El 88% de la población sigue dispuesta a vacunarse contra la COVID-19 a pesar de los problemas con los sueros

La mayoría de la población española sigue dispuesta a vacunarse contra la COVID-19, a pesar de los vaivenes que se han producido con los sueros de AstraZeneca y Janssen las últimas semanas. El 88% de los ciudadanos quieren recibir las dosis, según el último barómetro del CIS. Algunos de los que están dispuestos ponen alguna condición como que el suero “esté probado” o que tengan “suficiente información”.

La encuesta del CIS refleja de esta manera que la confianza en las vacunas para prevenir la enfermedad está todavía muy alta. De hecho, aunque el porcentaje de personas que dicen que rechazarán el suero cuando les toque su turno se ha elevado casi un punto sigue en un nivel bajo: ahora está en el 6,2% por el 5,4% de hace un mes.

La alta predisposición a recibir alguna de la vacunas se produce después de que España, y otros pasíses europeos, decidieran restringir la aplicación del suero de AstraZeneca a personas mayores de 60 años después de los casos de trombosis cerebrales que estudió la Agencia Europea del Medicamento. La EMA calificó estos extraños casos como efectos adversos muy raros del fármaco y mantuvo su recomendación de usar el producto en cualquier persona mayor de 16 sin distinción. Aún así, el Consejo Interterritorial de Salud que reúne al Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas decidió aplicar limitaciones.

Además, la semana pasada, la farmacéutica Janssen decidió retrasar el envío de sus dosis a la Unión Europea después de que la Agencia del Medicamento de EEUU propusiera paralizar su aplicación mientras evalúa algunos casos de coágulos en persona que habían sido inyectadas con este suero. La Agencia Europea está también analiznado estos episodios y planea emitir un comunicado esta semana.

Primera preocupación

Además, el barómetro del CIS sigue situando a los peligros para salud que supone la COVID-19 y “la falta de recursos” para afrontar la pandemia como la principal preocupación de la ciudadanía por delante del paro y la crisis económica derivada de la enfermedad. El 92% de la población considera que la situación creada por la pandemia le preocupa “mucho” o “bastante”. En este sentido, el 44% de los encuestados ha considerado que atajar la enfermedad requiere “medidas más exigentes”, mientras que se quedarían como están un 32%. Con todo, más de la mitad piensa que lo peor de la pandemia ha pasado ya.