Albert Rivera amaga con rechazar el techo de gasto y el Gobierno dice que es sólo un show
A los dirigentes de Ciudadanos no les ha agradado las interpretaciones que se han hecho del inesperado almuerzo que celebraron este martes en la Moncloa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Albert Rivera: han negado que con este encuentro Rivera haya reforzado el acuerdo de investidura que firmó con el líder del PP para garantizar que pudiera gobernar.
“Se trata de reuniones habituales que se vienen celebrando entre miembros del Gobierno y de Ciudadanos”, se apresuraron a contestar. Este martes, en la primera ocasión que han tenido, los dirigentes de Ciudadanos han querido escenificar que el apoyo al Gobierno en materia económica no es gratuito y que van a seguir haciendo valer el peso de sus 32 diputados.
Tras una hora larga de reunión en Hacienda, los de Rivera decidieron condicionar una nueva reunión con el Gobierno para comprometerse a apoyar el techo de gasto a que el ministro, Cristóbal Montoro, les garantice que habrá una bajada del IRPF en 2018.
Desde el partido de Rivera aseguran que no es que hayan dado ningún portazo a la negociación, sino que simplemente la condicionan a que el ministro “rectifique”.
Fuentes cercanas al ministro, sin embargo, desdramatizan este distanciamiento y califican de “show” el movimiento estratégico de C's. “¿Alguien cree que al final no van a dar su apoyo al techo de gasto?”, se preguntan, sin desvelar si el ministro cederá a las exigencias de Rivera. Pese a ello, han dejado entreabierta la puerta a que “en cuanto se pueda”, se intentará bajar el IRPF.
Aunque de momento no hay fecha para una segunda reunión para abordar el asunto, el acuerdo no se puede demorar demasiado ya que la aprobación del techo de gasto tendrá lugar el próximo lunes 3 de julio, en un Consejo de Ministros extraordinario.
En Ciudadanos saben que es muy importante cuidar las formas y no dar la sensación de que están dispuestos a entregarse al Gobierno sin lograr contrapartidas. Ya lo han hecho en otras ocasiones. En concreto, durante las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado, que al final apoyaron. El pacto fue cerrado entre el propio Rivera y Rajoy la víspera de anunciarlo.
Que iban a dar su apoyo nadie lo dudaba pero desde Ciudadanos presumieron que si dieron ese sí definitivo fue a cambio de conseguir que “no hubiera recortes ni subida de impuestos” y de lograr 5.000 millones euros en inversiones para políticas sociales. “Gracias a Ciudadanos va a mejorar la vida de la clase media trabajadora”, afirmaron en reiteradas ocasiones.
Además, los de Rivera quieren también alejar esa imagen de polarización que se está dando en el Parlamento de que hay dos bloques definidos: uno de centro derecha formado por el PP y Ciudadanos; y otro de izquierdas, radicalizado, en el que se sitúa ahora al nuevo PSOE de Pedro Sánchez, al que ven “podemizado”, y a Unidos Podemos.
Rivera ha querido romper esa imagen. Primero con el plante en la mesa de negociación del techo de gasto. Y poco después tras la reunión que mantenía en el Congreso con Pedro Sánchez. De hecho, en la rueda de prensa que ofreció al finalizar el encuentro el líder de Ciudadanos se esforzó en destacar mucho más lo que a ambos les une que lo que les separa.