Las teles que martillean a diario con la corrupción
Anda doliente y quejumbroso Rajoy por el constante “martilleo” de las televisiones, habla que te habla de la corrupción de su partido, que no sería tal si no se contara, se lamenta.
Viene a decir el gran líder Mariano que si no fuera por ese flagelo catódico consuetudinario, las cosas irían mucho mejor para el PP, así en Valencia como en Valencia, después de haber dado la vuelta al ruedo de la España corrupta, incluida la detención postelectoral del delegado de Rajoy en la Comunidad valenciana.
Mariano nos convoca, con esta queja ofendida, al antaño dilema franquista entre libertad y libertinaje, tan propalado por los propagandistas del régimen dictatorial en los sesenta y setenta, cuando para defender la flagrante ausencia de democracia en España se denunciaba un supuesto abuso preventivo de ésta, imposible de existir por falta anterior de libertad de expresión.
Tiempos en los que una cosa era una cosa y otra, solo un poco mayor, un abuso intolerable; cuando el pecado empezaba a estar más acá de los Pirineos y cuando se martilleaba, en la única tele, que en España se vivía como en ningún sitio.
Cuando dice estas cosas tan autoritarias, Mariano ya ni enarca la ceja izquierda, prueba del nueve hasta ahora de que enhebra una mentira. Lo dice el derrotado ganador, como entrenado por su community manager de papel, como pensando, ¡mecachis, de no ser por las teles, no se me escapa este Tour!
En el fondo, Mariano está profundamente ofendido con los españoles que han reducido los votos del PP a la mitad en Alicante, por ejemplo, después de que él dijera en la plaza de toros de Rita: “eres la mejor”; elogio penalmente reincidente después de los anteriores ditirambos a Camps, Fabra –polvo, pero polvo encarcelado- y Matas, en momento Pantoja; todo esto antes del “qué hostia, qué hostia”, de Rita al jefe de los guardias, horas antes de que Serafín Castellano fuera detenido por los propios guardias a los que mandó.
Los periodistas que acampan en el área mas que perimetral del PP Mariano, atisban frescas señales de “cercanía y proximidad” en el recién estrenado sobreesfuerzo informativo del PP, que de momento pasa por sacar a hablar a pensamiento Floriano y esconder a anacoluto Cospedal, porque “está trabajando”, dicen, de lo que se deduce que Floriano, cuando portavocea, está holgando.
Mientras, en el sóviet de obreros, soldados y campesinos de Madrid no hay síntomas de checa; hace calor, como siempre en junio en Madrid --y no como en Bielorrusia--, los estudiantes preparan sus exámenes finales, y sigue la retahíla de imputados en el PP, ahora vamos con Lucía Figar y Salvador Victoria, penúltimos encausados en plena regeneración de papeles triturados, por mor del medio ambiente. ¡Victoria, ese triunfo contra la corrupción, que lanzaba denuestos contra los imputados a babor y estribor, ahora imputado! No dimitirá de nada.
En su interminable viaje al centro, un grupeto de sujetos de ultraderecha enarbolan las frases de Esperanza y se lían a mamporros contra los periodistas en Colón y levantan el brazo a la romana -conspicuo ejercicio centrista- en Ferraz, sede del PSOE. Se reclaman de centro.
A 3.000 euros el artículo, antaño, Esperanza mezcla en su último libelo a Carmena con los nazis. Disparatada. (¿Le pagarán tres euros por cada conjunción copulativa?).
Desde luego que si la traducción del mensaje de las últimas elecciones, perdidas moralmente por el PP, es que van a dejar salir a Wert camino de Francia, poca empatía con los votantes del PP cabreados se habrá producido.
Es tan ágil Mariano que se plantea cambios para antes del verano, a unas semanas vista de las generales. Está por ver que realmente se produzcan y que reflejen que ha entendido el mensaje de las urnas. En el fondo, Mariano sigue pensando que si no llega a ser por las teles, él sería campeón. Pero, ¿no han saqueado lo bastante a las teles privadas? ¿Se refieren a la menguante en audiencia tele española? ¿A la saqueada de Castilla-La Mancha? ¿A la ikastola de hip-hop extremeña?