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Las federaciones se revuelven contra el plan de Pedro Sánchez para colocar a sus ministros en las listas provinciales

Pedro Sánchez en un mitin del PSOE.

Irene Castro

Pedro Sánchez se está topando con reticencias en su plan para colocar a ministros y miembros de la dirección del PSOE en los puestos de salida de las listas para las generales del próximo 28 de abril. El presidente abrió las puertas de las candidaturas a los miembros de su gabinete, pero encontrarles encaje no está siendo una tarea fácil. Lo mismo ocurre con algunos miembros de su Ejecutiva, que no cuentan con el respaldo de los aparatos provinciales y regionales. Los puestos de salida son limitados y están por debajo del número de personas que pugnan por ellos. A diez días de que la composición tenga que estar finiquitada, Ferraz trabaja por ajustar todas las piezas del rompecabezas.

El PSOE tiene un sistema para elegir a los integrantes de las listas que parte de las bases con votaciones no vinculantes de nombres (en muchos casos dirigidas) en las asambleas. A continuación, los órganos de dirección provinciales formulan las candidaturas. A partir de ahí, se ratifican a nivel provincial y regional, pero Ferraz tiene la última palabra a través de la Comisión Federal de Listas, que puede hacer cambios en las candidaturas. Sánchez tiene mayoría incontestable en ese órgano así como en el Comité Federal que las ratificará de manera definitiva el próximo 17 de marzo.

El secretario general pretende tener la agenda repleta de mítines ya que su intención es visitar al menos una vez todas las provincias antes del 28 de abril. Pero en los primeros actos no estará acompañado de los cabezas de lista hasta mediados de marzo, cuando las candidaturas estén formalmente aprobadas, según fuentes de Ferraz. Evita así demostrar que en algunas circunscripciones la configuración de las listas ha encallado.

Reyes Maroto enfada al PSOE de Valladolid

A pesar de que el grueso de los conflictos se ha producido en aquellas provincias cuya dirección está enfrentada con Ferraz, también han surgido complicaciones dentro del sanchismo. En Valladolid, la dirección provincial aplazó las asambleas previstas para el pasado fin de semana ante las discrepancias, según adelantó Vozpópuli. El problema se produjo a partir de la decisión de Sánchez de presentar como cabeza de lista a la ministra de Industria, Reyes Maroto, en detrimento del líder provincial, Javier Izquierdo, que forma parte de la Ejecutiva de Sánchez.

Las asambleas se celebrarán “cuando la propuesta de lista esté cerrada”, señalan fuentes socialistas. Una de las bazas que esgrimen en Ferraz es que el PSOE está en buena forma y obtendrá dos escaños por esa circunscripción frente al que logró en 2016 –y que ocupaba Soraya Rodríguez–, pero fuentes socialistas admiten que Maroto podría acabar en la lista por Madrid.

“No está cerrado”, apuntan desde la organización regional, donde dan por hecho que, además de Carmen Calvo como número dos de Sánchez, concurrirán la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y la de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La federación madrileña acostumbra a contar con dirigentes de otras provincias escogidos por Ferraz –como Irene Lozano o Zaida Cantera en los anteriores comicios–, pero esta vez el espacio se achica por lo que Sánchez ha tratado de buscar otro encaje para uno de sus fichajes estrella: Fernando Grande-Marlaska. Fuentes socialistas sitúan ahora al titular de Interior como cabeza de lista por Cádiz. Esa imposición de la dirección federal ha revuelto a la dirección provincial, que quería a Juan Carlos Ruiz Boix y a la actual diputada Miriam Alconchel en los primeros puestos.

Marlaska viaja a Cádiz y Robles, a Ávila

Grande-Marlaska baja a Cádiz después de que la dirección provincial de Ávila hubiera asumido su candidatura. La ministra de Defensa, Margarita Robles, tiene ahora todas las papeletas de encabezar esa circunscripción ante su negativa a encabezar la lista por León. La dirección provincial está alejada de Sánchez y apuesta por el secretario general, Javier Cendón, como aspirante al Congreso. Sin embargo, Ferraz quiere que el responsable de Cultura, Iban García del Blanco, ocupe ese espacio.

Las negociaciones se centran ahora en un acuerdo que reparta el juego entre el Congreso y el Senado: la propuesta de Sánchez es que Cendón se vaya a la Cámara Alta.

Otro de los focos de conflicto estará de nuevo en Palencia, donde la dirección provincial ha planteado al secretario de Organización, Toño Casas, para el Congreso y a Rosa Aldea como aspirante a repetir como senadora. Sin embargo, el plan de Sánchez pasa por que Luz Seijo, responsable de Educación de la Ejecutiva, encabece la candidatura al Congreso. En las últimas generales, Ferraz impuso en la Comisión Federal de Listas a Seijo como número uno de la lista a pesar de que las asambleas habían designado por amplia mayoría a Julio Villarrubia.

Alerta en Guadalajara por Valerio

Uno de los temores en la federación que pilota Emiliano García-Page es que Ferraz imponga a la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, como cabeza de lista por Guadalajara, donde es militante. Las asambleas se han celebrado en los últimos días y el actual diputado y líder provincial Pablo Bellido ha recibido el apoyo mayoritario de las bases.

“Si no pactas al final sales perdiendo siempre. Hay un tira y afloja siempre, pero al final Ferraz se acaba imponiendo”, reflexiona un veterano dirigente acostumbrado a vivir este tipo de procesos. La idea de la negociación también la plantean en la dirección del PSOE andaluz, donde temen que se produzca un desembarco de miembros del Gobierno y afines a Sánchez en las candidaturas por Andalucía.

“Me temo que vamos a medirnos”, reflexiona un dirigente andaluz partidario de que haya cesiones por ambas partes para llegar a un entendimiento. En la federación de Susana Díaz asumen que algunos ministros encabezarán las candidaturas, como María Jesús Montero por Sevilla, José Guirao por Almería o Luis Planas por Córdoba, pero consideran que el resto de candidaturas deberían respetar lo que establezcan las direcciones provinciales o al menos encontrar un equilibrio entre las partes. Por ejemplo, la entrada de Alfonso Gómez Rodríguez de Celis, histórico rival de Susana Díaz en Andalucía, se da por hecha en la circunscripción sevillana, pero fuentes de la organización regional explican que lo razonable es que se incorporara en el número cuatro y no como dos de Montero, que es lo que defienden los sanchistas andaluces. “Si al final quieren imponer nombres se va a saber a quién apoyan más o menos las bases”, advierten en el PSOE andaluz.

Además de Calvo o Montero, otros ministros tienen ya el hueco asegurado, como José Luis Ábalos por Valencia; Meritxell Batet, por Barcelona; Isabel Celaá, por Álava, donde ha desplazado al actual diputado Javier Lasarte; y Josep Borrell, que será el cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas. Fuentes socialistas apuntan a que Pedro Duque y Nadia Calviño han renunciado a encabezar a ir en las listas.

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