Patriotas son los manteros y no los que protestan en el barrio de Salamanca
Me pregunto qué es ser patriota. Se creerán que lo son quienes estos días, envueltos en banderas de España y empuñando palos de golf, ocupan por decenas las calles del barrio de Salamanca, incumpliendo las normas de distancia social que nos hemos dado para superar una crisis que se ha llevado por delante más de 27.000 vidas. Lo hacen supuestamente por la libertad de todos, cuando realmente es por su libertad para, como siempre, hacer lo que les da la gana sin sufrir consecuencias. Su definición de libertad tiene más de economía que de derechos, más de mejorar sus propias condiciones que las de toda la sociedad.
No necesitábamos más ejemplos de la doble vara en las actuaciones policiales, pero esto se lleva la palma. Salen a las calles sabiendo que las probabilidades de salir impunes son altísimas, pero los migrantes no pueden decir lo mismo. Y esto no va de que se les aplique una actuación desproporcionada, sino de mostrar cómo para unos sí se hace el trabajo respetando las leyes (cuando no haciendo la vista gorda) mientras para otros primero se dispara y luego se pregunta.
En el barrio de Salamanca los agentes identificaron a 13 personas, en Aravaca incluso les hemos visto pasar y saludar desde el coche mientras eran aplaudidos por quienes no aplicaban la distancia social. Lo comparas con la situación de los migrantes y es dramático: en la pandemia hemos visto los golpes contra una mujer que defendía a su hijo con discapacidad de una actuación desproporcionada. A una mujer trans migrante tener que abandonar Benidorm por amenazas y coacciones después de denunciar las vejaciones de un policía municipal de la localidad. O a dos chicos negros a punta de pistola frente a sus casas.
Eso no es patriotismo, por mucho que te envuelvas en una bandera, proclames tu amor por España y digas a los cuatro vientos que la defiendes. Demuestran mucho más amor y respeto por la ciudadanía, por sus vecinos, el Sindicato de Manteros de Barcelona, que cuando nos golpeó la pandemia se puso manos a la obra para fabricar mascarillas y batas que donaron a hospitales catalanes. Ellos, perseguidos en las calles y excluidos del sistema por no tener papeles, han arrimado el hombro por la sociedad cuando la situación lo requería.
La crisis sanitaria se ha llevado por delante a una parte importante de nuestros mayores, que han sido y siguen siendo cuidados por una primera línea esencial copada por mujeres migrantes trabajando en condiciones de precariedad económica, muchas veces sin papeles y otras tantas viviendo la explotación laboral lejos de sus propias familias. Han sostenido a la sociedad pese a todas las piedras puestas en su camino.
Me pregunto qué es ser patriota y sé que quienes salieron por el barrio de Salamanca entre banderas y palos de golf no lo son porque eso no se demuestra con símbolos, sino arrimando el hombro como los manteros fabricando mascarillas.
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