Seamos optimistas: “relax test”
Hoy me he propuesto ser optimista sobre nuestra situación económica. Me cuesta trabajo, pero lo voy a intentar. Y lo voy a hacer por higiene mental, pero también como ejercicio intelectual: ver a qué conclusiones llego desde este estado de ánimo, aunque sea algo artificial. Voy a repasar los cuatro grandes problemas que afectan a nuestra economía: (1) el sistema financiero (incluyendo en este capítulo no sólo la restructuración bancaria, sino el flujo de crédito interno y el flujo del exterior, los llamados “mercados”), (2) las cuentas públicas y los ajustes pendientes, (3) el crecimiento económico y (4) el paro.
Estos problemas claramente están relacionados entre sí. Por tanto, un escenario con sesgo optimista en alguna de las cuatro áreas va a salpicar favorablemente a cualquiera de las otras tres, con lo que el resultado final necesariamente estará no solo “un poco” sino “muy” sesgado al optimismo. Por eso, el ejercicio será justo el inverso a un ejercicio de estrés o “stress test”, en el que se evalúa siempre el escenario más pesimista y sus consecuencias. Por eso, voy a llamar a esto el “relax test”.more
1. El sistema financiero. Empecemos por el bail out (ni siquiera voy a llamarle rescate, estamos de relax). Hay muchas dudas sobre él. La principal, cuándo se va a poner en marcha. Hay muchos trámites pendientes por aprobar, en Bruselas y en Alemania, suponiendo que el resto de los países no ponen impedimentos. En el escenario más optimista, ¿cuándo se aprobará y llegará el dinero a España? Voy a suponer que a final de este año, aunque me dicen que eso es exageradamente optimista. Pero estamos en el “relax test”… Ahora, ¿qué condiciones se van a poner a los bancos (y solo a los bancos rescatados)? Voy a suponer que unas condiciones suaves, manejables, que apenas supondrá unos cierres de oficinas (unos 1.000 o 2.000 empleos) y unos requisitos de solvencia razonables. ¿Cuánto tiempo durará el saneamiento de los bancos dañados? Los optimistas dicen que en torno a 2 años, mínimo año y medio. Como estoy en el escenario optimista pondré solo un año. Es decir, que hasta enero de 2014, en el escenario extremo optimista, no habremos saneado la banca dañada.
¿Qué pasará con el resto de los bancos? Es decir, cuando los bancos rescatados saquen “a la venta” su stock de suelo e inmobiliario. ¿Cómo va afectar la caída de los precios de estos activos a los balances y tasa de mora de los bancos “sanos”? Voy a suponer que la caída de precios no va a ser muy grande, un 10-15%, que la tasa de mora no va a subir más de un punto, hasta el 12-13% (me dicen que esto es imposible) y que los bancos sanos encajarán bien todo este proceso (me dicen que no todos lo harán). Pero, ahora la pregunta clave: ¿cuándo empezará la banca “sana” a dar crédito? Claramente tendrá que esperar a que culmine la restructuración de la banca dañada, para evaluar el impacto sobre sus propios activos y esperar a que no tengan también ellos que sanearse. También estarán esperando a que se arregle el flujo exterior a la economía. Voy a suponer que no habrá efectos de segunda ronda en el saneamiento bancario y que todo se arreglara a la primera. Por tanto, en el escenario optimista tendremos que esperar hasta enero de 2014 a que vuelva a empezar a fluir el crédito a nuestra economía. (La AEB ha dicho que hasta 2015, imposible, pero esos son unos cenizos!).
Y ¿que pasará en los “mercados”? Claramente dependerá de lo que ocurra con este proceso de saneamiento de la banca, de las decisiones europeas sobre la compra de deuda pública periférica, de nuestras cuentas públicas y de nuestro crecimiento. Voy a suponer los escenarios más optimistas para todas estas áreas. Relax.
2. Las cuentas públicas. Voy a considerar que los datos del primer semestre de 2012 han sido un atípico y que las cuentas públicas del segundo semestre van a ser mejores. Para objetivar mi optimismo, me voy a agarrar a las previsiones más optimistas del panel de FUNCAS más reciente, el de junio de 2012, y elegiré las previsiones más optimistas, lideradas por el BBVA (como no podía ser de otra forma). El déficit de las administraciones públicas va a cerrar este año 2012 en el 5,5% (el consenso dice que cerca del 6%) y para el año que viene voy a suponer que la UE concede una prórroga de un año en el cumplimiento del objetivo del 3%, que se retrasa hasta el 2014. Alguien dice que eso ya es demasiado, que a España no se le puede dar todo lo que pida. Pero, recordemos, estamos en el relax test y el objetivo se elevara hasta el 4,3% del PIB en 2013 y 3% en el 2014. Aun así, en este escenario optimista, supone unos 13.000M de euros adicionales de recorte en 2013 y otros 13.000 más en 2014.
3. El crecimiento económico. Hemos concluido hasta el momento que, en el escenario extremo optimista, durante 2013 seguirá sin haber crédito y que tendremos por delante, en el mejor de los casos, un recorte adicional de 13.000M de euros (un 1,3% del PIB) de déficit público, bien en ajuste del gasto o subida de impuestos. Siguiendo el último World Economic Outlook del FMI, nuestro entorno internacional, la UE, del que depende el 70% de nuestras exportaciones y el 90% de nuestro turismo, crecerá un 1,6% este año 2012 y apenas un 0% en 2013. Es decir habrá una caída de casi 2 puntos en su crecimiento. Como homenaje póstumo a Rato, y recordando sus previsiones cuando dirigía el FMI, voy a ser más optimista y suponer que ese recorte solo será la mitad. Además, vuelvo a acudir al panel de FUNCAS más reciente y me agarro a las tres previsiones más optimistas de dicho panel, lideradas por el BBVA (como no podía ser de otra forma). El PIB crecerá en 2013 un 0,4% (el consenso dice que caerá un 0,6%).
4. El paro. El “relax test” me está empezando a poner nervioso. Acudo, una vez más, a los optimistas del panel. Busco desesperadamente alguna creación de empleo asociada a ese crecimiento del PIB de 2013, aunque sea exigua. Toda la tabla es negativa. Lo más optimista que encuentro es que el empleo caerá un 3% este año 2012 y otro 1% el que viene (el consenso duplica la caída). Es decir, que en 2013 se destruirán, en el mejor de los casos, otros 150.000 empleos. En cuanto a la tasa de paro, eligiendo los tres más optimistas, se alcanzará un 24,2% en 2013 (el consenso dice que el 25%) y que eso serán 5 décimas más que este año (el consenso dice que 7).
Rebobinemos. El “relax test” ha terminado. En el escenario más optimista de la economía española, empezaremos el año 2014 con una economía en la que el crédito sigue parado. El proceso de saneamiento de la banca ya ha terminado, pero la economía apenas crece y la tasa de paro supera el 24%. Todavía tendremos por delante otro recorte de 13.000 M de euros de déficit público. El sector inmobiliario seguirá parado y los pisos habrán caído un 10-15% adicional. Se habrán despedido a 1.000 o 2.000 trabajadores del sector financiero, dentro de una destrucción de empleo de 150.000 personas en 2013, añadida a los 450.000 empleos destruidos en 2012.
Esto es lo más optimista que he podido encontrar y escribir. A partir de aquí, todos los escenarios son peores. Pero, al menos, lo he intentado.
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