabajadores no coinciden con el seguimiento de una huelga. Los responsables de Euskaltel han asegurado que el primero de los tres días de paro convocados ha sido secundado por el 48% de los trabajadores, frente al 80% apuntado por los sindicatos, y que los servicios de telecomunicaciones se están prestando “con total normalidad”.
Los efectos prácticos de la huelga, al estar asegurados la prestación en áreas como Osakidetza o el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco tras pactarse los servicios mínimos, se podrían notar si hay problemas técnicos o averías, según han admitido los sindicatos.
El operador vasco de telecomunicaciones, que considera “desproporcionada” la primera huelga en los 16 años de vida de la empresa, ha censurado que la concentración de los trabajadores frente a su planta de Derio ha “impedido la entrada de los vehículos de los empleados a la empresa”. El paro se convoca tras el anuncio de la salida de 40 empleados del área de Informática para realizar su cometido en una empresa externa, aunque con las mismas condiciones económicas, según la dirección. Los sindicatos creen que es el inicio del adelgazamiento y creen que en los dos próximos años, la actual plantilla se reducirá a poco más de 300 personas.
En su comunicado, la dirección asegura que “seguirá luchando por el mantenimiento del empleo y por garantizar el futuro de la compañía, como lo ha hecho hasta ahora”.
La estructura empresarial de Euskaltel (creada en 1995 con capital público y las tres cajas de ahorro merced a un pacto político del PNV con el Gobierno central y que empezó a funcionar en 1997) cambió sustancialmente hace ahora un año con la entrada de un fondo de inversión, Trilantic e Investindustrial, que se hizo con el 48% de las acciones y acabó con el control público de la operadora de telecomunicaciones (Kutxabank bajó del 80% al 49,9% y el Gobierno vasco se deshizo de su 7,45%). Una operación que fue vista con recelo por los sindicatos, que barruntaban problemas para la plantilla. Euskaltel obtuvo el pasado año unos beneficios netos de 47 millones de euros, una cifra que prevé aumentar este año, según ha afirmado el presidente Alberto García Errauzkin.
