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Las elecciones del 4M abrasan a Tezanos

El presidente del CIS, José Félix Tezanos. EFE/ Mariscal/Archivo

Irene Castro

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“¿Quién sabía antes quién era el presidente del CIS?”, la pregunta la formula un alto mando socialista sobre la figura de José Félix Tezanos, que encadena polémicas al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas prácticamente desde el día en que fue nombrado. Primero fueron ataques de los partidos de la derecha, disconformes con las proyecciones que hacía para distintos comicios, después algunos colegas demoscópicos y últimamente el malestar ha llegado a algunos cargos socialistas.

La decisión de Pedro Sánchez de situar al frente del CIS a este veterano sociólogo con una larga militancia en el PSOE ya fue controvertida. Tezanos formaba parte en aquel momento de la Ejecutiva del partido, un puesto al que renunció a regañadientes. Desde entonces ha estado en el ojo del huracán, pero su reflexión sobre la “tabernidad” en referencia a los votantes de Isabel Díaz Ayuso en una revista publicada la jornada de reflexión, su escaso acierto en las encuestas del 4M e incluso por seguir encuestando cuando ya estaba prohibido publicar sondeos sin avisar a los partidos han agravado la controversia que desprende su figura. El PP ha anunciado una demanda por malversación de fondos públicos.

Desde que llegó al CIS en 2018, Tezanos ha puesto en marcha numerosos cambios en el organismo que siempre han sido acogidos con críticas. En el inicio de su andadura modificó en varias ocasiones la metodología de los barómetros -que ahora incluyen estimación electoral mensual y no trimestral- provocando un cierto caos en todos aquellos que utilizaban sus encuestas como materia prima para hacer análisis, empezando por los propios medios de comunicación. Sus explicaciones nunca han estado exentas de crítica y la sombra de su militancia socialista planea sobre toda su gestión, incluso cuando clavó el peor resultado del Partido Popular en unas elecciones.

Con los comicios catalanes preparó un sondeo en el que preguntó por Salvador Illa como presidenciable dos meses y medio antes de que se anunciara su candidatura y posteriormente improvisó una encuesta flash que difundió en el último momento antes del margen que determina la ley. En las elecciones madrileñas repitió el experimento.

En Catalunya, las estimaciones del CIS se acercaron a los resultados del 14 de febrero -al igual que sucedió en las europeas, en las autonómicas de 2019 y en las primeras generales-, pero en el caso de las elecciones madrileñas fallaron estrepitosamente. En el barómetro preelectoral -elaborado entre el 19 y el 28 de marzo- dio al PP la victoria, pero con 59 escaños y situó en segunda posición al PSOE con 38 escaños -catorce más de los que ha obtenido-. El CIS pronosticaba un empate entre bloques muy alejado de lo ocurrido en las urnas un mes después.

También falló en el que se publicó doce días antes de los comicios al dar opciones de Gobierno a la izquierda. Además, pronosticó diez escaños menos de los que Isabel Díaz Ayuso obtuvo en las urnas mientras que a Ángel Gabilondo le dio diez más.

“Todos los estudios demuestran que hasta el 15% de los ciudadanos deciden su voto en la jornada de reflexión o en el mismo día de las votaciones, por ello cualquier previsión anterior es susceptible de error, sobre todo si se producen cambios relevantes en los estados de opinión antes de las elecciones. Además, el contexto actual de la pandemia COVID-19 es una situación excepcional con muchos cambios de tendencias por diferentes acontecimientos acaecidos, y por ello, es muy complejo poder prever la conducta ciudadana cuando tantas personas decidirán su voto el último día”, explican fuentes oficiales del CIS. “Teniendo en cuenta los márgenes teóricos de error y las fechas de realización de la encuesta, así como un panorama político tan volátil, la predicción de escaños del CIS ha acertado en cuatro de los seis principales partidos concurrentes. La desviación se ha producido en dos partidos”, agregan en referencia al desatino en el caso de las encuestas previas al 4M.  

Más allá de la 'cocina' (un elemento científico para corregir las respuestas en bruto que ofrecen los ciudadanos al ser preguntados, cotejándolo con su recuerdo de voto y otras variables) y cuya forma de aplicarlo constituye siempre una pelea entre los partidos en función de a quién beneficia cada encuesta, la gran polémica de estas elecciones se produjo a raíz de las encuestas que el CIS siguió haciendo pasado el 29 de abril -que es la fecha a partir de la cual la ley electoral impedía publicar más sondeos-. La misma ley electoral permite a organismos dependientes de las administraciones públicas realizar encuestas sobre intención de voto siempre y cuando ponga los resultados a disposición de los partidos que concurren a las elecciones en ese territorio. Tezanos no avisó a las formaciones políticas.

El argumento del CIS es que esas encuestas se realizaron por motivos científicos, en su búsqueda del método más adecuado para la estimación de voto en los actuales contextos de volatilidad de voto ya que sostienen que los métodos utilizados eran válidos para el bipartidismo pero ya no funcionaban para la coyuntura política actual, en la que los electores pasan fácilmente de un partido a otro y apuran su decisión al último momento. Por ello, alegaban que seguir preguntando a los ciudadanos hasta el último momento puede resultar muy útil para perfilar esa fórmula de la estimación de voto, informa Europa Press.

El PP se lanzó a degüello a por el presidente del CIS, que envió los datos a los partidos que se lo solicitaron -en el caso de los conservadores a través de la Junta Electoral-. El partido de Pablo Casado ha anunciado una denuncia por malversación de fondos públicos y financiación irregular contra Tezanos. “Ya está bien de que paguemos con nuestros impuestos la campaña electoral fallida de Pedro Sánchez y Ángel Gabilondo”, expresó el líder del PP en la recta final de la campaña en la que señaló directamente a la dirección socialista: “Ferraz hace uso de los medios del Estado para hacer campaña y también lo quiere hacer con la demoscopia”.

Tras la polémica que llevó al CIS a facilitar los datos al PP y que acabó publicando El Mundo, el organismo ha publicado en una entrega inédita los resultados de esas entrevistas realizadas hasta la jornada de reflexión que apuntan a que el 22% de los madrileños decidió su voto en la campaña y un 6% el mismo 4M. También identifica que buena parte de los abstencionistas en otros comicios se votaron en esta ocasión y lo hicieron al PP, una realidad que en Moncloa admiten que no detectaron en los sondeos. “La última encuesta se ha realizado del 27 de abril al 3 de mayo, con el objetivo de analizar e identificar con mayor cercanía las principales tendencias y datos de la realidad sociopolítica y electoral, dado el alto número de personas que toman sus decisiones de voto durante la campaña y sus últimos días”, explican desde el CIS a elDiario.es.

Cuando aún coleaban las críticas por esa encuesta que a priori había sido secreta, Tezanos volvía a incendiar la recta final de la campaña electoral con un artículo publicado en Temas, la revista que dirige propiedad de la socialista Fundación Sistema que él mismo preside, en el que insultaba a Ayuso. “La mayor parte de los analistas –al menos los que mantienen alguna independencia de criterio– vienen mostrando su sorpresa por la escasa entidad intelectual y política de la candidata. Algunos, incluso, no han dudado en recordar su pobre trayectoria anterior en el PP, subrayando la humillación que tuvo que soportar por parte de quienes valoraron en su día su nivel óptimo de competencia encargándola del twitter del perro de Esperanza Aguirre (”Pecas“)”.

Pero no era el único pasaje controvertido, sino que se refería al marco de la “tabernidad” en el que se celebraban los comicios madrileños apenas tres días antes de que se celebraran. “Pasando por encima de las teorías habituales sobre la estratificación social y los alineamientos políticos sustentados en clases sociales e intereses económicos, como los que el PP suele movilizar, en este caso han recurrido a un amplio sector social que se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares. Establecimientos que Madrid tiene en abundancia. Posiblemente más que ninguna otra ciudad del mundo”, reflexionaba Tezanos en su artículo en el que apuntaba a que “la candidata y sus asesores han desarrollado un discurso sociológico y político que, bajo la bandera de la libertad –libertad de tabernas, se podría decir–, ha logrado movilizar un amplio apoyo”. Ese apoyo, proseguía el presidente del CIS, estaba integrado por “empresarios del sector que operan como eficientes agentes electorales permanentes, junto a bastantes jóvenes y adultos habituales de tal tipo de establecimientos”.

Tezanos se ampara en la libertad de expresión que le otorga la Constitución en su calidad de ciudadano y fuentes del CIS argumentan que publicó el texto “en un medio de comunicación privado como la revista Temas”. “Las limitaciones establecidas por la Junta Electoral en el caso de los cargos institucionales se limitan al ámbito donde se vierten opiniones o se realizan declaraciones, siendo evidente que en este caso se hacen en una revista privada y no en un ámbito o lugar institucional. Este artículo no está firmado como Presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, sino que debajo del nombre del autor consta que es ”Director de la Revista Temas“. Por lo tanto, limitar o sancionar un artículo como este, implica sancionar al director de una publicación de debate en su condición de director de dicha publicación”, explican.

El artículo tuvo una rápida repercusión mediática y respuesta en las redes sociales mientras los socialistas asistían con cierta perplejidad a la enésima salida de tono del responsable del CIS. El PP, que llevaba semanas convencido de su arrolladora victoria, no dudó en hacer mofa del asunto.

Prácticamente de la misma forma que se expresó en Twitter la candidata del PP durante la jornada electoral comenzó su discurso en Génova cuando se confirmó la victoria de la que ella estaba segura. “¡Espero que los tabernarios hayáis pasado un buen día. Yo también. Porque Madrid es libertad y porque no entienden nuestro modo de vida, por eso el sanchismo no entra en Madrid, porque no se puede dirigir, no se puede controlar, no se puede imponer”, exclamó la presidenta madrileña.

A ese comentario en Twitter de la candidata del PP el mismo día de las elecciones, se sumó el que ha sido su jefe de campaña y portavoz en la Asamblea, Alfonso Serrano, que trasladó al llegar a Génova las buenas sensaciones antes del recuento electoral. “Muchos tabernarios han votado a Isabel Díaz Ayuso mal que le pese al señor (José Félix) Tezanos”, ironizó.

“Yo no entiendo esta especie de declaraciones de insultar a los votantes madrileños. Cuando el adversario te gana ha hecho algo bien o ha interpretado el momento de una manera que tú no has hecho [...]. Ayuso, cuando gana y gana legítimamente, es porque ha entendido algo de ese ánimo social que el resto hemos entendido menos”, reflexionaba este jueves Íñigo Errejón en una entrevista en la Cadena SER sobre las palabras de su excompañero de Podemos Juan Carlos Monedero, que aseguró que los votantes de derechas están “alienados” y no le parecen “Einstein” o de Carmen Calvo, cuando aseguró tras la derrota electoral que para los socialistas es difícil el marco que puso la derecha sobre “cañas, no encontrarte a tu ex y recibir abrelatas de berberechos”.

En cuanto a Tezanos, no es la primera vez que vierte su opinión en la revista antes de un proceso electoral, a pesar de la neutralidad que se le atribuye al responsable del centro público de sociología. Ante la repetición de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, escribió un artículo en el que culpaba al resto de formaciones del bloqueo y pedía concentrar el voto en quien “hoy por hoy puede gobernar” en referencia al PSOE. En aquel momento, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos exigieron sin éxito su dimisión como presidente del CIS. Los dos últimos y Vox le denunciaron ante la Junta Electoral. No obstante, árbitro electoral rechazó apercibir a Tezanos al haber vertido esos comentarios en una revista privada. “Aunque resulte aconsejable que durante los periodos electorales quien preside una entidad como el CIS mantenga una actitud de respeto a la neutralidad política”, decía la resolución, “los preceptos de la Ley Orgánica del Régimen Electoral Central”.

Tezanos era uno de los convencidos de que la repetición electoral auparía al PSOE, para el que pronosticó una horquilla de entre 133 y 150 escaños diez días antes de las elecciones del 10N en las que Sánchez se quedó con 120 diputados (tres menos que en abril de ese año). “No pretendo acertar”, respondía Tezanos de sí mismo cuando se le pregunta sobre la fiabilidad de sus pronósticos.

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