Una cantante del Maestranza denuncia fraude en las contrataciones: “No quieren admitir que hay un coro estable”
Alicia Murillo es una corista lírica con una trayectoria de 30 años, pero ahora no quiere alzar su voz para acompañar ningún repertorio clásico, sino para denunciar lo que considera una situación injusta: las supuestas contrataciones irregulares del Teatro de la Maestranza, que –según ha hecho constar en un procedimiento abierto, que iba a tener su vista oral el pasado jueves 18 de diciembre y finalmente ha sido aplazada al 5 de febrero– no permite la continuidad de los miembros de su coro, “instaurando un sistema de rotación para evitar que adquiramos antigüedad como trabajadores”. Una situación que, añade, sufren muchas formaciones vocales y musicales de toda España.
Cabe recordar que el Teatro de la Maestranza, inaugurado en 1991, está dirigido por un consorcio formado por el Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y capital privado. Según Murillo, desde sus inicios hasta 2021 se ha incurrido en esas irregularidades, pues “el primer coro estaba formado por unas 80 personas que trabajaban a través de una asociación sin ánimo de lucro”, recuerda.
Una inspección de trabajo reveló que muchos de los miembros del coro, aproximadamente la mitad de la formación, eran funcionarios que ejercían como coristas en sus ratos libres. Cobraban entre 800 y 1.300 euros por ópera, sin estar dados de alta, pero debido a la escasez de títulos de este género en el cartel del Maestranza, no superaban los 4.000 euros anuales de ingresos. Se prohibió la participación de funcionarios en el coro. En ese momento de búsqueda de voces que ocuparan las vacantes, regresó Murillo, quien ejerce en un puesto cotizado, por no haber demasiados, como es el de contralto. Y encontró, asegura, una situación denunciable.
Voces en prácticas
Un segundo examen laboral en 2024, continuación de la primera inspección, detectó nuevas irregularidades, y en el mismo año la Delegación de Educación abrió expediente a uno de los funcionarios que seguía cometiendo fraude por incompatibilidad de contrato por la exclusividad a la que están obligados los funcionarios de su categoría. Dicho expediente fue archivado el 19 de febrero de 2025, pero ya el resto de funcionarios que aún quedaban abandonó el coro por miedo a sanciones.
“Tenemos de ocho o diez años de estudios, no quieren admitir que hay un coro estable, no quieren hacernos contratos fijos-discontinuos. Así, los mejores cantantes se van al extranjero”, añade Murilo. “En cambio, desde hace años están contratando a estudiantes hasta de segundo curso, a los que llaman para hacer refuerzos en producciones con coros grandes, como en Nabucco. Estos estudiantes no son protegidos con contratos de prácticas que garanticen la salud de sus voces sino que son sometidos a muchas horas de ensayo que no son capaces de afrontar por falta de técnica vocal. El resultado: numerosas lesiones en las cuerdas vocales, afonías... Y mientras, profesionales con carreras y méritos somos despedidos por exigir mejoras laborales”.
Para la cantante, es evidente que la situación no es exclusiva del Maestranza: “En Madrid, en el Teatro de la Zarzuela y en el Real la plantilla se ha plantado, y sobre el Real ha caído una multa de 50.000 euros. En Oviedo saltó el escándalo de que había 76 coristas sin estar dados de alta, en Málaga han estado 36 años sin coro profesional… Es una situación generalizada”
Claridad en las cuentas
José Ignacio García, diputado de Adelante Andalucía, ha criticado por su parte que “esta situación de contrataciones irregulares en el Maestranza no es nueva, lleva ocurriendo más de 30 años. Ha habido inspecciones laborales que han dado la razón a estos trabajadores y trabajadoras. Por ello, ”vamos a mostrar todo nuestro apoyo a la plantilla del coro de la Maestranza, y a todos los trabajadores del sector de la Cultura que están defendiendo sus derechos. Ese dinero público tiene que justificarse y velarse su cuidado con total transparencia. No vamos a permitir oscurantismo en las cuentas“.
Por su parte, fuentes del Teatro de la Maestranza aseguran que “nuestras cuentas no son oscuras, están auditadas y aprobadas anualmente por nuestro Consejo de Administración, formado por todas las administraciones públicas”. Asimismo, consideran que el relato de Murillo adolece de “muchas inexactitudes interesadas”, pero como institución “no vamos a entrar en su dialéctica, sino que esperaremos a la Justicia”, y destacan “las críticas unánimes de la prensa especializada alabando el momento artístico actual del Coro”.
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