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SALUD

Consumo garantizado para siempre: por qué la semaglutida (el Ozempic) es la gallina de los huevos de oro

Un conjunto de inyectables de Ozempic.

Esther Samper

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Los medicamentos contra la diabetes y la obesidad Ozempic y Wegovy se han convertido en un verdadero filón para la empresa danesa Novo Nordisk. Gracias a ellos, la farmacéutica ha alcanzado recientemente un valor de mercado de 428.000 millones de dólares, convirtiéndose así en la compañía más valiosa de Europa. El volumen del negocio de Novo Nordisk por la exportación de estos fármacos es tal que este ha sido decisivo para que Dinamarca se aparte de la recesión. Solo en 2022, la farmacéutica ingresó más de 8.000 millones por Ozempic. Una cifra que podría haber sido mucho mayor si la empresa no hubiera tenido graves problemas de desabastecimiento en reiteradas ocasiones a nivel mundial para cubrir la altísima demanda del principio activo de Rybelsus, Ozempic y Wegovy: la semaglutida.

¿A qué se debe el gran éxito de la semaglutida? A sus efectos farmacológicos se suman razones socioculturales que han convertido a esta molécula en una mina de oro. Mientras la patente del fármaco siga vigente, Novo Nordisk podrá venderlo sin competencia –es decir, medicamentos genéricos– con un gran margen de beneficios. Un privilegio que terminará en 2026 en países como Brasil y China, a pesar de los intentos de Novo Nordisk por extender la patente.

El fármaco ideal para ganar dinero

La semaglutida es un derivado sintético de una hormona que se produce de forma natural en el intestino delgado de las personas: el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1, por sus siglas en inglés). Ambas moléculas comparten un 94% de su secuencia. La semaglutida ayuda al control del nivel de la glucosa en sangre: lo disminuye mediante la estimulación de la secreción de insulina y la disminución de la liberación de glucagón. Por otro lado, los ensayos clínicos muestran que la semaglutida disminuye el riesgo a largo plazo de enfermedades cardiovasculares (infarto cardíaco e ictus) asociadas a la diabetes. También inhibe el apetito, lo que lleva a un consumo menor de calorías y, en consecuencia, a la pérdida de peso corporal. Tras 68 semanas en tratamiento, los pacientes con sobrepeso u obesidad que participaron en un ensayo clínico redujeron, de media, un 15% su peso en combinación con ejercicio físico y dieta. 

El conjunto de todos los efectos del fármaco lleva a sus dos indicaciones principales: la diabetes tipo 2 y la obesidad. Mientras que Ozempic (inyectable) y Rybelsus (comprimido por vía oral) son medicamentos dirigidos al tratamiento de la diabetes tipo 2, Wegovy (inyectable, con una dosis mayor a Ozempic) está autorizado en Europa y Estados Unidos para la obesidad o el sobrepeso con complicaciones asociadas, aunque todavía no ha llegado a España. 

Los estudios clínicos muestran que las personas con sobrepeso u obesidad que dejan de tomar Wegovy vuelven a recuperar dos tercios del peso perdido al año de dejar el medicamento, lo que alienta su consumo crónico sin interrupciones

Precisamente, tanto la diabetes tipo 2 como la obesidad/sobrepeso son dos de las dolencias más importantes en los países desarrollados, con un inmenso impacto para la salud pública. Lejos de disminuir sus prevalencias, ambas enfermedades siguen al alza en multitud de países, entre ellos España, donde se calcula que hay más de 5,3 millones de personas con diabetes tipo 2 y más de 8,4 millones de adultos y de 1,5 millones de niños con obesidad. Por tanto, el número de potenciales consumidores de los fármacos con semaglutida es enorme.

Y no son solo las importantes cifras de pacientes con diabetes tipo 2 o con obesidad las que influyen en el éxito comercial de Ozempic, Rybelsus y Wegovy. También existe otro detalle clave: son tratamientos crónicos, de por vida en muchos casos. Las personas con diabetes tipo 2 ya establecida necesitarán este fármaco o similares para regular sus niveles de glucosa de forma permanente. Por otro lado, los estudios clínicos muestran que las personas con sobrepeso u obesidad que dejan de tomar Wegovy vuelven a recuperar dos tercios del peso perdido al año de dejar el medicamento, lo que alienta su consumo crónico sin interrupciones.

El furor social por un fármaco

Más allá de que la semaglutida se presente como un fármaco ideal para las sociedades cada vez más afectadas por la obesidad y la diabetes, hay otra razón para la altísima demanda del Ozempic: se ha convertido en parte de la cultura popular, como en su día consiguió el antidepresivo Prozac, gracias a su viralización en medios de comunicación y redes sociales. 

Esto ha llevado a multitud de personas sanas, sin diabetes ni obesidad, a recurrir al medicamento fuera de sus indicaciones oficiales para la pérdida de peso, lo que ha llevado al desabastecimiento de Ozempic para los diabéticos en varias ocasiones. Aunque tanto Ozempic como Wegovy necesiten receta, personas de diferentes países consiguen acceder a los fármacos a través de médicos que los prescriben fuera de las indicaciones oficiales o de farmacias que los suministran sin requerir dicho documento.

Influencers y diversas celebridades han promocionado el uso de Ozempic en medios de comunicación y redes sociales como una opción fácil para perder peso rápidamente. El periódico The Wall Street Journal narra cómo las élites de EEUU acceden al fármaco fuera de su indicación oficial: “Es el fármaco de Hollywood”. Uno de los casos más llamativos fue el de Elon Musk, CEO de X (Twitter), que afirmaba en su red social que había perdido 13 kilos gracias a la combinación de ayuno, Ozempic/Wegovy y mantenerse lejos de comida sabrosa.

Por otro lado, en las redes sociales aparecen usuarios sin obesidad ni diabetes inyectándose semaglutida en su proceso de perder peso, alentando así a sus seguidores al consumo del fármaco.  En el momento de escribir estas líneas, el hashtag #Ozempic acumula más de 1,3 billones de visualizaciones en TikTok y más de 113.000 publicaciones en Instagram.

Un parche para un sistema enfermo

Las sociedades occidentales están cada vez más afectadas por un ambiente que potencia la obesidad y la diabetes a múltiples niveles entre la población. De seguir la actual tendencia, un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología pronostica que el 55% de las mujeres y el 80% de los hombres serán obesos o tendrán sobrepeso en nuestro país en 2030. Entre los factores que favorecen estas dolencias destacan las dificultades para la práctica frecuente de deporte y ejercicio físico, la infiltración cada vez mayor de productos alimentarios insanos en la dieta, el sedentarismo frecuente asociado, en muchos casos, al tiempo excesivo frente a las pantallas (de la TV, ordenador, móvil...), el estrés, los trastornos del sueño...

Ante este panorama, Ozempic y Wegovy se presentan como una solución fácil y cómoda al gran problema de la obesidad y la diabetes, cuando no son más parches para aliviar o controlar los síntomas, sin dirigirse a las verdaderas causas. La historia del éxito de estos fármacos ilustra el fracaso de las sociedades occidentales a la hora de combatir el origen de las enfermedades que más impactan en la salud de sus ciudadanos.

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