¿Qué es el cambio? Manuela Carmena, Pablo Iglesias, Alberto Garzón y Mónica Oltra responden
- Manuela Carmena, Pablo Iglesias, Alberto Garzón y Mónica Oltra exponen sus visiones sobre qué significa el cambio político en el libro de entrevistas Voces del Cambio (eldiario.es Libros), de los periodistas Andrés Gil, adjunto al director de eldiarioes, y José Vicente Barcia
- Este miércoles 18, la activista ecologista Yayo Herrero; el candidato de IU-UP a la presidencia, Alberto Garzón; el responsable de discurso de Podemos, Jorge Moruno; y la adjunta al director de eldiario.es, Olga Rodríguez, presentarán el libro en la librería Tipos Infames (San Joaquín, 3, Madrid), a las 19.30
- El acto podrá seguirse en streaming en eldiario.es/directo
Quedan seis semanas para el 20D. Unas elecciones que pueden dibujar un panorama político nuevo, en el que el bipartidismo, representado por PP y PSOE, puede sumar juntos menos votos que nunca. Y partidos que se estrenan en unas elecciones generales, como Ciudadanos y Podemos, pueden resultar decisivos.
¿Cuál debe ser la agenda política, social y económica de un cambio a partir del 20D?
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias; el candidato de IU-UP a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón; y la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, reflexionan sobre estas y otras cuestiones en el libro de entrevistas Voces del Cambio, el fin de la España de la Transición (eldiario.es Libros), que acaban de publicar los periodistas Andrés Gil, adjunto al director de eldiario.es, y José Vicente Barcia. En el libro también son entrevistados Ada Colau, Íñigo Errejón, Julio Anguita, Tania Sánchez, Juan Carlos Monedero, Xosé Manuel Beiras y Yayo Herrero.
Manuela Carmena:
Manuela Carmena:
“Cuatro años pasan volando, y yo quiero dejar columnas que sean inamovibles. La primera es definir, de una vez por todas, lo que es la malnutrición infantil. En eso estoy empeñada. Si es necesario hacer reconocimientos médicos, digamos, de carácter estadístico, pues se hacen. Pero yo quiero decir dentro de dos meses: la pobreza infantil indica esto, que no comen suficientes proteínas, que el nivel de desarrollo tendría que ser de siete y es de cinco, lo que sea, ¿no? Y tenemos X, treinta mil, vale. ¿Cómo lo vamos a solucionar médicamente? Si estos chavales comen eso, eso, eso y lo otro, dentro de cinco meses habrán mejorado. Eso es lo que quiero hacer y dejarlo como una columna fuerte que ya queda ahí. Yo lo que quiero es que sean cosas que queden, lo que no deseo es que después volvamos otra vez atrás. Igual que es fantástico que no hayan conseguido desmontar una Seguridad Social universal, aunque lo han intentado por todos los medios, vamos a impedir que bases esenciales de lo que debe ser una política social positiva nunca más se vuelvan a mover”.
“La otra columna es la vivienda, es un derecho social. Aquí tenemos que tener un gran parque de viviendas que explotemos en alquiler social, eso es imprescindible: las personas tienen un derecho real y ejercitable a una vivienda. Eso es la otra columna, y ahora mismo necesitamos a los bancos, porque nosotros no tenemos dinero para empezar a construir. Además, yo creo que hay que analizar un poco el error que creo que ha cometido la Empresa Municipal de la Vivienda, históricamente, de construir viviendas que han salido muy caras y que eso haya significado también un organismo en quiebra. A lo mejor se pueden utilizar millones de casas, las que hay en subastas, no hay que hacer más”.
“Dentro de esas columnas, otra de las cosas que hay que resolver es el problema de la gente que duerme en la calle. La sociedad moderna no puede permitirse tal cosa. No, señor, a usted no le mandamos al albergue San Isidro porque eso es una cosa inaceptable; a usted le proporcionamos una casa. ¿Que después usted tiene un problema mental? Pues le vamos a ayudar, que ese es otro de los temas. Todo eso hay que combinarlo. Eso es una columna enorme. Y la otra columna enorme es la salud, no la sanidad, sino la salud, como paso previo, que es competencia del Ayuntamiento. Nosotros tenemos que volcarnos en hacer políticas de salud, y hemos de saber que mucha gente que está en la calle es una gente que está muy deteriorada. Hay que abordar su problema de salud; eso es inaplazable y hay que abordar también un problema que yo creo que es fundamentalmente femenino, que es el de la soledad, que genera mucha enfermedad mental. Todo eso hay que abordarlo. Del Ayuntamiento depende la salud y depende la vivienda”.
Pablo Iglesias:
Pablo Iglesias:
“Hay una pelea por las palabras y por lo que significan, que tiene mucho más que ver con lo performativo que con los con- tenidos. En los contenidos podríamos estar muchos de acuerdo. Normalmente, cuando Ciudadanos habla del «cambio sensato», cuando algunos sectores dicen «la gente no quiere ruptura, quiere cambio», normalmente están tratando de apoyarse en esa supuesta moderación de la gente”.
“Frente a una palabra tan fea como «ruptura», la palabra «sensatez» está mejor. No creo que haya muchos elementos de mayor contenido ahí. En mi opinión, es una disputa por ver quién se queda con las palabras con una carga valorativa más favorable. Todos preferimos la palabra «sensatez» a la palabra «ruptura»; todos preferimos la palabra «razonable» a la palabra «radical». Si analizamos, sin embargo, lo que podría ocurrir, aquí ya las cosas son mucho más concretas. No tienen que ver tanto con la disputa por las palabras”.
“Nosotros pensamos que las políticas de recortes, de austeridad, están poniendo en cuestión incluso el proyecto político europeo fundamentado en la prosperidad. Decimos que lo que se ha hecho básicamente no ha servido para salir de la crisis, sino que la ha profundizado, y además nosotros somos resultado de eso. Podemos es una fuerza política que, de alguna manera, expresa la frustración de los sectores populares, de sectores populares que se vieron a sí mismos como clases medias y que, de alguna manera, han sido los grandes perdedores de la crisis. Los parados, los jóvenes, los asalariados, los profesionaLes liberales que, de una forma u otra, han visto precarizada su situación. Lo que nosotros decimos es que hay que democratizar la economía y hacer una cosa que no es muy extraordinaria ni muy radical, que es aplicar políticas neokeynesianas, políticas que aseguren que aumente la demanda y que se garanticen esos derechos sociales. Esos son los contenidos fundamentales del cambio”.
“Luego hay otra cosa, que tiene que ver con la comunicación, y es cómo vestimos esto: el debate sobre si esto es sensato versus radical, si es cambio tranquilo versus ruptura. Pero creo que, en cuanto a los contenidos, hay muy pocos que podrían señalar que la clave fundamental del cambio tiene que ir por una democratización de la economía, modesta. Porque lo que nosotros estamos planteando no es ni siquiera un programa de transición hacia una sociedad socialista, es una economía de mercado un poquito más redistributiva”.
Alberto Garzón:
“En mi opinión, el cambio, al que yo prefiero llamar «transformación», porque creo que implica una connotación más fuerte, requiere la unidad popular porque la izquierda está suficientemente fragmentada, hay que pensar que..., hay que volver a los clásicos y pensar que los análisis políticos no los podemos hacer única y exclusivamente a través del análisis de la superestructura, que dirían los clásicos, o las encuestas, o el ámbito electoral, sino a través de la estructura económica”.
“Caminamos hacia un escenario peor que aquel en el que estábamos, que no solo es restauración, una restauración del sistema que se readapta para facilitar las nuevas exigencias del capitalismo; esas nuevas exigencias del capitalismo implican la privatización de hospitales, implican la discriminación en el acceso a la educación, implican el ataque a las reformas laborales, implican una serie de cosas que es ir hacia atrás, naturalmente”.
“No hay que caer en el error de pensar que se trata de elegir entre nuestra situación actual o una alternativa planteada por nosotros que aborde lo civil y lo constituyente, sino que ya está en marcha un proceso destituyente y constituyente de la derecha, iniciado hace mucho tiempo; probablemente con la inserción en la Unión Europea, el diseño de estructuras supranacionales, la Unión Europea y sus mecanismos, el Banco Central Europeo, uno de los pilares fundamentales que ha implicado un proceso destituyente a su vez, porque van siempre parejos, como el vaciado de la Constitución Española, el vaciado de los estatutos de autonomía... Vaciado que es tanto formal como sustancial, formal porque se ve superada por instituciones supranacionales, sustancial porque ese proceso implica un desmantelamiento del estado social y de los instrumentos que nos permiten poner en marcha una dotación pública, etc. Es decir, ya hay un proceso constituyente iniciado por la derecha, que camina hacia un orden social regresivo a través de la readaptación de las instituciones actuales a otras que sean, digamos, acordes con las ne- cesidades de un capitalismo que se está reestructurando. Eso es lo que vivimos por parte de la derecha y por parte de la izquierda; lo que hay que oponerle es un proceso constituyente por la izquierda, que es destituir este proceso que estamos viviendo, para instaurar una nueva Constitución española, que sea una tercera república federal, con unos contenidos muy específicos que devuelvan la soberanía popular a donde merece que esté, que es evidentemente en la capacidad efectiva de que la gente tome sus propias decisiones. Si no se hace así, la soberanía permanecerá en ese espacio privado, salvaje, antidemocrático, que es donde ahora mismo se encuentra”.
Mónica Oltra:
“La ciudadanía no es que no tenga paciencia, es que ya no tienen tiempo. El día a día no es una cuestión de pacien- cia. La cuestión es que ya no tienen tiempo, porque se les ha privado de una vida digna, directamente. Están en una situación de exclusión social, no de riesgo de exclusión social; odio ese eufemismo, porque se habla de personas en riesgo de exclusión social que están ya excluidas socialmente. Porque una persona que no tiene dinero, que no tiene trabajo, que no tiene ingresos dignos, no tiene esperanza..., ya está excluida de la sociedad, no tiene manera de socializarse. Entonces, no están en riesgo, en riesgo estamos el resto... Yo ya he estado en exclusión social. Además, no es una cuestión de paciencia. Ahí es una cuestión de tiempo, y eso tiene que ser una prioridad ya. Es decir, lo primero que firmó Joan Ribó fue el tema de los comedores escolares, ¿a mí me gusta que los niños tengan que ir a los comedores escolares en verano? Pues no, claro que no me gusta, pero me gusta menos que no coman. Entonces..., bueno, pues las medidas de lo urgente... Está el dicho este de que lo urgente no te desvíe de lo importante, pero es que, en este momento, lo importante es urgente y lo urgente es importante. Es como un barco que está haciendo agua, que tiene agujeros... Pues vale, igual el rumbo..., cuando tengamos tapados los agujeros entonces ya, encaminamos bien el rumbo, ahora lo que quiero es que la gente se pueda ganar la vida, que no tengan que llevar a los niños a los comedores escolares. Es decir, no vale solo con tapar los agujeros, y poner los comedores escolares, hay que remover las injusticias que crean tales desigualdades sociales. Es algo mucho más profundo. Eso es un trabajo a largo plazo, y ahí sí que hace falta paciencia. Entonces, bueno, hay que atender, paralelamente, ambas cosas, pero primero hay que tapar las emergencias, porque si no el barco se hunde”.
“A mí me parece un poco peligroso plantear los objetivos totales, porque eso puede hacer que, si no consigues el total, te frustres. Los objetivos los tienes que situar a un nivel de expectativas, que luego, digamos, no te hagas la trampa tú mismo. Al final, la tela de araña la tejes tú mismo con la expectativa que creas. Porque si lo que quieres es revertir el orden mundial capitalista al ganar las elecciones, pues, hombre, no sé si vas a cumplir ese programa electoral. Pero si tú al final lo que te planteas es hacer pequeños cambios que vayan moviendo el tablero de juego, de manera que podamos acercarnos cada vez más a una sociedad donde todo el mundo tenga más cotas de bienestar, de igualdad, de libertad, de felicidad, como lo queramos llamar, pues, hombre, eso te permite al final que el global vaya cambiando, como decía Galeano: 'Pequeñas personas haciendo pequeñas cosas en pequeños lugares pueden cambiar el mundo'. Yo creo en eso”.