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“Teníamos que atender a nuestros enfermos”: cesado como director tras acudir a su centro de salud en Sevilla en plena pandemia

El doctor Torres, en la puerta de su consulta, este martes

Javier Ramajo

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Jueves y Viernes Santo en Sevilla. Joaquín Torres, desde hace siete años director de los centros de salud de Ronda Histórica y San Luis, en la zona centro de la capital hispalense, decide acudir a su lugar habitual de trabajo. La pandemia acecha en una ciudad que, en circunstancias normales, estaría inmersa en la Semana Santa. Tras aquella circunstancia, el doctor es cesado, según cuenta a este periódico, por no atender las instrucciones verbales dadas previamente por el director gerente del distrito sanitario de Sevilla, José Manuel León, relativas a los sanitarios atendieran desde su casa telefónicamente a los pacientes en aquellas fechas. El Servicio Andaluz de Salud arguye “un cambio en el mapa sanitario de la ciudad” como motivo del cese. Él lo tiene claro, volvería a hacer lo mismo, y para ello tira de su juramento hipocrático: “Mis pacientes por delante de todo”. Ahora, los vecinos están recogiendo firmas para que se le reintegre en la dirección “de forma inmediata” porque consideran injusto que su salida obedezca, según mantienen, a haber cumplido con su deber de atender de la mejor forma posible a sus vecinos, muchos de ellos personas mayores.

Torres atiende telefónicamente a este periódico desde su consulta en el centro de salud de Ronda Histórica y defiende su forma de proceder. “Estuvimos haciendo una labor que era imprescindible y este señor [en alusión al director gerente] lo ha considerado como un elemento de discordia entre las instrucciones que dio y la actitud que yo tenía que tomar en ese momento. Pero no podíamos tomar otra decisión más que la que tomamos. Teníamos que atender a nuestros enfermos”, dice en referencia a haber acudido presencialmente al centro de salud junto a otros 16 profesionales sanitarios a realizar el seguimiento telefónico de pacientes con sintomatología de COVID-19. Más de 200 llamadas por día, refuerzo de medicación, derivación a centros hospitalarios, etc. son los avales que presenta este médico de 55 años, apoyado incluso por el ayuntamiento de su pueblo, La Algaba.

El doctor considera una “falacia” la “excusa seudo legal” que la Junta ha argumentado para apartarle del puesto de director, apoyada en una “reorganización” consistente en, según fuentes del SAS, “desdoblar el centro de salud Ronda Histórica-San Luis en dos unidades de gestión clínica, haciendo necesario poner fin a la única dirección [ostentada hasta ahpra por Torres] para adecuar la organización a la nueva estructuración realizada en el Distrito Sanitario de Sevilla y realizar los procesos de selección de los cargos intermedios conforme a la nueva organización”. “Esta es la causa del cese -añaden las fuentes-, y se produce en estas fechas una vez se están reanudando los procedimientos que quedaron paralizados con motivo de la pandemia”. Las fuentes aluden más concretamente a la Orden de 17 de junio de 2020 por la que se actualiza el Mapa de Atención Primaria de Salud de Andalucía.

Torres afirma sentirse “sorprendido” por la decisión de la gerencia del distrito pese a ser consciente del proceso administrativo que estaba en marcha para alcanzar la citada reorganización. El planteamiento de separación de los centros data de “primeros de año” pero, en ese transcurso y tras su decisión de acudir al centro, “me dio un papel el director de distrito diciendo que me cesaba, pero fundamentalmente porque el Jueves y Viernes Santo él había dicho que no se abrieran los centros, que los profesionales llamasen desde su domicilio a los pacientes”. “No podíamos hacerlo porque no teníamos la aplicación ni el sistema informático disponible ni la historia clínica abierta. Teníamos una situación de confinamiento, con la población en plena pandemia y con muchos pacientes para hacer el seguimiento durante cuatro días”, dice incluyendo el fin de semana imediatamente posterior a esos días festivos.

Vulnerabilidad entre la población

“Durante siete años he llevado las dos unidades y a mí no solamente se me ha dado el papel de que va a haber un procedimiento administrativo donde van a salir nuevamente las dos direcciones, sino que se me ha apartado totalmente de la dirección de los dos centros”, denuncia el doctor, que comenta “otra contradicción”: en la unidad clínica de los dos centros, el equipo directivo está formado por un médico, que soy yo, y una enfermera, y la enfermera no la ha cesado ni la ha apartado y sigue siendo la directora de los dos centros a nivel de enfermería“. ”Eso confirma, aunque no lo ponen ellos en los papeles, que la situación ha sido por no seguir las instrucciones“, añade Torres. El doctor insiste en que le guió su ”ética profesional“ al actuar como actuó. ”A pesar de que lo he intentado explicar, no han atendido a razones, pero aquí estoy, en mi consulta, viendo a mis pacientes y ayudando a mis compañeros en que haya orientación, y estaré dando la talla como siempre lo he hecho en el sistema público mientras esté en activo“.

Torres recuerda además las particularidades de la zona a la que se atienda desde ambos centros, con una veintena de residencias de mayores, casas pastorales y conventos, con “personas con una situación delicada, hasta tal punto que en esos días derivamos pacientes al hospital y a puntos de urgencias donde se valoraron porque las circunstancias necesitaban que físicamente los pudieran ver, reforzando a otros la medicación porque lo necesitaban”, explica. El doctor alude también a una “situación de descontrol al principio” de este episodio porque “la Consejería planteó que iba a abrir los centros y de hecho, en el área, por ejemplo, de Sierra Norte y Aljarafe, y también el distrito en el área sanitaria de Osuna, estuvieron compañeros nuestro el jueves y el viernes atendiendo a los pacientes desde los propios centros, cosa que no ocurría en Sevilla”.

“Luego dijeron que atendieran los que estuvieran de guardia en el dispositivo de urgencias, pero era imposible, porque un médico que está atendiendo las urgencias no puede hacer más de 200 llamadas y, además, sin conocer a los pacientes, porque los habíamos estado siguiendo en los días anteriores, en las semanas anteriores, a una población de tanta vulnerabilidad, con personas muy mayores. La vulnerabilidad era importante, hasta tal punto de que se diera el caso de una persona que tuviera fiebre o dificultad respiratoria había que aislarla. Esa decisión hay que hacerla sobre la marcha. Esas situaciones a veces no se pueden dejar para cuatro días después.

Torres asegura que su compromiso con la sanidad pública “sigue intacto” y su responsabilidad como cargo intermedio es la que ahora le han quitado. “Que enjuicie la sociedad si la situación que me ha pasado es racional”, concluye, agradeciendo el apoyo recibido por vecinos y compañeros, algo que “pone en valor que los cargos que se ocupan de gestionar lo público sin lugar a dudas tienen que tener no solamente transparencia sino también el reconocimiento de la población” de alguna manera“. ”No he sido el único. Mi unidad es la undécima dirección que se carga el director gerente del distrito de Sevilla. No es solamente una situación caprichosa conmigo, sino me da la sensación de querer desmontar la sanidad pública porque no tiene sentido“.

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