La infanta Cristina escucha impasible, sin gesticular, las preguntas de la abogada de Manos Limpias, que ya se prolongan durante varios minutos. El tribunal interrumpe a la abogada López-Negrete cuando le pregunta por la situación de una de las empleadas del hogar, contratada presuntamente por Aizoon, cuando era quien pasaba “muchas horas con sus hijos”. El tribunal pide que la letrada no introduzca cuestiones personales.