El macizo de Anaga alberga la mayor concentración de endemismos de toda Europa

El macizo de Anaga, espacio en el extremo nororiental de la isla de Tenerife declarado hoy Reserva de la Biosfera por la Unesco, alberga la mayor concentración de endemismos por kilómetro cuadrado de toda Europa.

La reserva de Anaga, con una superficie total de 48.727 hectáreas, de las cuales 15.489 corresponden al medio terrestres y 33.238 al medio marino, acoge bosques de la era terciaria de laurisilva propios de Canarias, Madeira y Azores.

La presidenta del consejo científico del programa Hombre y Biosfera de la Unesco, Marisa Tejedor, explica en una entrevista a Efe que, debido al aislamiento que ha tenido hasta hace poco tiempo el macizo, han perdurado un gran número de variedades muy antiguas de viñas, papas y otros productos agrarios, llegando a tener cada valle sus propias variedades.

La diversidad genética es otro de los valiosos patrimonios de esta reserva, en la que el hombre cohabita con el entorno en los diferentes núcleos rurales que hay en Anaga, donde si no llega a ser por la presencia humana, que construyó bancales para poder cosechar, la erosión hubiera convertido este rico paisaje en un desierto.

La también catedrática en Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna destaca que, precisamente, la Red Mundial de Reservas de la Biosfera persigue la armonía entre el hombre y el entorno.

La Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga, ubicada en los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste, además de la franja marina hasta los 1.000 metros de profundidad que les rodea, dispone de una gran biodiversidad, pues en ella están presentes especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y de la lista Top 100 de especies más amenazadas de la Macaronesia, entre otras.

“Hay más de 1.900 invertebrados, 15 hábitats comunitarios y una diversidad genética espectacular: es una isla dentro de una isla”, asegura Marisa Tejedor.

Está situada en un edificio volcánico formado por lavas dominantemente basálticas, que se formó por la sucesión de múltiples episodios eruptivos, donde los procesos erosivos han determinado un paisaje dominado por una profunda red de barrancos.

En el ámbito marino, hay una gran variedad de sustratos que permiten estén representados todos los ecosistemas marinos de Canarias y están presentes hábitats importantes para la cría, alevinaje, alimentación y refugio de muchas especies algunas de importante conservación.

Tejedor destaca que Anaga siempre ha contado con los elementos necesarios para ser reserva de la biosfera desde el punto de vista de la conservación, desarrollo sostenible y logística.

Insiste en que el elemento fundamental es el humano, con un patrimonio cultural muy rico, y con una perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza.

La declaración de Reserva de la Biosfera aboga, entre otras cosas, por el desarrollo de las actividades humanas tradicionales en un contexto de equilibrio medioambiental, donde se debe procurar mantener cultivos con variedades locales, así como el fomento de razas autóctonas y sus manejos de acuerdo a prácticas culturales propias, al igual que actividades industriales respetuosas con el entorno.

Por ello, comenta Tejedor, se entiende que esta figura es una marca de calidad que puede ayudar al desarrollo de este territorio.

El documento de declaración de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga ha sido discutido y consensuado con los distintos colectivos de esta zona a través del plan de acción donde se recogen las propuestas de desarrollo.

Además, existe el compromiso de desarrollar un trabajo conjunto con amplia participación ciudadana, que se verá intensificado una vez ha sido otorgado este título por parte de la Unesco.

A partir de ahora, la Reserva de Biosfera del Macizo de Anaga queda sometida a la jurisdicción soberana del Estado, que adoptará las medidas que considere necesarias para su protección y mantenimiento, conforme a su legislación nacional.

En el caso de Anaga, todas las actuaciones que se pretendan realizar estarán reguladas por el vigente plan rector de uso y gestión del Parque Rural y por lo estipulado en los respectivos planes generales municipales de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste para aquellos territorios que queden fuera del Parque Rural.