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El PP permite que Rajoy burle al Congreso y carga de forma violenta contra la oposición

El PP rechaza que el pleno de la próxima semana incluya control al Gobierno

Luz Sanchis

Mariano Rajoy no dará ningún tipo de explicaciones sobre Luis Bárcenas en el Congreso. Ni habrá un pleno extraordinario en julio ni se creará una comisión de investigación sobre la corrupción política. La mayoría absoluta del PP ha vetado todos los intentos de la oposición para que el presidente del Gobierno dé la cara en el Parlamento.

Las justificaciones han sido que un jefe del Ejecutivo no baja a la arena por lo que diga un preso y que la cúpula del PP ya ha ofrecido suficientes aclaraciones. Así las cosas, Rajoy no volverá a someterse a una sesión de control en el Congreso hasta mediados de septiembre.

Para impedir que el asunto se debatiera en último lugar y la discusión en la Diputación Permanente pasara desapercibida, todos los grupos menos el PP han acelerado esta tarde cuando les tocaba el turno de palabra. De esta forma, solo los conservadores han agotado sus siete minutos mientras los demás se limitaban a anunciar el sentido de su voto. Los partidos de la oposición sí han defendido sus propias propuestas, pero el resultado ha sido un debate acelerado que ha durado casi tres horas menos de lo previsto.

Bronca en la Diputación Permanente

En ese momento, el tono del debate ha empezado a calentarse. Uno tras otro, los portavoces han afeado al PP su actitud de querer esconder al presidente mientras los diputados del grupo popular se revolvían incómodos y protestaban en voz alta al escuchar las acusaciones de cobardía. Las alusiones a la película El Padrino han sido numerosas durante el debate. “Me voy porque me estoy cabreando y me van a echar”, ha comentado el diputado por Almería Juan José Matarí, visiblemente encendido.

“Es un delincuente, sí, pero es su delincuente” les ha espetado Alfredo Pérez Rubalcaba. “La mecha de la bomba que tiene Bárcenas ya está encendida” ha dicho Cayo Lara. El coordinador de IU ha pronosticado que este asunto no acabará archivado como el caso Naseiro. Su remate ha sido recordar un tuit de Soraya Sáenz de Santamaría cuando gobernaba Zapatero: “Solo quien tiene algo que ocultar en el Gobierno trata de ocultarlo en el Parlamento”.

Pero aunque ha habido para elegir, la crítica más dura ha sido la de Irene Lozano, de UPyD. Por la reacción del grupo que lidera Alonso, se ha notado que sus palabras les han escocido. Lozano ha hablado de “decrepitud” y les ha pedido que no fueran cómplices de la situación y que usaran la libertad de voto: “Dejen de pertenecer al partido de la sospecha y apoyen que comparezca Rajoy. Cualquier militante o votante del PP firmaría a favor de esta petición”. La diputada ha llegado a decir que en el partido “sólo pueden callar como muertos lo que no pueden explicar como vivos”.

Alonso contra todos

La defensa de las posiciones del PP ha consistido en un ataque feroz de su portavoz. Alfonso Alonso ha acusado a toda la oposición de “ejercer de abogados” de Bárcenas y de “apadrinarlo”, lo que ha sorprendido a todos. Según su lógica, reclamar que Rajoy se explique supone beneficiar al extesorero, al que ha calificado de “delincuente”.

Según ha ido hablando, Alonso ha elevado su tono de voz hasta acabar cerca del grito. En su respuesta a los portavoces ha mezclado los ERE de Andalucía, las deudas de IU y los tiros en la nuca cuando se ha dirigido al de Amaiur, entre otros ejemplos. También ha habido algún momento cómico. Cuando ha proclamado que el PP “nunca ataca a los jueces”, se han escuchado risas. Sus diputados le han aplaudido con ganas, especialmente Carlos Floriano, que ha hablado en varias ocasiones de “causa general contra el PP”.

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