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Casado rehúye la moción de censura contra Sánchez que exige Vox

El líder de Vox, Santiago Abascal, se dirige al presidente del PP, Pablo Casado, en su intervención en la segunda sesión del debate de moción de censura.

Aitor Riveiro / Carmen Moraga

30 de agosto de 2021 23:06 h

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Ambos coinciden en su misión: cambiar el Gobierno de coalición del PSOE y de Unidas Podemos por otro del PP y Vox. Pero difieren en los mecanismos y los tiempos. Las diferentes estrategias definidas por Pablo Casado y por Santiago Abascal para el reinicio del curso político han tenido una conclusión curiosa: un enfrentamiento entre ambos que acumula ya casi un año y que, lejos de desvanecerse, amenaza con recrudecerse en los próximos meses, con el posible adelanto electoral en Andalucía como combustible de un conflicto entre dos fuerzas condenadas a entenderse.

Casado rompió relaciones con Abascal en pleno debate de la moción de censura que el presidente de Vox lideró contra Pedro Sánchez en el otoño de 2021. Abascal apenas recabó los votos de los suyos. Y el no del PP, cuyo líder le espetó: “No queremos ser como usted”. La ruptura no tuvo ninguna consecuencia real en los gobiernos municipales y autonómicos del PP que se sustentan en el partido de ultraderecha. Pero desde entonces el nivel dialéctico entre ambos sí suena a enfrentamiento. 

Este lunes se han reunido por primera vez tras las vacaciones las direcciones de ambos partidos. Ambas formaciones coinciden en su “no a todo” contra el Gobierno de coalición. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, compareció ante los medios en la primera rueda de prensa de lo que definió como “un curso político intenso e importante”. “Cada día con Pedro Sánchez en Moncloa España retrocede en su objetivo de una recuperación previa. Un paso atrás en la salida de la crisis”, dijo, para calificar al Ejecutivo de “ausente, errático y fallido”.

García Egea arremetió contra el Gobierno por –dijo– felicitarse por la gestión en Afganistán. “Lo que está celebrando es una retirada. No sé muy bien qué está celebrando”, espetó, para asegurar que “el Gobierno se ha sumado al operativo cuando ya estaba organizado”, recuperando la tesis de que el presidente estuvo ausente en la primera semana de crisis. “No a todo”.

“Tenemos preparadas todas las reformas. Estamos diseñando los primeros Consejos de Ministros de Casado como presidente del Gobierno”, dijo el número dos del PP. Una frase que pudiera parecer extemporánea cuando para las próximas elecciones generales quedan más de dos años, si Sánchez no decide adelantarlas. Algo que, vistas las encuestas y las dificultades para armar la mayoría que le dio la investidura, no parece muy probable. De hecho, en público y en privado tanto en el PSOE como en Unidas Podemos descartan un adelanto electoral.

Pero que en el PP estén ya ensayando los Consejos de Ministros no implica que aspiren a asumir pronto el Gobierno. De hecho, García Egea volvió a rechazar a preguntas de los periodistas que vayan a presentar una moción de censura, como les exigen otra vez desde Vox, o que tengan previsto apoyar la de Abascal, si finalmente la vuelven a presentar como han sugerido.

“La moción de censura a Pedro Sánchez solo puede hacerse en las urnas uniendo el voto de todos los que queremos un Gobierno sensato, capaz, creíble y con peso internacional. Ese es el trabajo que tenemos que seguir haciendo”, defendió García Egea, quien dejó un recado para Vox: “Hace tiempo que se dieron cuenta de que la alternativa es el PP. Nada de despistarnos con otras cuestiones”.

Abascal lanza el aviso por Andalucía

Casado este lunes no hizo ninguna declaración, aunque la semana pasada se prodigó casi a diario. Sí lo hará el martes, en un acto en Barcelona de preparación de la convención nacional del PP, prevista para principios de octubre.

Quien sí regresó formalmente de sus vacaciones fue Santiago Abascal, que reapareció este lunes para seguir con el guion de los últimos meses: cargar contra el Gobierno “criminal” de Pedro Sánchez. Abascal repitió las consignas que Vox no suelta desde enero de 2020 y a las que el PP recurre a veces. Sánchez es un “presidente indigno e ilegítimo”, sus socios “insultan y denigran a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil”.

Pero sus dardos más duros los dirigió esta vez contra Pablo Casado y contra el PP, al que ahora acusa de ser “un burdo relevo del PSOE”. Es la nueva estrategia tras el estancamiento en las encuestas. “Este Gobierno necesita una alternativa, no un relevo como ofrece el PP, con un cambio de caras y las mismas políticas”, dijo el presidente de Vox ante la dejadez que dice percibir en el partido en el que militó previamente y con el que sigue peleando por su mismo electorado. 

A su juicio, PSOE y PP son “indistinguibles” por cómo han afrontado las crisis que han surgido este verano. Empezando por la “invasión de inmigrantes ilegales” a España, de la que culpa a la permisividad de ambos partidos con las fronteras con Marruecos. Para el líder de la extrema derecha tanto Sánchez como Casado son “cómplices del efecto llamada”.

Abascal aprovechó la rueda de prensa para recordar que Vox ha dado por roto el pacto con los de Casado en Andalucía precisamente por la política migratoria. De momento la amenaza no ha ido a más y la extrema derecha se ha limitado a pedir elecciones anticipadas. Pero el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos debe presentar ya su propuesta de Presupuestos para la comunidad autónoma, lo que implica obligatoriamente negociar con Vox ante la negativa de la izquierda a apoyar las cuentas de Juan Manuel Moreno.

El Gobierno andaluz ya abona el camino para un adelanto electoral que anticipe casi un año las urnas. Si en los comicios del pasado mes de mayo en Madrid el trato entre el PP de Isabel Díaz Ayuso y el Vox de Rocío Monasterio fue con guante de seda todo indica que en Andalucía será muy diferente.

Abascal también reprochó al antiguo bipartidismo el desastre del Mar Menor, pero obvia que desde la moción de censura fallida que presentaron los socialistas y Ciudadanos contra el antiguo bipartito (PP y Ciudadanos), antiguos miembros de su partido forma ahora parte del Gobierno murciano que preside el líder conservador Fernando López Miras.

Con todo, Abascal volvía a emplazar a Casado a presentar una moción de censura contra Sánchez. Si no, quizá lo haga él mismo otra vez. El resultado de la iniciativa difícilmente será exitoso, como ya pasó en 2020, ya que la mayoría del Congreso rechaza de forma activa al partido de ultraderecha.

Lo que sí pone de manifiesto la moción de censura, la de hace un año y la de ahora, así como todo el poder municipal y autonómico que atesora el PP, es que sin Vox no podría gobernar. Ni siquiera el incontestable triunfo de Ayuso le sirvió para lograr la mayoría absoluta. La presidenta madrileña tuvo que negociar su investidura con Monasterio. En la ciudad de Madrid, el rechazo de Vox a aprobar el nuevo Madrid Central de José Luis Martínez Almeida puso en riesgo el proyecto, pero el inesperado apoyo de los cuatro exconcejales de Más Madrid afines a Manuela Carmena va a salvarlo. El problema para el PP es que no en todos los ayuntamientos hay escindidos (o tránsfugas) de los que tirar y los de Pablo Casado están abocados a entenderse con Vox. Siempre que no tengan una mayoría absoluta como la de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, que ninguna encuesta da ahora mismo.

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